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Reportaje:

Las píldoras envenenadas de Eminem

El 'rapero' de los 65 millones de discos rompe cinco años de silencio con 'Relapse' - El álbum evoca su batalla con las drogas y su fascinación por los asesinos en serie

Diego A. Manrique

La situación: el hip-hop estadounidense lleva un periodo con la autoestima (es decir, la cuota de mercado) baja. La solución: aquí llega Eminem al rescate, con su primer nuevo disco en cinco años, Relapse (Aftermath / Universal), con las píldoras, las cápsulas y las recetas como argumentos iconográficos. Ocurre que Eminem es el más visible de los raperos, idolatrado por el público blanco y -rara ocurrencia- respetado por consumidores y artistas negros con su pirotecnia verbal.

Relapse tiene todas las garantías: la mayoría de los temas están producidos por Dr. Dre, el más valorado de los creadores de beats, que inauguró el filón del gansta rap con su grupo NWA. Además, Relapse ofrece las diversas facetas de Eminem: los relatos autobiográficos, las fantasías con celebrities, las barbaridades de Slim Shady, su álter ego desatado. Eminem tiene un flow magnetizante e indudables dotes como rimador, pero todo pivota sobre su capacidad para crear personajes odiosos.

Todo pivota sobre su capacidad para crear personajes odiosos
En los piques nunca se achica: se define como un "Picasso con hacha"

En el circo mediático de Estados Unidos, Eminem desempeña un doble papel. Para los sectores conservadores, es una de tantas pesadillas conjuradas por la popularidad del hip-hop, con el agravante del color de su piel: todos sus discos llevan la etiqueta que avisa de su contenido explícito. Al mismo tiempo, ejerce de agresivo bufón para los que saben ver más allá de las palabrotas. En ambos casos, se beneficia de la eterna fascinación de la América de clase media por lo que allí se denomina white trash (basura blanca), familias desestructuradas que airean sus conflictos en la televisión, en la prensa barata o incluso en discos millonarios.

Relapse (Recaída) no decepciona: entre otras temáticas, ofrece crónicas de la lucha de Eminem contra la adicción a las drogas de farmacia, una debilidad que -naturalmente- atribuye a su madre (My mon). En las entrevistas y en algunos cortes del disco, el artista cuenta sus sobredosis de metadona, su programa de recuperación, sus buenos propósitos. Quedan aparte las drogas recreativas: Relapse contiene dos odas a la marihuana.

De fondo, un trauma emocional: asegura que el asesinato en 2006 de su amigo Proof, su introductor en los ambientes raperos de Detroit, le provocó un bloqueo creativo del que salió dos años después gracias a la terapia de Dr. Dre, que transformó sus torrenciales rimas en canciones. De resultas, ha acumulado abundante material en el congelador, destinado a un segundo volumen de Relapse, que podría editar antes de que acabe el año.

Hay una pequeña diferencia entre Relapse y las habituales confesiones de estrella rehabilitada y es que Eminem insiste en sus parrafadas ofensivas. Aunque viva en Detroit, lejos de Hollywood, el rapero habita mentalmente en el planeta de las celebridades: imagina humillar y / o matar a Mariah Carey, Lindsay Lohan, Britney Spears, Madonna. Cualquier sentimiento de empatía sigue resultándole extraño: en Medicine ball se burla cruelmente de Christopher Reeve, el actor de Superman que pasó sus últimos años en una silla de ruedas.

Estamos ante una de las razones del éxito de Eminem: comparte las referencias (sub) culturales de sus oyentes. En Relapse hay muestras de su última pasión: los serial killers, tanto los reales como Hannibal Lecter y otras criaturas de ficción. Se ha apuntado a la muy estadounidense obsesión por esas mentes criminales, ciudadanos que mantienen una fachada de normalidad que les permite desarrollar su carrera de asesinatos. Un tipo de antihéroe que sirve para proyectar los más oscuros deseos. Como dice el autor, "hay un Slim Shady en todos nosotros".

Una cosa es la repugnancia ante su personaje; otro asunto es el reconocimiento de sus habilidades. Emimem forjó su arte como rapero en las batallas de gallos, tal como retrataba Curtis Hanson en Ocho millas, su película biográfica. Se pateó el underground buscando todo tipo de oportunidades: incluso llegó a colocar una de sus primeras grabaciones en un recopilatorio de latin hip-hop (olvidemos que se llama realmente Marshall Mathers). En 1997 cuando fue fichado por Interscope, ya tenía el culo pelado.

Bien aconsejado, ha sabido sortear los escándalos generados por su voluntad de ultrajar y provocar. Denunciado por homofobia, tapó la boca a sus críticos al actuar con Elton John y producirle. Se ha implicado en abundantes piques con otros artistas. Nunca se achica: se define como un "Picasso con hacha".

En el mundo de Eminem, todo es espectáculo. Cuando acontece algo irremediable, se difuminan las responsabilidades. Relapse está dedicado a su fallecido colega Deshaun Holton, alias Proof. Cualquiera podría creer que Proof fue una víctima casual de la violencia. En realidad, no era un inocente: provocó un tiroteo por una discusión alrededor de una mesa de billar en un local nocturno. Proof decidió zanjar el conflicto sacando la pistola y mató a su oponente. A continuación, fue tiroteado por un primo del difunto, que trabajaba en el club. Eminem nada tiene que decir sobre una cultura que coloca el "respeto" por encima de la vida.

Vídeo: AFTERMATH / INTERSCOPE

Una vida de rimas salvajes

- Marshall Bruce Mathers III nació en Kansas City en 1972 y pasó su infancia entre esa ciudad y Detroit. Su nombre surge de la unión de sus dos iniciales: em & em (M y me en inglés).

- Empezó a rapear con cuatro años. En sus letras hay constantes ataques a su madre (que lo tuvo a los 15 años) y a su mujer, Kim, con la que se ha casado dos veces, y divorciado otras dos. Tiene una hija, Hailie Jade.

- En febrero de 2006 superó los 65 millones de discos vendidos en todo el mundo con sólo cinco álbumes. El más famoso de ellos es The Eminem show (2002).

- Ha ganado nueve premios Grammy y el Oscar a la mejor canción con Lose yourself, el tema de la película semibiográfica 8 millas, que él mismo protagonizó.

- El pasado mes de octubre publicó un libro de memorias, The way I am. La mayor parte de sus páginas eran fotos.

- Ha atacado en sus vídeos a Michael Jackson, George Bush...

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