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La OTAN prepara la Conferencia de Seguridad de Madrid

Soledad Gallego-Díaz

Los quince países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ultimaron ayer detalles sobre la sesión preparatoria de la Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea (CSCE) que se inaugura el próximo día 9, en Madrid. Según informaron fuentes oficiosas a EL PAÍS, se mantiene el criterio de «despolitizar» en lo posible la sesión preparatoria, limitándose a cuestiones procedimentales y de calendario.

A la reunión de representantes permanentes ante la OTAN celebrada ayer en Bruselas asistieron también algunos de los embajadores jefes de las delegaciones que acudirán a Madrid. Se supo también que la delegación norteamericana, que viajará este mes a Madrid, estará presidida por el segundo jefe de la misma, Kampelman.Según las fuentes mencionados, se ha evitado el peligro de radicalizar la conferencia desde los primeros momentos, posibilidad planteada en sectores próximos a la delegación norteamericana a raíz de la invasión soviética de Afganistán. Los países miembros de la OTAN, en la reunión celebrada el pasado mes de junio en Ankara (Turquía), intentaron disminuir la tensión. La tesis de que los sucesos de Afganistán no deben hipotecar plenamente la Conferencia de Madrid, sin que eso suponga olvidarlos, parece haberse abierto camino. La conferencia, sin embargo, se desarrollará, según todas las previsiones, con grandes dificultades.

Un elemento nuevo, que influirá en el desarrollo de las primeras sesiones, y que fue tratado ayer en Bruselas, es la situación en Polonia. Los países de la Alianza Atlántica examinan con gran interés los cambios aprobados por el Gobierno de Varsovia y desean evitar en lo posible iniciativas que perjudiquen la evolución de la crisis polaca. Se estima que la proximidad de la Conferencia de Madrid ha influido beneficiosamente en la reacción de Moscú y que el «normal» desarrollo de la misma puede seguir ayudando al régimen de Gierek.

El «nuevo clima» con el que Europa occidental encara la Conferencia de Madrid quedó de manifiesto en las declaraciones realizadas ayer por el ministro de Asuntos Exteriores de Bélgica, Ferdinand Nothomb. Este anunció que, muy probablemente, asumirá personalmente la dirección de la delegación belga, una vez se inicien las conversaciones formales.

«Bélgica», añadió el ministro de Asuntos Exteriores, «promoverá en Madrid todas las iniciativas que ayuden a reforzar las medidas de confianza y el clima de distensión». El ministro belga se entrevistará en Nueva York, con motivo de la Asamblea General de las Naciones Unidas, tanto con el secretario de Estado norteamericano, Edmund Muskie, como con el ministro soviético de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko.

Interrogado sobre si se anunciará en Madrid la definitiva posición belga respecto a la instalación en su territorio de 48 misiles Cruise, el ministro afirmó que no hay ninguna razón por la que se deban ligar los resultados de la CSCE y la decisión del Gobierno Martens.

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