_
_
_
_
_

El líder italiano Craxi coincide con el canciller alemán en el despliegue de cohetes en Europa

El jefe del Gobierno italiano, el socialista Bettino Craxi, coincide con el canciller federal alemán, el democristiano Helmut Kohl, en el pleno cumplimiento de la "doble decisión" de la OTAN y estacionar, según el calendario previsto, los nuevos enromisiles atómicos en Europa si no se llega a un acuerdo en las negociaciones de desarme de Ginebra. Así lo manifestó Craxi ayer, en una conferencia de prensa en Bona, tras entrevistarse con Kohl.

La posición del líder socialista italiano no coincide con la de su compañero socialdemócrata alemán Hans-Jochen Vogel, jefe del grupo parlamentario del SPD en el Bundestag, que ayer declaró que "sólo es posible un acuerdo en Ginebra si no se continúa actuando como si no existiesen los 162 sistemas franceses y británicos que apuntan a la Unión Soviética"Vogel insiste en que esa fuerza nuclear francesa y británica no fue contabilizada en el tratado SALT II y ahora tendría que ser tenida en cuenta, a la hora de negociar en Ginebra. Craxi, por el contrario, sostuvo en su conferencia de Prensa que "la Unión Soviética no puede continuar con la política del no. Si no quiere la paralización de las negociaciones de Ginebra, él Kremlin tiene que hacer propuestas y, sobre todo, debe suprimir las condiciones previas negativas que bloqueen las negociaciones".

Según el jefe de Gobierno italiano, "las condiciones previas negativas" de la Unión Soviética son la exigencia de contabilizar la fuerza atómica británica y francesa y la negativa de aceptar un acuerdo que prevea el estacionamiento de un solo misil norteamericano en Europa.

Craxi expuso de forma clara que "a falta de novedades, significativas, se mantendrán firmes las decisiones adoptadas, incluido el calendario previsto". Estas palabras del jefe del Gobierno italiano ponían fin a dudas, surgidas días pasados, que insinuaban el apoyo por parte de Cráxi a una moratoria en el estacionamiento de los euromisiles.

Al lado de Bettino Craxi se sentó su ministro dé Asuntos Exteriores, el democristiano Giuli o Andreotti, que se había éntrevístado con su colega alemán, el liberal Hans-Dietrich Genscher y había tratado el problema de la ampliación de la CEE a España y Portugal.

"No podemos aplazar hasta el infinito las negociaciones con España y Por tugal, porque ésta es una obligación que tienen contraída los países de la CEE", añadió.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_