Los pibes del Sur y la conciencia del ser
Ivanna y Lucía son dicharacheras. Vanessa Encinas, morena, callada, viste de negro, piensa mucho en donde y cómo vive, es voluntaria de biblioteca para leer gratis; quiere cambiar el mundo, mudarse de donde vive. Braian va a ser papá, curioso infatigable, quiere ser periodista. Hay mucho embarazo adolescente por aquí, cuentan. Ariel Passamani es hijo sufriente de separados, político, representante estudiantil, religioso, lo tiene todo para engatusar; Erik Schönburg es su sombra, introvertido, listo, imprescindible. Pasar unos días junto a adolescentes argentinos, entre 16 y 18 años, alumnos de secundaria como tantos del Cono Sur (Uruguay y Chile) basta para impresionar. Unos son de Lomas de Zamora; los otros de El Chaco, capital Resistencia, cuna de indígenas y anarquismo. Zonas díficiles, conurbación de Buenos Aires o provincia a muchas horas de camino más allá. Todos estudian ciclo de secundaria (cinco años) y piensan cómo y dónde está su futuro. Hablan de política, pobreza, sexo: "Esta zona de Lomas y Fiorito es la patria de Maradona, pero nadie ha hecho nada, ni de fútbol". El deterioro es grande, fuera y dentro. La crisis que se ceba. Villas y villeros, habitantes de chabolas con alambrada, cuatro paredes y un techo, la luz enganchada al mismo palo, el barro y la miseria que se pega a los zapatos cuando Vanessa regresa de noche a casa a través del laberinto. Biografías construidas en territorio de restricciones, maltrato y olvido de las instituciones. El papá de Vanessa trabaja en una curtimbre. Siete hijos. Ella no podrá ir a la universidad. Lo sabe. Lo dice. Muchos jóvenes deshacen su vida en las llamadas "esquinas", allí hablan, escuchan, compran y venden tiempo y droga; deambulan por el barrio, como haciendo zapping. Exploran la nada. Van al boliche y bailan. Pibes agrupados en tendencias, emos, floggers, cumbieros, rollingas; pibes sin techo; pibes demandantes, intolerantes a la frustración... Lo cuenta la ONG FOC, que crea Redes de Jóvenes, ayuda... Salir del descarte, se titula su libro. Pibes que se apoyan entre sí. Y su escuela en Lomas, la Unidad Académica Villaurbana. "Un espacio de libertad y placer", dice su director Rubén Rojas. "¡La pasamos bien!", confirman ellos. Todos hablan de su situación con un aplomo que maravilla. Lo que sueñan y hacen. Cómo se unen y se empeñan. Mensaje para iguales: "Ante todo estudiar y ser buenas personas".
Artículo 28 de la Convención sobre los Derechos del Niño
Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a la educación y es obligación del Estado implantar la enseñanza primaria obligatoria y gratuita, y fomentar el desarrollo, en sus distintas formas, de la enseñanza secundaria
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Educación
La educación primaria está casi generalizada en el Cono Sur. Pero no la secundaria, el 72% de los que la cursan y terminan procede de hogares no pobres. Completarla no garantiza la inclusión social, pero no terminarla es paso directo a la exclusión. La educación es una estrategia eficaz para romper el círculo de pobreza. Cono Sur. Pese a los progresos, unos 35 millones de niños entre 3 y 18 años están fuera del sistema educativo.
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