Francia suprimirá la inmigración de trabajadores extranjeros
Las asociaciones de apoyo a los trabajadores extranjeros en Francia, como no pocos comentaristas, invocan la Declaración Universal de los Derechos Humanos y las convenciones internacionales para protestar contra las últimas medidas de las autoridades galas, destinadas a suprimir definitivamente la inmigración de trabajadores extranjeros.Tres nuevas disposiciones entrarán en vigor el próximo mes extranjera de octubre para impedir la entrada en Francia de mano de obra extranjera, y para que vuelvan a su país de origen los que trabajan aquí: se suspende de manera definitiva la entrega de autorización para trabajar a todos los inmigrantes que aún no la poseen; definitivamente, también, se impide la entrada en Francia de las familias de los inmigrados, y en tercer lugar, se extiende la «ayuda al retorno» a todos los obreros extranjeros que trabajan en
Francia desde hace sólo cinco años. La referida «ayuda al retorno» consiste en 10.000 francos (180.000 pesetas) que ofrece el Gobierno a todo inmigrado que vuelva a su país y se comprometa a no regresar a Francia nunca jamás. Hasta la fecha, esta «ayuda» afectaba únicamente a los inmigrados sin empleo, pero de los 50.000 que se encuentran en tal situación, sólo han aceptado la oferta 3.601.
El Gobierno francés se propondría, de aquí a 1980, reducir a la mitad los dos millones de obreros extranjeros que laboran actualmente en el hexágono.