Documentos políticos inéditos sobre Che
Walter Heynowsky y Gerhard Scheumann vuelven con sus últimos documentales políticos a la X Semana Internacional de Cine de Autor de Benalmádena, cuyas sesiones se inauguraron el pasado fin de semana en el palacio de congresos de la Costa del Sol.
Un material inédito, suministrado por el cámara Horst Donth, sirve para insistir en la teoría del documental en el cine, fuera de los estrechos límites del periodismo filmado y la pretendida objetividad de la cámara. Junto con el ciclo de estos dos autores, la presente edición está dedicada a las filmografías de Marta Meszaros, Helma Sandeis y Dusan Makavejev, además de una selección de tendencias actuales en varios países, hasta totalizar más de setenta películas.Las distintas aportaciones en la recién clausurada Conferencia Mundial de Solidaridad con Chile tiene en las imágenes de Heynowski y Scheumann el valor histórico de un documento que descifra los comportamientos humanos en una actuación política. En Los muertos no callan, la narración de las esposas de los ministros Letelier y Toha persigue el golpe militar en Chile, con insistencia en la figura de Pinochet. El material rodado subraya las palabras hasta neutralizar la intención deformadora de los protagonistas. El efecto es inmediato en el público, que establece un diálogo de protesta con la pantalla. De forma más intensa se puede apreciar en Más fuerte que el fuego, cuando toman la palabra, y la trampa, los asaltantes al palacio residencial de La Moneda. En Líos con la plata, cortometraje, las inscripciones populares sobre billetes devaluados ponen el contrapunto con la «sinceridad» de las respuestas del general Cano, presidente del Banco Central de Chile.
El carácter específico de este certamen, con vocación progresista, lleva a su programación los cinemas nacionales, en una utilización del cine alejada de los planteamientos de dominio, con un claro sentido de mostrar realidades políticas y sociales. En este cine de realidad, Celso Lucas y José Celso Correa, de Mozambique, presentaron 25, una fiesta-manifiesto de la independencia (25 de junio de 1975). Una forma de aprender la revolución a través de las palabras de los líderes
Del Tercer Mundo las cámaras se desplazan a la «civilización» europea. Una mujer noruega, Vibeke Lokkeberg, analiza la vida de un ama de casa de cincuenta años, la frustración de un vacío que gira en la noria de la desesperación. La conciencia femenina va a dominar gran parte de las películas, con los ciclos de Marta Meszaros y Helma Sanders. Unas propuestas en cine que no se detienen en el halago, de la moda.
En el ciclo del yugoslavo Makavejev se han dado a conocer todos sus largometrajes: Un hombre no es un pájaro (1965), Un asunto de amor (1967), Inocencia sin protección (1968), W. R. los misterios del organismo (1971) y Sweet Movie (1974). Inconformista de los sistemas políticos, socialista y capitalista, con un sentido irónico de la realidad y onírico de la ficción, el cineasta identifica al individuo en la colectividad neutra, rescata el primer filme hablado en servio para hacer una alegoría de la posguerra, recoge en encuesta la difícil catalogación de Wilhelm Relch o se resume en la anarquía de una sociedad delirante. La respuesta con morbo del público fue comprobar el erotismo ideológico en Sweet movie.
Sin pretenderlo, el suizo Thomas Koerfer, con Alzira o el nuevo continente, tocó el tema del trabajo cultural, a través de las peripecias de un grupo teatral y una discusión entre Rousseau y Voltaire, que tiene unos ecos muy próximos. Los problemas de la producción cultural en la actualidad tienen en la misma Semana de Cine de Autor el peligro de su continuidad, debido a dificultades económicas, sin contar con los disgustos que recibe su organización, el Ayuntamiento UCD de Benalmádena, por determinadas secuencias de películas. El director del certamen, Julio Diamante, tiene razones para denunciar las censuras económicas e informativas.
