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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

A Sara Montiel todo le salió bien en Palma

ENVIADO ESPECIALLa reina Sofía, el príncipe Felipe y la infanta Cristina, que pasan sus vacaciones oficiales en Mallorca, presidieron en la noche del miércoles un recital benéfico de Sara Montiel en favor de la lucha contra la droga. En un mes de agosto que está resultando un páramo en el mundo del espectáculo en Palma, la diva, que suplió sus fallos de voz y sus menores facultades con un buen montaje teatral, consiguió el éxito ante un público adicto y generoso que se volcó en aplausos.

A Sara le salió todo perfecto. Aunque ella y su marido, Pepe Tous, mallorquín influyente y su mejor empresario y relaciones públicas, hubieran preferido la asistencia de algunos de los famosos que residen estos días en la isla.

Como Adolfo Suárez, que ese día tenía fondeada la goleta Idus de Marzo -conocida por su expedición a la Antártida y alquilada por el duque para un crucero por el Mediterráneo- en el Club de Mar, justamente frente al Auditorium, donde actuaba Sara Montiel, que marca ya en la historia reciente el principio del fin de UCD."

Pero Sara y Tous no cabían en sí cuando la Reina, el Príncipe y la Infanta saludaban al final del espectáculo a la estrella. A esa hora, una de la madrugada de ayer, el balance era éste: se habían llenado prácticamente las 1.800 localidades del Auditorium -aunque hasta minutos antes Tous, que tenía un mazo de entradas en el bolsillo, fue regalándolas para tapar huecos, además de las invitaciones formales, que fueron muchas- y los cronistas hablaban en corrillos de la gala del verano. El montaje fue bueno.

Ni siquiera la fecha se dejó al albur. El 8 de agosto del año pasado, Julio. Iglesias organizaba en este mismo escenario el mayor revuelo que recuerdan los cronistas locales, también con la asistencia de la Familia Real, aunque la noche del miércoles el Rey y la infanta Elena prefirieron quedarse en Marivent. El monarca vibró con el éxito de la selección española de baloncesto, que a la misma hora obtenía el mayor éxito de su historia al clasificarse para la final olímpica de Los Ángeles.

Bruno Kreisky, ex canciller de Austria, y su esposa fueron de los. primeros en llegar al teatro. El socialista austriaco, que pasa temporadas en su casa de la costa d'En Blanes tras su retiro de la política, debió de extrañarse de la escasísima presencia de famosos.

La cantante tuvo, en cambio, a un público mayoritariamente cincuentón, femenino y mallorquín, generoso y entusiasta hasta, en ocasiones, el delirio y que premió a la diva con aplausos hasta en los momentos en que le fallaron la voz o las facultades. Pero Sarita, que estrenó cuatro vestidos de Paco Rabanne, Ives Saint Laurent, Amparo Colly María Rosa, bailó un tango, se sentó encima del piano, repartió flores por los pasillos, mientras cantaba La violetera, y hasta le dedicó a la Reina una canción en un mal griego, entre el deleite del público. El relicario, La violetera, La bien pagá, Perfidia, Es mi hombre, Toda una vida, Ven y ven.... la diva no perdonó ni una sola, como no se recató en gestos ni en tics, ni siquiera a la hora de llamarle guapísimo dos veces al Príncipe de Asturias.

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