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Los países más endeudados de America Latina piden un diálogo constructivo a sus acreedores

Soledad Gallego-Díaz

La deuda latinoamericana y el temor a que la guerra del golfo Pérsico provoque una nueva crisis petrolera constituyeron ayer el entremés de la agenda abierta que debaten en Londres los jefes de Estado o de Gobierno de los siete países más ricos del mundo no comunista y el presidente de la Comisión de la Comunidad Económica Europeo (CEE), Gaston Thorn. Los presidentes de los siete países más endeudados de América Latina han enviado una carta a los estadistas reunidos en Londres, en la que se expresa la necesidad urgente de adoptar acciones concertadas" y se pide "un diálogo constructivo entre países acreedores y deudores, para la adopción de medidas concretas que alivien la carga M endeudamiento externo".

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Los presidentes de Brasil, México, Argentina, Venezuela, Perú Colombia y Ecuador han enviado una carta a los siete, en la que afirman que la voluntad política de los principales países industriales para avanzar hacia una acción concertada sería "particularmente oportuna", y reiteran la protesta contra los altísimos tipos de interés de EE UU.Aunque todas las delegaciones se muestren muy prudentes, fuentes europeas estiman que los siete podrían arbitrar un marco común para el problema de la deuda latinoamericana, aunque cada caso sería resuelto por se parado. Esta fórmula está a mitad de camino entre la posición inicial de EE UU y la de los europeos. El compromiso no figuraría en el comunicado final para evitar movimientos especulativos en el mercado de capitales.

Un acuerdo de este tipo es imprescindible para que los europeos secunden la pretensión de Estados Unidos y Japón de convocar una nueva ronda mulndial de negociaciones sobre comercio internacional, que se prepararía a lo largo del próximo año, a fin de que cuajara en 1986. La lucha contra el proteccionismo, la falta de tecnología y las subvenciones a la agricultura serían el centro de esta futura ronda. Los países del Tercer Mundo se han mostrado hasta ahora muy reacios a una iniciativa semejante, y lo continuarán estando mientras no se solucionen sus problemas financieros. Tan sólo Brasil, México, Argentina y Venezuela acumulan una deuda de más de 267.000 millones de dólares. De los 800.000 millones a los que se eleva la deuda exterior de todos los países en desarrollo, América Latina concentra en sus manos 300.000 millones.

La carta de los estadistas latinoamericanos no es la única que ha llegado a manos de los reunidos en la capital británica. El embajador inglés en Bagdad trasladó ayer a la cumbre una misiva del ministro de Exteriores de Irak, en la que solicita a Occidente que presione al régimen del imán Jomeini para que acepte llegar a una solución negociada al conflicto del golfo Pérsico.

Yasuhiro Nakasone, primer ministro de Japón llegó a Londres con una propuesta formal para que Occidente coordine, más allá de lo establecido por la Agencia Internacional de la Energía, medidas destinadas a compartir las reservas de petróleo en caso de una situación de extrema escasez por parte de algún país en concreto.

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