Editores electrónicos sin mala conciencia
Un grupo de sellos independientes lanza la plataforma librosinlibro.es
El mercado del libro electrónico en España es una nuez que representa el 1% del negocio total pero que produce un ruido mucho mayor que su tamaño. Después de años de anunciar la revolución digital, las causas de su retraso se resumen en tres: la escasa oferta de contenidos, su alto precio y las dificultades técnicas que conllevan las descargas legales.
Ese es el diagnóstico que hace el grupo de editores que acaba de lanzar librosinlibro.es, una plataforma digital que agrupa a 13 sellos independientes. En un gremio en el que los apocalípticos y los resignados son mayoría, los impulsores de la nueva iniciativa han decidido apostar sin mala conciencia por el formato digital. Coincidiendo con la celebración de la Feria Internacional del Libro (Liber), Eduardo Riestra (Libros del Viento, de A Coruña), Jesús Egido (Rey Lear, de Madrid) y José Ángel Zapatero (Menoscuarto, de Palencia) presentaron librosinlibro.es con una solución para cada uno de los problemas del libro digital en español.
Oferta escasa, trabas técnicas y alto precio impiden el despegue del nuevo formato
Pérez Rubalcaba prometió en Liber que el IVA del libro digital bajará al 4%
A la escasez de contenidos contraponen una oferta de 70 títulos -a final de año esperan alcanzar los 200- que incluye a clásicos como Chéjov, Kipling, Galdós o Rimbaud y a autores contemporáneos como Julio Camba, Ángel Vázquez, Óscar Esquivias y Gonzalo Calcedo. La desconfianza de muchos agentes, indica Riestra, hace que no haya disponibles legalmente tantos títulos como debería. El editor gallego recuerda todo un símbolo: Carmen Balcells: "Guardarse los derechos digitales de un autor es una deslealtad hacia los sellos que han editado en papel a sus autores", dice Egido. "No faltan los agentes tentados de convertirse en editores para mantener el negocio". La nueva plataforma paga a los autores el 40% en derechos. En el caso del papel ese porcentaje se mueve entre el 7% y el 10%.
Mediante acuerdos ya cerrados con la Casa del Libro y Fondo de Cultura Económica y "conversaciones" con Amazon, Apple -el último gran revulsivo-, las bibliotecas públicas y la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL), los editores independientes pretenden asentarse en el mercado digital en español, "antes de que vengan de Corea con la tecnología a pedirnos el catálogo".
Para los responsables de la nueva plataforma, los problemas a la hora de descargar un libro comprado legalmente suelen venir de la fijación por la piratería. "Los anticopia entorpecen el proceso", afirma Riestra. Los títulos de librosinlibro pueden descargarse cinco veces desde la web y copiarse indefinidamente en cualquier dispositivo dado que carecen de DRM, el sistema anticopia más habitual. "El enemigo del libro de papel no es el digital sino la falta de lectores. En España, los índices de lectura son bajísimos".
La obsesión de la piratería, parece, no va con ellos: "Hay que dejar de pensar en el usuario como en un pícaro que quiere rompernos el escaparate. El exceso de celo para que no nos violen terminará haciendo que no nos saquen a bailar". En su opinión, "el mayor dispositivo anticopia es un precio asequible". Algo que Jesús Egido pone en números: "Un libro electrónico nunca debería valer más de la mitad que su versión en papel". Para los editores, el precio es realista teniendo en cuenta que, afirman, digitalizar un libro cuesta unos 60 euros mientras una edición de 2.000 ejemplares de un libro de 200 páginas anda por los 3.000 euros.
A ello habría que sumar la desaparición de intermediarios y las mutaciones en la cadena del libro: agentes convertidos en editores, editores convertidos en libreros y revistas convertidas en librerías -ahí está el portal Sigueleyendo y sus relatos a un euro-. Aunque los responsables de librosinlibro confían en la pervivencia del librero "como prescriptor", su presentación coincidió con el anuncio de CEGAL de una bajada del 6% de las ventas en librerías durante el año pasado.
También ayer fue el día elegido por Alfredo Pérez Rubalcaba para visitar Liber y anunciar su compromiso de imponer al libro electrónico el IVA superreducido del 4%. El candidato socialista afirmó que el actual tipo del 18% "perjudica la tarea de los editores" y recordó que tendrá que defender su propuesta en Europa, informa Eva Sáiz. No obstante, el deseo de Rubalcaba fue ya una realidad. Eso sí, fugaz. En diciembre de 2009 la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, anunció que el libro digital pagaría el mismo IVA que su versión en papel. Cuatro meses más tarde el Ministerio de Hacienda anulaba dicha decisión por considerar que la descarga es "comercio electrónico", algo a lo que según una directiva europea de 2006 no puede aplicarse el tipo superreducido. De ahí que Rubalcaba se encomiende a Europa.
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