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Hoy, elecciones en el Reino Unido

Monstruos, Batman y el Partido de Nadie

Una de las características del sistema electoral británico es que se puede presentar en cada circunscripción todo candidato que pague una pequeña fianza. A esto se debe la proliferación de extraños partidos, hasta 41. Por ejemplo, la primera ministra, Margaret Thatcher, tiene que Udiar en su distrito no sólo con el candidato laborista o liberal, sino también con el del Partido de los Monstruos Lunáticos Solitarios, cuyo programa defiende la vuelta del tonto del pueblo, o con un caballero que va disfrazado de Batman y cuyo único objetivo es figurar en el libro de récords de Guinnes como el hombre que consiguió menos votos en unas elecciones.Los medios de comunicación sólo hablan de los partidos serios pero un vistazo a la lista general de candidatos demuestra que algunos británicos no han perdido el sentido del humor. En total, se presentan 41 extraños partidos, que van desde uno denominado Partido de Nadie, hasta el Contrario a la Vivisección.

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Tres semanas de campaña electoral han dado origen a multitud de anécdotas. Se sabe ahora, por ejemplo, que muchas de las intervenciones espontáneas de Margaret Thatcher lo eran menos de lo que parecían. Thatcher se trajo de Estados Unidos un gracioso invento (una especie de lámina de plástico transparente) que coloca delante de su pupitre o tarima y en el que se reflejan sus folios, sin que el público pueda percatarse de ello.

Las elecciones británicas van a tener también un efecto inesperado: aumentar el consumo de vino rosado. El príncipe Carlos apostó una botella al líder laborista a que nadie conseguía la mayoría absoluta, mientras que Foot se comprometió a darle otra si perdía.

El gusto de los británicos por las apuestas es bien conocido. En el Reino Unido, uno puede apostar prácticamente sobre cualquier cosa: si va a llover mañana o si el próximo hijo de los príncipes de Gales será niña. Las elecciones son una estupenda ocasión para ejercitar esta especie de deporte nacional. Lo malo es que esta vez todo está tan claro que las casas de apuestas pronto tuvieron que negarse a media campaña a aceptar dinero a favor de Maggie.

Los líderes de la Alianza han hecho una buena campaña, pero han demostrado una cierta mala organización: Shirley Williams acudió a un supermercado nuevo de su barrio para convencer a los clientes y se encontró con que todavía no había sido inaugurado. Su colega Roy Jenkins fue a dar un mitin en una fábrica justamente á la hora de la comida, cuando no quedaba nadie. Un despiste todavía mayor hizo que el Partido Socialdemocrata de Irlanda del Norte pidiera encarecidamente a sus votantes, en panfletos y pasquines, que no dejen de ir a votar ¡el próximo día 19!

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