El presidente de EE UU que Hollywood quiere
El cine y la televisión idealizan al inquilino de la Casa Blanca en sus momentos de mayor tensión
El Despacho Oval es la oficina más cotizada en Washington, solo 44 hombres lo han ocupado en la realidad, pero la televisión y el cine se han permitido soñar con otras opciones como presidente de los Estados Unidos. En series o películas este personaje bien pudo haber librado la crisis del techo de la deuda estadounidense que finalizó el martes en el Congreso, pero los guionistas y realizadores han sido más ambiciosos y los han imaginado en guerras, ataques terroristas, conspiraciones políticas y hasta en invasiones extraterrestres.
En la televisión el presidente estadounidense ha sido personificado pocas veces, pero la mayoría de las series que lo presentan mantienen una estructura definida y bien moldeada sobre la vida del inquilino de la Casa Blanca, e incluso intentan retratar de una forma muy fiel la vida dentro del número 1.600 de la Avenida Pennsylvania. En el cine, los perfiles de los presidentes de Estados Unidos están menos delimitados, ya que los realizadores son más arriesgados en las situaciones que viven los jefes del Ejecutivo.
Cada producción tiene en su imaginario a hombres de distintas edades. Los hay jóvenes y mayores, en otras la multiculturalidad es un ingrediente, mientras que algunos soñaron con una mujer presidenta o anticiparon la elección de un mandatario afroamericano. Aquí te presentamos una selección de algunos de estos personajes de televisión y cine:
Los dramas
El ala oeste de la Casa Blanca (1999 a 2006). La serie de televisión de mayor duración sobre política de Washington presentó al presidente Josiah Bartlet, personificado por Martín Sheen, un demócrata de New Hampshire que consigue una amnistía para los inmigrantes ilegales, la paz entre Israel y Palestina, y cientos de nuevos trabajos. Es además un presidente que lucha contra la esclerosis múltiple, supera un atentado y el secuestro de una hija. Sheen le da un toque carismático al personaje que en su última temporada tiene un sucesor ideal, Matthew Santos.
Santos, un demócrata de Texas, es el personaje del actor Jimmy Smits que se enfrentó a cumplir con el perfil que los guionistas de la serie crearon inspirados en Barack Obama. Eli Attie, uno de ellos, comentó a The Guardian que el presidente Matthew Santos, un hombre latino perteneciente a una minoría racial y con poca experiencia en Washington, nació a partir del discurso de Obama en la Convención Demócrata de 2004 por el que tomó relevancia política en Washington. Santos se caracterizaba por dar discursos que emocionaban a sus seguidores.
Señora Presidenta (2005 a 2006). Geena Davis interpreta a Mackenzie Allen la primera presidenta de Estados Unidos que hereda el puesto cuando su antecesor Teddy Bridges muere. La autoridad de la jefa del Ejecutivo es cuestionada por sus colaboradores y los miembros del Congreso no solo por ser mujer, sino también porque no pertenece a ninguno de los dos partidos y se cataloga como independiente. Allen lleva, a los largo de las dos temporadas que dura la serie, problemas de Estados Unidos como un conflicto armado con Corea del Norte, al mismo tiempo que debe resolver sus problemas familiares en las habitaciones de la Casa Blanca.
Candidata al poder (2000). El actor Jeff Bridges es el presidente Jackson Evans en este thriller político en el que el vicepresidente muere y la nominación de la senadora Laine Hanson, interpretada por Joan Allen, para ocupar el puesto se complica cuando los enemigos políticos del jefe del Ejecutivo desvelan el turbio pasado de la candidata a la vicepresidencia. El filme retoma los escenarios más clásicos de la política en Washington y Bridges perfila a un líder bajo presión que busca conservar los ideales sobre la verdad y la justicia norteamericana. La historia retrata la complicada política alrededor de la Casa Blanca y el peso de los escándalos presidenciales.
Los mandatarios de acción
24 (2001 a 2010). Aunque la serie se concentra en las misiones de Jack Bauer como parte de un comando antiterrorista, varios presidentes intervienen a los largo de las 10 temporadas. David Palmer, el primer presidente afroamericano, interpretado por el actor Dennis Haysbert mantiene los valores patrióticos de Estados Unidos en toda la serie durante un periodo en el que supera un atentado por envenenamiento.
Aunque varios presidentes desfilan a lo largo de la serie, otro de los más recordados es Charles Logan. Caracterizado por Gregory Itzin, Logan es un republicano que hereda el puesto cuando su antecesor es víctima de un atentado terrorista. Como uno de los pocos presidentes republicanos presentados en la televisión se le muestra como un personaje villano que además se confronta con el héroe de la serie.
Independence Day (1996). En el cine, Bill Pullman interpreta al presidente Thomas J. Whitmore, quien debe enfrentar una invasión extraterrestre que se dirige directamente a Nueva York y Washington. En este filme, este personaje toma un papel fundamental como jefe de las fuerzas armadas que deben defender ya no solo a Estados Unidos, sino a todo el mundo de la invasión. En una escena, el presidente Whitmore pide a quienes combaten en el aire a los extraterrestres que conviertan el 4 de julio (día de la invasión) en una fiesta mundial y no solo estadounidense.
Air Force One, el avión del presidente (1997). Otra vez los rusos pero esta vez es Harrison Ford en el papel del presidente James Marshall quien los combate personalmente. En un viaje a Moscú, el famoso avión del Ejecutivo, Air Force One, es secuestrado por un grupo terrorista cuyo jefe lucha mano a mano con el mandatario de EE UU a quien se le ve incluso disparando con un rifle AK-47. Mientras la vicepresidenta Kathryn Bennett, interpretada por Glenn Close, debe decidir desde Washington las formas para salvar a Marshall y su familia. Fiel a sus apariciones en películas de acción, Harrison Ford se defiende con sus propias manos, en una actuación que difícilmente lograría cualquier presidente norteamericano.
Las comedias presidenciales
El presidente y Miss Wade (1995). Quizá la versión más rosa del líder de Estados Unidos que es interpretada por Michael Douglas, se trata del presidente Andrew Shepard a quien se le ve enamorado de una ecologista caracterizada por Annette Bening. Al mandatario no solo se le observa en medio de la trama amorosa, sino también entre la política de Washington y la tensión dentro de una reelección presidencial. El presidente de Douglas, aunque idealizado, mantiene las características de su trabajo y su cercanía con el equipo de la Casa Blanca que regularmente tienen los jefes del Ejecutivo reales. El guionista de esta película, Aaron Sorkin, es el mismo que cuatro años más tarde escribiría El ala oeste de la Casa Blanca.
Mars Attacks (1996). El director Tim Burton pensó en Jack Nicholson para su sátira sobre la invasión de los marcianos a la tierra, así el presidente James Dale recibe con un poco de escepticismo la visita de los extraterrestres verdes de ojos grandes y saltones. Debido al género de este película, el inquilino de la Casa Blanca trata de imitar el patriotismo que siempre ha rodeado a Estados Unidos hasta el punto de exagerarlo, aunque no deja de lado un destello de ambición y sarcasmo que caracterizan las actuaciones de Nicholson.
Dave, presidente por un día (1993). Un reemplazo del presidente es Dave Kovic en esta película de Kevin Kline donde un ciudadano común pero con un parecido físico al jefe del Ejecutivo de Estados Unidos es contratado por el personal de la Casa Blanca cuando el presidente original sufre un ataque y está en coma. El perfil de este personaje es similar al del estadounidense promedio a quien le ocurre algo fuera de lo usual, por lo que sus decisiones son cercanas a las de la gente. El retrato es el de alguien alejado de la política de Washington y preocupado, por ejemplo, sobre temas más cercanos a la gente como el desempleo.
Los presidentes históricos
Nixon (1995). Oliver Stone llevó la biografía del expresidentes Richard Nixon a la pantalla grande pero no se limitó a mostrar la historia del escándalo de Watergate, que lo llevó a dimitir en 1973. Nixon el niño y después el político, personificado por Anthony Hopkins, son parte del recorrido que este filme ofrece para ampliar más el retrato de este presidente republicano vinculado a la corrupción de la capital de Estados Unidos y cuya dimisión revindicó a la política norteamericana.
13 días (2000). La crisis de los misiles en Cuba en octubre de 1962 contada en 145 minutos es el resultado de esta película en la que John F. Kennedy, caracterizado por el actor Bruce Greenwood, es mostrado en uno de los momentos más críticos de la Guerra Fría. El filme está basado en el libro The Kennedy Tapes y muestra la influencia de Robert, el hermano de JFK, en la toma de decisiones de la Casa Blanca, así como la cercanía del asesor Kenny O'Donnell, interpretado por Kevin Costner, con este presidente. Los hechos más importantes que rodearon a la crisis con la Unión Soviética están plasmados en el guión, como el discurso del Adlai Stevenson, representante de EE UU ante la ONU, y la comunicación con el líder soviético, Nikita Khrushchev.
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