_
_
_
_
_

La visita de Indira Ghandi a París reforzará las relaciones entre la India y Francia

Las relaciones franco-indias deben salir reforzadas de la visita oficial que inició ayer en París la primera ministra de Nueva Delhi, Indira Gandhi. El diálogo Norte-Sur, la venta posible de 150 aviones Mirage 2.000 y las relaciones culturales entre ambos países centrarán las conversaciones del presidente Mitterrand, el primer ministro Pierre Maw roy y los ministros de Exteriores y de Cultura, Claude Cheysson y Jack Lang, respectivamente, con la jefa del Gobierno indio.

Los técnicos de la India aún no han pronunciado el sí definitivo a la compra de los 150 aviones Mirage 2.000. Además, el coste de este material militar, 10.000 millones de francos (170.000 millones de pesetas), daría lugar a una negociación financiera seria, ya que, para remediar el desequilibrio de su balanza comercial, la India acaba de recibir el más importante préstamo concedido por el Fondo Monetario Internacional (FMI), de 32.000 millones de francos.Estas son las dos razones esenciales que impedirán la conclusión definitiva de este importante, contrato franco-indio al término de la visita de Indira Gandhi. La impresión en la capital francesa, cuando ayer llegó la primera ministra, era de que "habrá que esperar aún algún tiempo".

Otros proyectos de cooperación económica de menor envergadura, en los sectores energético y de las telecomunicaciones, serán también estudiados por las dos delegaciones. Y las firmas automovilísticas Renault y Peugeot esperan poder instalarse en este país, de seiscientos millones de habitantes, en vía de desarrollo.

Trípode tercermundista

Mitterrand quiere hacer de la India, junto con Argelia y México, el trípode de su política tercermundista, fundamentada en un reparto más equitativo de las riquezas mundiales y en el apoyo a los movimientos de liberación. Este aspecto internacional de la cumbre franco-india será el que más se preste al diálogo positivo.El protagonismo que el poder francés anterior concedía a China en la región asiática quedará matizado ahora con la atención que Mitterrand le presta a la India. Una nube, en apariencia al menos, se interpone entre los buenos deseos de París y Nueva Delhi: la estrecha alianza que mantiene esta última capital con Moscú, lo que supone que los indios no hayan condenado la invasión soviética de Afganistán y hayan dado su visto bueno al régimen de Camboya.

Francia condena esas dos injerencias de la URSS, pero su diplomacia de apoyo, a los No Alineádos, para intentar sustraerlos de la influencia de los dos grandes, aconseja una luna de miel francoindia, que mañana, al final de la visita, puede ser el resultado más espectacular. Mitterrand e Indira Gandhi, decidirán, además la construcción de un instituto franco-indio en París.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_