"No quiero que cada país negocie con EE UU la seguridad de la UE"
Puede que sean sus últimos días al frente de la cartera de Interior y Justicia de la Unión Europea si, finalmente, Franco Frattini acude a apoyar a su amigo Silvio Berlusconi y éste gana las elecciones legislativas en Italia el próximo abril. Pero antes quiere coronar lo que ha sido una constante durante su mandato: el incremento de controles de seguridad para los viajeros.
Frattini pondrá hoy sobre la mesa una ambiciosa propuesta para controlar con datos biométricos -huellas dactilares incluidas- a todos los ciudadanos que entren o salgan de la UE. De esos controles estarán exentos a los que Frattini considera "ciudadanos honestos", incluidos los europeos, que se beneficiarán de accesos rápidos en los aeropuertos mediante nuevas tecnologías como la lectura del iris. Ayer, durante una entrevista con varios diarios europeos, entre ellos EL PAÍS, Frattini, ferviente atlantista, expresó su enfado con las autoridades estadounidenses que negocian ahora bilateralmente país por país nuevos controles de seguridad para los viajeros después de que Washington y Bruselas cerraran el año pasado un acuerdo sobre la transferencia de datos de pasajeros tras meses de intensas negociaciones.
La UE propone hoy el registro en las fronteras con los datos biométricos
"Llevar o no policías en los aviones es competencia de cada Estado"
"No podemos aceptar que los visados se negocien país por país"
Los Estados del este de Europa, a cuyos ciudadanos Washington todavía exige visado -no a los del resto de la UE y Eslovenia- son los más proclives a aceptar las nuevas exigencias estadounidenses a cambio de concesiones en la política de visados. A Frattini le espanta la idea de que Washington ningunee a la Unión y juegue a la división. "EE UU le pide ahora a los Estados que den su visto bueno a un memorando sobre seguridad que a mí me deja perplejo".
Pregunta. El año pasado cerraron con EE UU un acuerdo para la transferencia de datos de pasajeros. Ahora Washington exige nuevas medidas de seguridad, como la presencia de policías armados en los aviones europeos, y ha decidido negociar con los Estados miembros saltándose a la UE. ¿Peligran las políticas europeas de seguridad y protección de datos?
Respuesta. No sólo eso. Estados Unidos le pide ahora a los Estados miembros que den su visto bueno a una modificación sobre las medidas de seguridad aprobadas el pasado agosto, lo que a mí me deja perplejo. Estuve hace cuatro días en Washington y se lo dije. Yo puedo aceptar que los socios europeos decidan si quieren o no llevar policías en los aviones, porque es competencia de cada país, pero es muy difícil aceptar que Washington negocie bilateralmente con los Estados miembros acuerdos de repatriación de gente que se queda ilegalmente en EE UU, porque esto es responsabilidad de la UE. Le he pedido al Departamento de Interior de Washington que tengan cuidado. Mañana me reuniré con los embajadores de la UE para advertirles de que tengan cuidado y transmitirles mi preocupación antes de que den una respuesta a las exigencias de Washington. Simplemente no lo aceptaré. Tengo que avisar a República Checa, a Hungría, a Estonia... a los países que están negociando bilateralmente porque si firman, estarán menoscabando a la legislación europea.
P. ¿Qué más exigencias quiere arrancar Washington a los países europeos?
R. Por ejemplo los visados. Es un tema de competencia europea y no podemos aceptar que lo negocien país por país. No pueden imponer a un país que cumplan requisitos para aspirar a la exención de visados. El tercer punto que me deja perplejo. Es imposible que meses después de negociaciones pidan ahora a los Estados nuevos datos, como los extraídos de países de fuera de la UE procedentes de terceros países
[para el caso de los vuelos desde Europa a terceros países que sobrevuelen EE UU]. La UE negoció con Washington un acuerdo precisamente porque reconocen que es un tema de competencia europea. Es simplemente imposible que meses después cambien de parecer y propongan acuerdos bilaterales de intercambios de datos. Si van más allá de lo pactado supondrá una violación clara de la legislación europea.
P. Desde el Parlamento Europeo se han oído voces críticas contra las medidas que propondrá mañana para fichar con datos biométricos a los viajeros de fuera de la UE.
R. Si invitas a alguien a tu casa, es normal que quieras saber quién es. Creo que mi paquete de propuestas es equilibrado. En Europa es muy difícil identificar a los inmigrantes ilegales porque se deshacen de sus pasaportes. Sólo se les puede identificar a través de la identificación biométrica y saber cuándo entraron y si se quedaron ilegalmente.
P. ¿No complicará demasiado la vida de los viajeros?
R. Habrá un sistema dirigido a la gente honesta como el que ya tienen en Londres Heathrow y al que los viajeros se podrán apuntar si quieren. Primero hay que apuntarse en un registro donde hay que dar los datos personales y biométricos. Después, cada vez que vas al aeropuerto se te abren las puertas sólo con leerte el iris. Otra idea que estamos estudiando es la del registro previo como ya hacen en Australia. Allí las compañías aéreas recogen los datos del pasajero antes del viaje y se emite una autorización.
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