Egipto espolea la protesta en Irán
Un muerto y varios heridos durante una manifestación en Teherán - Las fuerzas de seguridad ponen bajo arresto domiciliario a los líderes de la revuelta de 2009
Varios países de Oriente Próximo vivieron ayer manifestaciones a todas luces inspiradas en los recientes levantamientos populares de Egipto y Túnez. Desde Teherán a Saná, pasando por Manama, centenares de jóvenes desafiaron a la policía o los somatenes para dejar constancia de su descontento con el poder y reclamar Gobiernos representativos. En Irán, donde las autoridades han querido asimilar las revueltas árabes a la revolución islámica que les llevó al poder hace 32 años, los críticos del régimen volvieron a salir a la calle 14 meses después de que la represión acallara sus protestas. Al menos una persona murió y varias resultaron heridas en Teherán, confirmó anoche la agencia oficial Fars, que citó fuentes anónimas y responsabilizó a los opositores.
Detenido durante cuatro horas el cónsul español en Teherán
Decenas de manifestantes más fueron detenidos. "Según testigos, las fuerzas de seguridad han detenido a decenas de manifestantes en diversas partes de Teherán", informaba anoche Kaleme, la web del dirigente opositor Mir Hosein Musaví. Entre los detenidos estuvo también, durante cuatro horas, el cónsul de España en Teherán, Ignacio Pérez-Cambra. Un portavoz del Ministerio español de Exteriores indicó que el embajador iraní en Madrid había sido convocado para expresarle su malestar ante "un hecho muy grave" que se considera "inaceptable". Además, España ha suspendido la próxima visita de un alto cargo de Exteriores de Irán, informa Miguel González. Otra fuente oficial española añadió que las autoridades iraníes inspeccionaron el móvil del diplomático español para comprobar si se registraba algún llamamiento a la manifestación, una práctica que se ha repetido con otros diplomáticos occidentales y que España consideró una "violación" de tratados internacionales.
Miles de personas desafiaron la prohibición oficial y respondieron a la convocatoria "en apoyo de los pueblos de Egipto y Túnez", lanzada la semana pasada por el propio Musaví y por Mehdi Karrubí. Ambos siguen contestando la reelección del presidente Mahmud Ahmadineyad en las elecciones de 2009, que provocó la llamada revolución verde, pero no habían osado convocar una nueva protesta desde que el 11 de febrero del año pasado fracasara su llamamiento a manifestarse por el aniversario de la revolución. Durante los seis meses anteriores, cerca de 80 personas resultaron muertas, centenares heridas y miles detenidas en una ola represiva sin precedentes desde los primeros años de la República Islámica.
Ahora Musaví y Karrubí aprovechaban el entusiasmo con que el régimen ha abrazado las revueltas árabes para tratar de recuperar el ímpetu perdido, o al menos poner en evidencia el cinismo de los gobernantes. Desde que triunfara el levantamiento tunecino, muchos jóvenes iraníes han estado preguntándose ¿por qué Túnez pudo, pero Irán no? La respuesta la encontraron ayer. A diferencia de Túnez y Egipto, donde los militares decidieron no disparar contra sus ciudadanos, el monopolio de la fuerza en Irán lo ejerce la Guardia Revolucionaria, los temidos pasdarán, una suerte de ejército ideológico de probada fidelidad al régimen.
Muchos activistas criticaron que la convocatoria se hiciera con tanta antelación. "Les han dado suficiente tiempo para prepararse y abortar cualquier intento", aseguraba el pasado fin de semana una joven profesional que simpatiza con los reformistas. De hecho, las fuerzas antidisturbios esperaban a los manifestantes desde antes de las tres de la tarde y, de acuerdo con testimonios recogidos por las agencias de prensa, los agentes dispararon gases lacrimógenos para impedir que llegaran hasta la plaza de Azadí (Libertad). Milicianos basiyís en moto recorrían las calles.
"Sobre las cinco, cuando salía de mi trabajo en la zona de Fatemí, oí disparos. Algunas personas decían que habían sido al aire, otras que había heridos, e incluso muertos. Yo no lo vi, pero había bastantes antidisturbios", relató a este diario un joven ingeniero. Al principio los manifestantes se fueron congregando en silencio, pero poco a poco empezaron a oírse los gritos de "muerte al dictador" y "ya Hosein, Mir Hosein".
Las fuerzas de seguridad también rodearon los domicilios de Musaví y Karrubí para que no se unieran a la manifestación, según sus webs. Ambos dirigentes llevan en virtual detención domiciliaria desde 2009, pero el jueves las autoridades reforzaron la seguridad en torno a la casa de Karrubí y le cortaron el teléfono.
[La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, manifestó ayer "clara y directamente" el respaldo de Washington a los opositores iraníes y exigió al Gobierno de Teherán que garantice a sus ciudadanos las mismas libertades de las que ya gozan los egipcios, informa Reuters].
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