América, sin localismos en PHotoEspaña

En plano general, se puede decir que PHotoEspaña ha estallado en Madrid: la cita cumple 20 años con más de 100 exposiciones y obras de 514 artistas que hasta el 27 de agosto toman la capital española. Ya en primer plano, podemos detenernos en la Casa de América, y en las tres exposiciones que aloja y que unen ambos lados del Atlántico, España y Latinoamérica, a través del objetivo de la cámara.

Uno de los platos fuertes es la exposición Confluencias, que celebra los 10 años de Trasatlántica, la cita que sirve PHotoEspaña a fotógrafos latinoamericanos para presentar su porfolio y darse a conocer delante de comisarios y editores internacionales. 18 autores de ocho países entre todos los que han participado durante esta década. “Pero huyendo de localismos”, explicó ayer María García Yelo, directora de PHotoEspaña. “No es una revisión localista de la fotografía latinoamericana. Lo que plantemos es sacar a los autores latinoamericanos de su contexto local y lanzarlos al marco internacional”.

Trasatlántica celebra diez años y agrupa representantes de todas sus ediciones

Nombres como Eunice Adorno, Lorena Noblecilla, Jorge Panchoaga o Alejandra Zamudio forman parte del menú. Uno de los que estuvo en esa primera cita hace diez años fue el fotógrafo peruano Germán Ballesteros. “Hace diez años estuve aquí, con una serie en blanco y negro sobre travestis”, recuerda con una sonrisa. “Esta es distinta”. Esta, la que ha traído este año y con la que compareció en 2014, es una colección llamada Inntervencion. “En 2014 mi hermana me invitó al sur de Lima. Hacía mucho que no iba”. Lo que vio le impresionó: el crecimiento de la capital peruana en toda su crudeza. “La playa de La Honda, donde de jóvenes íbamos a acampar sin barreras, ahora era un mosaico de parcelas valladas, a las que solo puedes acceder si eres socio o invitado”, cuenta. Sus fotos revelan cómo entre la arena surgen cercas verdes, separando dos mitades iguales. O un proyecto de valla de madera, abandonado y asediado por la podredumbre. “En Perú estamos acostumbrados a los muros, ya desde el terrorismo de los 80 la sociedad se plegó. Pero ver este paisaje de juventud así fue un shock”. A sus fotos de muros, tomadas en 2014, la actualidad Americana les confiere un cierto aire profético.

Al lado de sus fotografías está la Dominicana Victoria Thomen posando frente a una de sus fotos, un río verde sobre el que flotan amarillos patos de goma. “Mi compañera Guadalupe [Casasnovas, la otra mitad del colectivo Pictoria Newhouse] y yo fuimos a un lugar llamado Lago de los Flamencos. Y no vimos ni lago ni flamencos”, ríe. “Así que nos preguntamos qué sería lo próximo, ¿llevar nuestros propios animales a los paisajes? Nos estamos cargando el medio ambiente”. Sus imágenes son instantes intervenidos por animales falsos: una mariquita de plástico sobre unos helechos; una barca de pesca cuya red acaba de atrapar varios peces de juguete.

Pero hay más: El ensayo La vaca atada, de Santiago Hafford, que retrata la periferia social y arquitectónica de las ciudades latinoamericanas, barrios donde los escaparates conviven con enormes imágenes de la Virgen; O las imágenes en blanco y negro puro, maniqueo, de José Diniz, con sus cuerpos desnudos surfeando el mar; o la Neo-Andina de Tatewaki Nio, donde las locuras arquitectónicas de la segunda ciudad más poblada de Bolivia (El Alto) casa, casi involuntariamente, con las vestimentas indígenas. La mirada latinoamericana del fotógrafo no para de dar otra vuelta de tuerca a la realidad.

Rafael Milani denuncia en Cuentos Amazónicos el estado de la región

La magia del Amazonas

En la sala vecina a la que alberga Confluencias está la exposición Cuentos Amazónicos, una serie de fotografías de Rafael Milani, quien se ha inspirado en el libro Cuentos Amazónicos, del autor brasileño Inglês de Souza, para trasladar su visión realista a la vez que mágica del entorno amazónico. Caimanes sobre islas, perros que merodean los pilares de un viaducto o las ondulaciones que un manatí tropical deja en el agua, cristalizan esa mezcla de folclore y superstición local, que no excluye la crítica social, y que denuncia el desamparo al que el Gobierno somete a gran parte de esa región.

Esto es lo que alberga la segunda planta de la sala de exposiciones de Casa de América. Un piso más abajo, PHotoEspaña continúa. Abierta hace un par de semanas, la exposición Watkins, muestra las fotografías de mediados del siglo XIX de Carleton Watkins (1829-1916), pionero de la fotografía americana, cuyas instantáneas del parque de Yosemite y el río Columbia, En elegante sepia y negro, sobrias y espumosas, fueron clave en la implantación colectiva de la mitología del parque, además de decisivas para que Lincoln lo declarara en su día Parque Nacional. Fotos que pertenecieron al pintor Joaquín Sorolla y que ahora salen de su archivo para ver la luz.

Un simple click de cámara sirve también para acercar los dos lados del atlántico. Una muestra condensada y luminosa de la mejor fotografía latinoamericana se puede ver en Madrid, hasta el próximo 20 de julio.

JORGE MORLA, Madrid