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Preocupación en Washington por las elecciones francesas de marzo

La amenaza de la victoria de la izquierda francesa en los próximos comicios legislativos de marzo, y la consecuente posibilidad de la formación de un Gobierno en el que participarían los comunistas, confiere un carácter directamente político a los problemas económicos mayores de Occidente.Mientras, en el plano puramente interior, la proximidad de estos comicios, que se han calificado de «histórico», ha provocado otro escándalo: el Gobierno habría «manipulado» las estadísticas referentes al paro obrero para rebajarlas, a finales del mes en curso, hasta una cifra inferior al millón, «que resultaría una cifra política».

Durante la reunión que celebraron el pasado fin de semana en Versalles los ministros de Finanzas de los cinco países más industrializados del mundo capitalista -Alemania Federal, Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia y Japón- se estudió un informe secreto de la OCDE que ponía en evidencia la debilidad del dólar. La enfermedad de la moneda americana, según el referido texto, sólo la curaría el relance de las economías sanas, es decir, la alemana y la japonesa. También se supone que la actual crisis del franco francés fue objeto de análisis por parte de «los cinco». Y, por fin, a los observadores les parece imposible que los ministros de Finanzas no hayan evocado la situación política francesa en vísperas de los comicios legislativos de marzo.

Tras la reunión de Versalles, el ministro de Finanzas americano señor Blumenthal, viajó a Bonn, en donde se entrevistó con su colega de la República Federal, Hans Mattboefer. Según noticias procedentes de la capital de la RFA, los responsables políticos y económicos norteamericanos habrían encontrado una razón más para que los alemanes estimulen su economía: el mejor método para bloquear a los comunistas de Europa del Sur consistiría en ayudar a capear la crisis económica a los países con una izquierda en la que los comunistas tienen gran influencia o pueden llegar a tenerla.

La estrategia norteamericana

A pesar de la motivación esencial económica, de sus presiones para que la RFA reactive su economia, los americanos pretenderían ahora acreditar la tesis de que son los alemanes quienes tienen en sus manos el porvenir ideológico de Europa del Sur.Según esta tesis, la estrategia económica americana estaría impregnada de cierta preocupación por una eventual victoria de la izquierda en Francia y que esta preocupación fue compartida en la reunión de Versalles. Tales reticencias, antes de las elecciones, ¿cómo se traducirían tras la eventual formación de un Gobierno de izquierdas con comunistas en París? Ante cualquier interferencia de las economías occidentales en el funcionamiento de la francesa, tras una victoria de la izquierda, un colaborador muy próximo al señor Mitterrand declaró ayer a EL PAIS: «Nosotros seremos prudentes, pero intransigentes.» Jacques Attali, el principal consejero económico del líder socialista, se manifestó anteayer más cauto ante la prensa extranjera: «Tenemos mucho que aprender de la estrategia mercantil americana y de la japonesa.»

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