El español cotiza en Bolsa
Un estudio constata el empuje de la lengua en todo el mundo y su creciente peso económico
Ni los idiomas ni la cultura empujan el Dow Jones arriba o abajo. Pero si Telefónica, una multinacional española, juega en la primera división bursátil (o sea Nueva York) es también gracias a un idioma que le ayudó a hacer negocios fuera de su país de origen. "Sin el español no estaríamos entre las primeras operadoras del mundo", admitió ayer con claridad Javier Nadal, vicepresidente de la Fundación Telefónica.
Este reconocimiento está detrás del apoyo financiero de la compañía a los estudios que evalúan el peso económico de una lengua hablada por más de 400 millones de personas, como el presentado ayer: El español. Lengua global. La economía, publicado por el Instituto Cervantes y Santillana [que pertenece al Grupo PRISA, editor de EL PAÍS]. Gracias a esta lengua común fue posible la expansión de industrias culturales, recordó Emiliano Martínez, presidente del Grupo Santillana.
El idioma avanza en las aulas de Europa pero no en las instituciones
¿Y cuánto vale un idioma? "Es un activo inmaterial cuyo valor aumenta conforme crece el número de quienes lo hablan", señaló José Luis García Delgado, catedrático de Economía Aplicada y uno de los directores de la obra. El reto del español, plantean los autores, radica en su difusión como segunda lengua y en su consolidación en ciertos foros institucionales. "Merece ser considerado una cuestión de Estado y estar por encima del pugilato de los partidos", defendió García Delgado.
En la evolución estadística hay cifras para un optimismo contenido. Por ejemplo: 237.000 estudiantes del ELE (Español como Lengua Extranjera) generaron 463 millones de euros en 2007 (frente a 130.000 alumnos y 255 millones en 2000). "No son desdeñables, aunque están lejos de suponer un volumen de negocio que pueda transformar y servir de motor a un país o una región, salvo que, como en Salamanca, exista una concentración muy fuerte", plantean los investigadores.
Paradójicamente en Europa el español avanza en las aulas y retrocede en las instituciones. "Hemos desplazado como segunda lengua al alemán y el francés, y eso contrasta con la pérdida de posición o no ganancia en determinados foros institucionales", comparó García Delgado.
La directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, explicó que están presionando para evitar el arrinconamiento del español en el ámbito comunitario. El último episodio ha sido a cuenta de la creación de la patente única europea, que solo se registraría en inglés, francés o alemán.
Unas barreras institucionales que no existen, por el contrario, en países como Brasil, que ha incorporado la enseñanza del español a su ciclo medio. "Comparto la idea de que el español debería ser un tema de Estado", indicó Enrique Iglesias, secretario general iberoamericano.
Una de las novedades del libro, que sintetiza trabajos de investigación anteriores, es el análisis del valor económico de las industrias culturales en español. Los profesores Manuel Santos Redondo y Manuel Moisés Montás estiman que, en 2007, contribuyeron con 31.737 millones de euros, lo que supone un 3,3% del PIB. Los investigadores añaden cálculos provisionales para 2008 (32.816 millones) y 2009 (31.635 millones), "marcados por la crisis económica".
Lo que dan las industrias culturales
- Artes escénicas. 1.404 millones de euros (representó un 0,15% del PIB en 2007). En 2009 se celebraron 71.104 funciones de teatro, danza y ópera por las que pasaron 18 millones de espectadores.
- Música. El valor económico de la música en español grabada y en vivo ascendió a 1.609 millones de euros en 2007.
- Cine. Representó el 0,37% del PIB en 2007 al alcanzar los 3.540 millones. Ese año El orfanato recaudó 57,6 millones de euros, el 52% fuera de España.
- Libros. Su valor fue de 5.426 millones en 2007 (0,57% del PIB). Ese año se editaron 57.299 títulos en español, que es la sexta lengua más traducida.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.