El alcalde de Miami Beach justifica su plan de verano para los sin techo: “No confundan nuestra compasión con debilidad”
La Operación prohíbe dormir al aire libre, alegando proteger a esta población vulnerable del calor y las tormentas de la temporada de huracanes, pero los críticos dicen que criminaliza el hecho de no tener casa
En Miami Beach en agosto no podrá dormir nadie al aire libre. El nuevo plan para los sin techo de la alcaldía de esta localidad, llamado Operación Calor de Verano, fue anunciado esta semana y, según el texto de la resolución, busca proteger a esta población vulnerable del calor extremo de estas fechas y también de las tormentas de la temporada de huracanes. Para lograrlo, la ciudad ha lanzado esta iniciativa, en colaboración con servicios de ayuda a los sin techo, refugios, proveedores de atención sanitaria y la policía. Las voces críticas de la medida, sin embargo, dicen que significa una criminalización injusta del hecho de no tener casa.
Buscando un balance entre la solidaridad y la mano dura, el alcalde, Steven Meiner, hizo hincapié en la compasión y la empatía como motivación del plan, que incluye la prestación de servicios sociales como la acogida en albergues, la reunificación familiar y la ayuda para la identificación, pues muchos han perdido sus documentos. Pero acto seguido aseguró que detrás del programa está la determinación de ser fuertes frente al crimen y la seguridad pública. “No confundan nuestra compasión con debilidad”, dijo, justificando los dos mensajes aparentemente contradictorios.
La iniciativa autoriza a los cuerpos de seguridad a que desalojen a la fuerza las aceras, los parques y las playas de la zona, con un enfoque particular en la gente que busque pasar la noche en estos espacios. Con otro comentario paradójico, Meiner buscó explicar la lógica detrás del plan. “Los espacios públicos son para el público, punto. No debería haber una persona en la propiedad pública”, agregó, reforzando la estigmatización de la población sin hogar.
Miami Beach tiene aproximadamente 154 personas sin techo, según el último censo, pero solamente maneja 86 camas en albergues, todas además ubicadas fuera de la localidad. Más aún, según críticos, esas camas no siempre están disponibles. Como si fuera poco, las personas sin hogar muchas veces rechazan la plaza en los refugios porque en ocasiones estos los obligan a deshacerse de sus pocas posesiones o los dejan muy vulnerables a robos.
A pesar de que el alcalde Meiner asegura que la ciudad puede atender a las personas sin techo, este desface entre la población sin techo y las camas disponibles, pone en duda la capacidad de albergar a las personas retiradas de los espacios públicos. Ante esto, el programa señala que si bien el primer paso es ofrecer y trasladar a las personas desalojadas a algún albergue, eso es solo el comienzo; la idea es que rápidamente puedan conseguir las herramientas para avanzar al “siguiente capítulo de su camino”. Sin embargo, si la persona rechaza la opción del albergue, por la razón que sea, podrían ser arrestados.
Precisamente, el programa ha sido anunciado en un clima turbulento a nivel local y nacional alrededor del tema de las personas sin hogar, instigado por la decisión de finales de junio del Tribunal Supremo que permite a las ciudades detener a personas sin hogar por dormir en público. En Miami Beach desde octubre existe una prohibición que permite el arresto inmediato por dormir en público si el individuo opta por no ir a un albergue. La norma estipula 60 días en prisión y una multa de 500 dólares. La Operación Calor de Verano, entonces, es un refuerzo expreso para aplicar esta ley, a pesar de que los arrestos ya han aumentado en los últimos meses. El 40% de los arrestos en Miami Beach son a personas sin hogar, aunque estos solo representan a menos del 1% de la población.
Una ley similar firmada por el gobernador Ron DeSantis entrará en vigor en octubre de este año. La norma prohíbe que las ciudades y condados de todo el Estado permitan a las personas dormir en público. Esencialmente, criminaliza no tener casa, haciendo todavía más difícil conseguir un techo en primer lugar.
Los defensores de los derechos de las personas sin techo han pedido un cambio de enfoque hacia el problema. Aseguran que los recursos que se usan para arrestar a personas sin techo, podrían ser usados para combatir crímenes serios. Y abogan por ofrecer un techo permanente desde el principio, lo que, insisten, implica un menor gasto a largo plazo y es más efectivo en la reinserción social y laboral de esta población.
El lunes, mientras se anunciaba el programa en el City Hall de Miami Beach, se podía escuchar a los manifestantes fuera gritar: “¡Ser pobre no es un crimen!”. El alcalde Meiner les contestó. “Eso es absolutamente verdad. Pero estamos ofreciendo ayuda, y vamos a proteger a nuestros residentes. Vamos a proteger la seguridad pública en esta ciudad”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.