Una historia verdadera
Tomando como punto de partida la novela autobiográfica homónima de Tobias Wolff, publicada en castellano por la editorial Alfaguara en una buena traducción, el realizador escocés Michael Caton-James ha hecho una cuidada adaptación que se sitúa entre sus mejores trabajos rodados para la industria cinematográfica norteamericana.Narrada desde el punto de vista del joven Toby, entre los 15 y los 17 años, subrayado con una leve voz de fondo, tras una leve exposición, donde se pinta la mala situación económica en que vive con su separada madre, la historia se centra en las relaciones entre el muchacho y su terrible padrastro, al que su madre soporta por ser la única posibilidad que encuentra para no caer en la miseria.
Vida de este chico
Director: Michael Caton-James.Guionista: Robert Getchell. Fotografía: David Watkin. Música: Carter Burwell. Estados Unidos, 1993. Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Ellen Barkin, Robert de Niro. Estreno en Madrid: Imperial, Pompeya, Duplex, Albufera.
El atractivo de Vida de este chico reside en que Michael Caton-James, apoyándose en un sólido guión de Robert Getchell, ha sabido conservar y recrear el claro tono de historia verdadera que tiene la novela original como si estuviese contando su propia vida de adolescente. Y también en que con muy pocos elementos, pero que varían en la misma medida que lo hacen los personajes, ha sabido dar la evolución de un mal estudiante, de un mucha cho sin el menor porvenir, al comprobar que si sigue por ese camino acabará convirtiéndose en alguien muy parecido a su de testable padrastro.
Triángulo
En realidad, la película se reduce a un complejo triángulo entre el muchacho, su madre y su padrastro, donde los restantes per sonajes sólo actúan como caja de resonancia de sus acciones y, al quedar la madre voluntariamente en un acomodaticio segundo plano, a un duelo entre el ambicioso joven y su fracasado nuevo padre. Situada a finales de los años cincuenta en Concrete, un perdido pueblo del Estado de Utah, con una sólida ambienta ción apoyada en canciones y programas de televisión de la época.Si Vida de este chico no es una película más sólida sólo se debe a que hay un evidente desequilibrio en el duelo, interpretativo entre el joven Leonardo DiCaprio y el veterano Robert de Niro. Mientras Leonardo DiCaprio hace un excelente trabajo, en todo momento es Tobias Wolff y resulta fácil identificarse con él, Robert de Niro está excesivo, como le ha ocurrido últimamente en más de una ocasión, en su papel de hombre amargado que no soporta que alguien consiga de la vida algo que él no ha podido obtener. Y entre ambos se mueve con su habitual soltura Ellen Barkin, una actriz que sabe imprimir gran fuerza a un amplio registro de personajes.
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