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El piloto de la KLM no fue culpable del accidente del aeropuerto de Los Rodeos

La dirección de la KLM (Líneas Aéreas Holandesas) ha desmentido que el comandante Van Santen fuese el responsable de la muerte de 582 personas en el accidente ocurrido el 27 de marzo de 1977, en el aeropuerto de Los Rodeos, de Tenerife. En aquella fecha, el comandante Van Santen pilotaba el Boeing 747, Jumbo, de la compañía holandesa que colisionó, en el momento de realizar las maniobras de despegue, con un aparato de idénticas características de la compañía norteamericana Pan American.

Para las autoridades holandesas, la causa del accidente debe buscarse en el sistema de radiocomunicación, común a todos los aeropuertos internacionales. El director general del Servicio de Transporte Aéreo holandés, señor Raben, declaró que el error fatal pudo haber sido cometido por el controlador español del tráfico aéreo, al separarse de la terminología usual en el momento de indicar a la tripulación del Jumbo de la KLM que tenían vía libre para el despegue. También negó la afirmación contenida en el informe oficial español, en el sentido de que la tripulación del avión holandés había dado muestras de tensión durante las maniobras de despegue, señalando que esa tensión no se refleja en las conversaciones grabadas y conservadas en la «caja negra» del aparato.Por otra parte, el señor Raben insistió en que era «imposible e irrelevante» el intentar echar la culpa del accidente a una persona determinada o a un grupo.

Estas manifestaciones se producen siete meses después de la publicación del informe oficial español sobre el accidente, hecho público en la segunda quincena de octubre del año pasado. Ya en aquella fecha, tanto las autoridades como la prensa holandesas criticaron duramente el informe español, calificándolo de unilateral y desfavorable para la tripulación del avión de la KLM.

Las conclusiones del informe elaborado por la comisión investigadora española indicaban que el accidente se había producido por haber despegado, sin autorización el comandante del Boeing 747 de la KLM. De acuerdo con el informe, el accidente se debió a un error «grave y básico» cometido por el comandante del avión holandés, que no obedeció las advertencias de la torre de control del aeropuerto. Sin embargo, otras causas pudieron influir notablemente, según el informe, como el hecho de que durante tres segundos la comunicación con el aparato hubiese estado interrumpida por un silbido y por la circunstancia de que el Jumbo de la Pan-Am no abandonase la pista por la tercera intersección, como se le había indicado.

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