_
_
_
_
_

La CEE examinará con cautela el tema de su posible ampliación

Juan Cruz

La ampliación de la Comunidad Económica Europea se discute hoy otra vez en Londres. Aunque no es el tema principal de la agenda, sí ocupará bastante la atenclón de los jefes de Gobierno de los nueve que se reúnen en la capital inglesa en la última sesión que presiden los británicos y que va a durar dos días.

Más información
Las elecciones españolas, en el temario de Ios nueve"

Durante sus seis meses de presidencia, Gran Bretaña ha procurado dejar claro en la CEE su concepto político de la ampliación. Para el Gobierno británico, la apertura comunitaria hacia Grecia y Portugal, y hacia España, cuando ésta solicite su integración, fortalecerá las democracias mediterráneas y cerrará áreas de penetración para otros bloques en esa zona. Las ventajas políticas de la integración pesan más que los problemas económicos de su planteamiento.No se trata de que Londres tenga prisa por aceptar nuevos miembros, pero sí quiere mostrar su preocupación por la aparente frialdad que otros Gobiernos muestran ante la perspectiva de una ampliación masiva de la CEE.

Christopher Tugendhat, uno de los dos miembros británicos de la comisión de la CEE, nos comentó en Londres ayer: «Los nuevos miembros tienen que llegar a la Comunidad convencidos de que están ante un caso de matrimonio católico del viejo estilo: no se permite el divorcio y es para toda la vida. Tenemos que discutir y examinar en profundidad todos los aspectos de la ampliación, para evitar lo que pasó con el Reino Unido. Nosotros estamos tratando ahora con mucha seriedad las solicitudes ya presentadas y creemos que, evidentemente la Comunidad tendrá que sufrir grandes cambios institucionales para poder convertirse en un grupo de doce miembros. »

En general, «las negociaciones con los que aspiran a ser miembros serán largas y complejas y van a comprometer por igual a los que aplican como a los que acepten» Ese espíritu de cautela parece que va a prevalecer hoy en Londres.

Revisión a escala regional

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

En cierto sentido, aunque se celebra en Lancaster Flouse, la reunión de losjefes de Gobierno de la CEE va a ser una revisión «regional» de los asuntos tratados en mayo en Londres, durante la cumbre de Downing Street que protagonizaron los países industrializados. El desempleo, la inflación y los índices de crecimiento económico de los nueve van a ser los temas principales de discusión. Junto a ellos, las consecuencias del «diálogo Norte-Sur» de cooperación económica, relaciones Este-Oeste. Oriente Próximo, proyecto comunitario de investigación nuclear y el ya citado de la ampliación de la Comunidad Económica.

Gran Bretaña, que tiene un índice de desempleo cercano al 6 %, ha presionado para lograr de diversas organizaciones comunitarias y sindicales una serie de documentos que hoy se discutirán en Londres y que tienden a proveer un programa concreto para la creación de empleo para la juventud.

En el marco político, los temas usuales relativos al apoyo comunitario a la política angloamericana en Africa del Sur y la situación que persiste en Oriente Próximo quedarán oscurecidos esta vez por Giscard d'Estaing, a quien pedirán sus colegas europeos un recuento de sus conversaciones con Brejnev en París. La reunión de losjefes de Gobierno de los países comunitarios servirá en Londres para dar los toques finales a la posición única que la CEE debía adoptar en Belgrado en el curso de la revisión del acuerdo de distensión Este-Oeste, y en ese plano la reciente experiencia del presidente francés tiene un gran valor.

La concentración en estos temas evitará a los jefes de Gobierno las preocupaciones sobre la imposibilidad de alcanzar las metas que la Comunidad se ha venido fijando en anteriores cumbres: la vuelta al pleno empleo, la reducción de la tasa de inflación a cifras singulares, y el mantenimiento de un 5 % de crecimiento de las economías europeas. Son las mismas esperanzas que fueron subrayadas en la reunión de los ricos, en Downing Street. Es posible que de la reunlón de los europeos salga el mismo número de buenas intenciones e igual falta de soluciones que de aquel celebrado encuentro del que Carter fue la estrella.

Esta vez, sin embargo, el primer ministro británico tratará de hacer esta asamblea, que hoy preside por última vez, un éxito político y una nueva plataforma económica. Es la manera de salvar los seis meses que el Reino Unido ha estado a la cabeza de la CEE. La aprobación de un plan conjunto de creación de empleos propuesto por Londres. como hecho que beneficiara a la Comunidad, y la localización del gran proyecto nuclear de los nueve en Inglaterra, como elemento de mutuo beneficio, pueden ser las salidas de las conversaciones que se prolongarán hasta mañana.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_