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Los nueve asaltantes del Consulado turco en Colonia pedirán asilo político en Bonn

Los nueve activistas turcos que ocuparon ayer durante el Consulado General de su país en Colonia pedirán asilo político en Bonn. El Ministerio del Interior de la República Federal de Alemania (RFA) aceptó esa alternativa después de negarse a facilitar el salvoconducto que los activistas solicitaban para salir dd país.

En el momento de su rendición, en la pasada madrugada, los asaltantes -un comando de la organización izquierdista Devrimci Sol que pretendía llamar la atención contra la dictadura militar de su país- mantenían trece rehenes, de los 75 que tomaron en un principio, ninguno de los cuales presentaba muestras de haber sufrido daño físico."Los extremistas no nos han maltraiado en ningún momento aunque nos han amenazado con pistolas", comentó uno de los trece reéenes. Los secuestrado res trataron en todo momento de tranquilizar a las personas que tomaron en su poder y les explicaron, según una de ellas, que no tenemos nada contra vosotros, sólo estamos ferozmente opuestos a la Junta Militar turca".

Inmediatamente después de ocupar el edificio del consulado general, los activistas izaron en la fachada una bandera roja con la hoz y el martillo y una pancarta contra el régimen militar de Ankara, y arrojaron por la ventana octavillas en las que denunciaban la nueva Constitución que el próximo domingo debe ser sometida a referéndum en Turquía.

En las primeras horas de la ocupación, los rehenes fueron obligados a tenderse sobre el suelo con las manos atadas a la espalda. Posteriormente se les permitió sentarse sobre sillas. Por la tarde, los treinta rehenes que, en ese momento, se encontraban en la sede diplomática, seguían atentamente, junto a sus secuestradores, las noticías ofrecidas por la televisión, "esperando que un periodista leyera el manifiesto de los asaltantes, porque ésta era la condición que habían puesto para dejarnos en libertad".

El cónsul general, junto a otros tres diplomáticos turcos, consiguió esconderse en el cuarto piso del inmueble, y su presencia no llegó a ser detectada.

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