Innovación de segunda mano
El artista londinense Haroon Mirza gana un prestigioso reconocimiento con una obra realizada a partir de objetos comprados en mercadillos y en Ebay
Un muñeco de Playmóbil disfrazado de indio. Una batería. Una moneda de Japón de 1626. Un premio al mejor artista del norte de Inglaterra de 16.500 libras (unos 19.000 euros). Son algunos de los objetos que se pueden encontrar en Ebay. Bueno, lo del galardón no es exacto: lo que sí se puede hallar en la página web de subastas más famosa del mundo son utensilios como los que le sirvieron al joven (33 años) londinense de origen paquistaní Haroon Mirza para realizar Anthemoessa, obra que le ha permitido ganar el Northern Art Prize.
Radios antiguas, televisiones vintage, grabadoras de vinilos. Internet y las tiendas de segunda mano son el almacén perfecto para la materia prima que Mirza necesita para sus obras. En el fondo el artista no difiere mucho de tantos aficionados y coleccionistas que buscan chollos y tesoros perdidos en los rincones escondidos de un stand o de la Red. "Puedes encontrar de todo y no hace falta que siempre acudas con una idea muy clara. A veces busco algo en particular, pero en otras ocasiones solo echo un vistazo. Me gusta que les ofrezcan una segunda oportunidad a los objetos", cuenta por teléfono desde Sheffield, donde vive.
El paso siguiente, convertir la mezcla de esos objetos en una obra de arte, sin embargo no es tan inmediato. Hace falta talento. Mirza se hace el modesto: "Sí, es cierto. Pero también hace falta suerte, y que la gente reconozca tu trabajo". Admite, por otro lado, que "cuando empecé, entre 2005-2006, no había casi nadie que hiciera lo mismo". Innovación y segunda mano. Un oxímoron que Mirza ha sabido convertir en la clave de su éxito.
Pero Anthemoessa, según su creador, es más de las radios, las grabadoras, las proyecciones de varios filmes, el cuadro de 1888 de Edward Armitage La sirena y algunos sonidos distorsionados que las componen. El nombre se refiere a la isla que según la mitología griega hospedaba las sirenas, que con su canto y su belleza atraían a los marineros hasta que su barco no se estrellara contra los escollos. Mirza afirma que la instalación quiere transmitir un mensaje: "El elemento principal es el acústico. Reúne el canto de las sirenas mitológicas, el sonido de una sirena real (es decir, parecida de cierta manera a la de las ambulancias) y el llamamiento a la oración del Islam. En definitiva, es una llamada a la muerte".
Ideas, creatividad, Ebay. ¿Y si la crisis también hubiese jugado su papel? Tal vez, al poner a los artistas contra las cuerdas, la recesión los obliga a tirar de su fantasía. "Es totalmente cierto. Muchas veces a lo largo de la historia, una época de gran desarrollo artístico ha coincidido con un período de recesión. Aunque desde el punto de vista económico no me ha afectado mucho: no tenía dinero antes y no lo tengo tampoco ahora. Antes estaba dispuesto a trabajar con el riesgo de no obtener nada a cambio, y ahora también", asegura Mirza. Lo que ahora tiene son un reconocimiento prestigioso y 16.500 libras más. ¿En qué se las gastará? "Invertiré en mis obras. Ahora tengo más responsabilidad, me toca trabajar más". En las tiendas de segunda mano de Sheffield ya se frotan las manos.
Babelia
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