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'Pijoaparte', tres mujeres y cuatro sentimientos

Tomàs Delclós

Maribel Martín es la actriz que interpreta a Teresa. Llega a Manolo, el Pijoaparte, escupida por el amor estúpido de Luis Trias, por la "belleza grave de sus facciones meridionales", como cuenta la novela, "y porque el amor de un proletario llena a una estudiante progre", como explica la actriz.Cristiana Marsillach es Hortensia, Jeringa, una chica de 15 años, "muy niña y mujer al mismo tiempo, misteriosa y llena de matices". Ser la dama joven del cine español complace a Cristina. "Tengo mucho tiempo para hacer papeles de mayor".

Angel Alcázar es Manolo. El actor empezó con el grupo Magarid -Madrid, en fonética árabe- y sus días teatrales terminaron al mismo tiempo que el dinero de la compañía. Tras actuar en filmes de José Ramón Larraz y Luis Aleoriza (Tic-tac), éste es su primer papel estelar.

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Crónica de un equívoco

La tercera mujer de la historia, el tercer sentimiento, es Dina, Charo López. "Es un personaje episódico. Asiste sin entrar en el juego, ajena y testigo al mismo tiempo, al braguetazo de un chulo. Sus sentimientos, no obstante, quizá sean más auténticos que los otros personajes, precisamente por sentirse ajena a la historia, por su lejanía". Charo López, cumplidos los mínimos deberes que le impone Dina, se incorporará al rodaje asturiano de Gonzalo Suárez, El epílogo. "Empecé en el cine con Ditirambo de Suárez y al cabo de sus diez películas de hierro, me reencuentro con Ditirambo. Para mí es una casualidad entrañable". El filme está inspirado en un relato del propio Suárez.

Novela y cine

Gonzalo Herralde tuvo un proyecto anterior al de Últimas tardes con Teresa. Se trataba de la adaptación de Bajo el volcán. Pero John Huston se le adelantó. Para Herralde, la novela de Marsé no es un premio de consolación, sino un reto, distinto, pero igualmente difícil. Mañana, en la casa del doctor Arruga, en Begur, sonará la primera claqueta. Teresa, tras soñar su redentor romance con un proletario que no lo era, volverá a sus viejas amistades. Jeringa, enamorada de Manolo y despechada, lo denunciará. La policía de tráfico pondrá un punto y aparte drástico a la peripecia de Pijoaparte. Y Maruja, en la otra vida. Una historia, más o menos banal, que hay que saber contar.

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