El ex primer ministro italiano podría ser procesado hoy
La Fiscalía de la República de Catanzaro decide hoy, en una reunión especial, si el ex presidente del Consejo de Ministros, el democristiano Mariano Rumor, será procesado o no por «falso testimonio».
La declaración hecha anteayer por Rumor en el proceso de Catanzaro sobre la matanza de la plaza de Fontana, de Milán, el 12 de diciembre de 1969, que costó la vida a dieciséis personas, fue considerada incompleta, contradictoria o reticente. Por la acusación, el fiscal público solicitó examinar las actas del interrogatorio de Rumor, del ex ministro socialista de Justicia, Mario Zagari, y del presidente del Consejo, Giulio Andreotti.Para la justicia se trata de averiguar si los políticos encubrieron o no con el «secreto militar» las actividades del espía del Servicio de Información de la Defensa, Guido Gianettini, el principal acusado de la matanza. Mientras el general Vito Miceli, entonces jefe del Servicio de Espionaje y hoy diputado neofascista, ha vuelto a confirmar ayer que tanto el ministro de la Defensa de entonces, Mario Tanassi, como el primer ministro, Rumor, y luego Andreotti, estaban informados de las actividades de Gianettini. Rumor, igual que Tanassi, Zagari y Taviani, ha negado la existencia de una reunión política para proteger al espía. Rumor, al declarar, dijo unas veces «No recuerdo» y otras negó categóricamente.
Si se incoara un procedimiento contra Rumor, el proceso de Catanzaro se vería bloqueado, dado que para procesar al parlamentario sería necesaria la autorización de la Cámara y habría que esperar por lo menos un año.
Por otra parte, el «caso Kappler» ha generado el «caso Lattanzio». El ministro de la Defensa, del Gobierno monocolor de Gulio Andreotti, tendrá que dimitir. Lo ha pedido la semana pasada una mayoría parlamentaria compuesta de comunistas, socialistas, republicanos, socialdemócratas, radicales y demoproletarios.
El primer ministro Andreotti, que desde el principio trató de defender a su ministro, ha tenido que ir cediendo a medida que el caso alcanzaba o amenazaba con alcanzar la seguridad de su Gobierno.
