Frederic Amat ilustra la sensualidad y dureza de 'Las mil y una noches'
El artista ha creado 260 dibujos para el libro
La magia, la fantasía, la tragedia y el amor que desprenden los cuentos de Las mil y una noches asaltaron al pintor Frederic Amat (Barcelona, 1952) y le llevaron a crear un tapiz de imágenes para la edición de Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores, traducida por Juan Vernet. La obra, que cuenta con 260 ilustraciones, se ha dividido en tres volúmenes con más de 3.000 páginas y la propuesta del pintor es la de tratar de "iluminar" las noches de relatos de dibujos, para los que ha empleado una técnica mixta en color y blanco y negro.
Amat considera el texto como "un imán por su magnetismo y su capacidad de disolución entre la frontera de lo real e imaginario. Eso me ha permitido mantener un diálogo constante entre la realidad de la apariencia y la apariencia de lo real". Ayer se presentó en Madrid el primer volumen de esta magna obra. En enero se editará el segundo y en primavera el tercero.
El pintor, grabador y escenógrafo fue arrebatado por el texto desde la infancia, lo que le ha posibilitado bucear en la noche a través de Scherezade y lograr descubrir un mundo impregnado de fábulas, erotismo y amor. "Las mil y una noches es un libro de heroínas, aunque en la versión occidental se realzan los personajes masculinos y en los dibujos aparece a través de trazos caligráficos. He tratado de huir del falso orientalismo de anteriores ediciones", apunta el pintor.
En los dibujos, según explica su autor, "está desde lo que ha ocurrido hace poco en París o lo que está ocurriendo ahora en Irak, como la destrucción de la Biblioteca de Bagdad, donde, por cierto, se perdió un ejemplar de Las mil y una noches. Está todo lo que ha surgido de mi dietario y de mis reflexiones". El libro, traducido por primera vez en 1704, con una primera versión al francés de Antoine Gallard, se inicia cuando Scherezade, hija del visir, decide narrar un plan para evitar que el sultán Schahriar mate cada noche a una mujer, creyendo que todas las mujeres son infieles. Cada noche le narra un cuento con la promesa de que la noche siguiente continuará.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.