Katia Loritz, la actriz alemana que nos deslumbró
La intérprete triunfó en la España de los cincuenta y sesenta con películas como 'Las chicas de la Cruz Roja' o 'Atraco a las tres'
La actriz Katia Loritz ha fallecido el pasado domingo 16 agosto en Madrid a los 83 años, victima de un cáncer de pulmón del que no quiso ser tratada. En el cine español de los últimos años cincuenta impresionó por su belleza en la película Manos sucias (José Antonio de la Loma, 1956). Aunque en blanco y negro, lucía un atractivo pelo rubio y, desde luego, un cuerpo despampanante como de actriz italiana o sueca de las que habían irrumpido no hacía mucho en el cine. Su provocadora manera de mirar a los hombres y aquel contoneo en el baile del pueblo o la manera de lucir joyas sobre un camisón en Manos sucias no tenían nada que ver con el timorato cine español de la época, aunque en él estuvieran ya María Martín, que actuaba en la misma película, Mercedes Vecino o, entre otras, nada menos que Carmen de Lirio.
Cuando Katia Loritz se instaló en España dos años después e intervino en la legendaria Las chicas de la Cruz Roja (Rafael J. Salvia, 1958) junto a Concha Velasco, Mabel Karr y Luz Márquez, el color descubrió sus ojos verdes, enormes y bellísimos, pero su personaje no fue en esta ocasión el de mujer pecadora sino el de una chica simpática aunque algo estirada, más cercana al prototipo de esfinge alemana. De hecho, Katia Loritz (Margrith Anna Loritz, su nombre auténtico), era alemana nacida en Suiza. Había estudiado arte dramático en Alemania y luego Bellas Artes en Italia. A ambas materias dedicó su vida, y siguió aplicando buena parte de su tiempo a la pintura. En los últimos años exponía con éxito su colorida obra.
El día de los enamorados (Fernando Palacios, 1959) Pescando millones (Manuel Mur Oti, 1959), Amor bajo cero (Ricardo Blasco, 1960), Melodías de hoy (Jose Maria Elorrieta, 1960), Mi calle (Edgar Neville, 1960), Don José, Pepe y Pepito (Clemente Pamplona, 1961) o Tu yo somos tres (Rafael Gil, 1962)fueron algunas de las comedias españolas en que intervino, alternadas con dramas históricos, El príncipe encadenado (Luis Lucia, 1960), policiales, A hierro muere (Manuel Mur Oti y Luis Saslawski, 1961), Rueda de sospechosos (Ramón Fernández, 1963) o El rostro del asesino (Pedro Lazaga, 1967), y hasta algún spaghetti western como Oeste Nevada Joe (Ignacio F. Iquino, 1964).Pero Katia Loritz permanecerá en la memoria, además de por Las chicas de la Cruz Roja, por el personaje que interpretó en Atraco a las tres (José María Forqué, 1962), que seduce con hábil picaresca al pánfilo empleado de banco que encarna José Luis López Vázquez. En todos esos personajes demostró un talento interpretativo que fue creciendo con el tiempo. La última ocasión en que apareció en el cine fue en un breve cometido como una enloquecida escritora alemana a punto de suicidarse en ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (Pedro Almodóvar, 1984), oportunidad que no desechó, aunque se sintiera ya retirada del mundo del cine y también del teatro. En este último había intervenido en algunas revistas musicales junto a Toni Leblanc, pero su valía pertenece al cine.
Babelia
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