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TRUE CRIME

‘This is not Hollywood’, el retrato sensible de un asesinato mediático que estremeció a Italia

La serie de ficción reconstruye el asesinato de la joven Sarah Scazzi, que en 2010 puso Avetrana, un pequeño pueblo del sur de Italia, bajo el foco de los medios

Un fotograma de la serie 'This is not Hollywood'. Federica Pala (izquierda) interpreta Sarah Scazzi y Giulia Perulli da vida a Sabrina Misseri.
Un fotograma de la serie 'This is not Hollywood'. Federica Pala (izquierda) interpreta Sarah Scazzi y Giulia Perulli da vida a Sabrina Misseri.Qui non è Hollywood
Clara Angela Brascia

Durante el verano de 2010 en Avetrana, un pueblo en el sur de Italia, no pasaba nada. Hasta que el 26 de agosto Sarah Scazzi desapareció. La joven, de 15 años, tenía una cita con su prima para ir a la playa con los amigos, pero nunca se presentó ni volvió a su casa. Empezó una búsqueda frenética que duró cinco semanas durante las cuales Avetrana (con una población de apenas 6.000 habitantes) se convirtió en un circo mediático sin precedentes. La miniserie This is not Hollywood (Esto no es Hollywood, en Disney+) empieza así: con las hordas de periodistas y turistas que tomaron de asalto el pequeño pueblo de Puglia conmocionado por la desaparición de la joven. Lo que al principio parece ser una huida inocente se transforma en el crimen que desconcertó a Italia entera ese verano, y en los meses a seguir.

Una de las muchas personas que pasó semanas enganchada a las noticias sobre la búsqueda de Sarah fue Pippo Mezzapesa (Bitonto, 44 años), el director de la serie. Como millones de italianos, estaba de vacaciones en la playa cuando la cara pequeña y rubia de Sarah Scazzi empezó a aparecer en periódicos y telediarios. “Al final, es por esto que el caso de Sarah ocupó tanto espacio en la prensa nacional. El país entero estaba distraído hasta que toda la atención se concentró sobre Avetrana. Y lo que tenía que ser una pequeña historia se convirtió en el caso más mediático de todos”, cuenta en conversación telefónica.

Tan mediático que durante las cinco semanas que duró la búsqueda de Sarah los medios invadieron la localidad y prescindieron en muchas ocasiones de ética periodística, como pasó en España con el caso de las niñas de Alcàsser. Su prima, Sabrina Misseri, se convirtió en la protagonista de las tertulias y los directos desde las calles de Avetrana. Acompañada de su padre, Michele, y de su madre, Cosima Serrano, Sabrina aprovechó cada oportunidad para hacer llamamientos a los secuestradores de su prima para que le dejaran volver a casa. Durante semanas, los medios contaron el dolor de una familia impaciente de reencontrar a su pequeña, y nadie podía imaginar que el responsable se escondía más cerca de lo que creían.

El apogeo de ese circo mediático se alcanzó el 6 de octubre, exactamente 42 días después de que Sarah Scazzi desapareciera. Su tío, Michele Misseri, confesó el asesinato y haber escondido el cadáver en el campo, en un pozo. Mientras la policía lo interrogaba, en la tele pública se estaba transmitiendo en directo una entrevista con la madre de la joven, Concetta Serrano, desde la casa de los Misseri. Y fue así, en directo y frente a millones de espectadores, que Concetta se enteró de que habían encontrado el cadáver de su hija.

Esa noche fue solamente el comienzo de una espiral de terror que acabaría en los meses siguientes con la detención también de Sabrina, la prima que Sarah consideraba una hermana. Su padre, que cambió de versión decenas de veces, llegó a confesar que fue Sabrina quien mató a su prima con la ayuda de la madre, Cosima. El móvil fue la envidia que sentía por la joven, que había llamado la atención del chico que le gustaba. “Lo que más me inquietó fue el hecho de vivir tan cerca, conocer perfectamente esas dinámicas, y sentir que algo tan inquietante, que luego se volvió terrible, hubiera ocurrido a dos pasos de casa, en un pueblo que perfectamente podría haber sido el mío”, explica Mezzapesa, que nació y vive en la misma región, a solo 150 kilómetros de Avetrana.

Sabrina y Cosima fueron condenadas a cadena perpetua por homicidio premeditado. Michele Misseri, que en un primer momento confesó para evitar que su hija acabara en la cárcel, salió de prisión a principio de 2024, tras ocho años detenido por complicidad en la ocultación del cadáver. Al día de hoy, sigue defendiendo que fue el único responsable del asesinato.

La demanda del Ayuntamiento

La miniserie, presentada recientemente en Festival de Cine de Roma, casi se queda sin estrenar en Disney+. Pocos días antes de la fecha prevista, el alcalde de Avetrana demandó a la producción solicitando la suspensión del estreno y la posibilidad de ver los episodios para asegurarse de que no pintaran el pueblo como “ignorante y retrógrado”. Finalmente, la serie se estrenó una semana más tarde de lo previsto y la producción decidió quitar el nombre del pueblo del titular (inicialmente se llamaba Avetrana - Qui non è Hollywood). “En ningún momento mi intención fue pintar a una comunidad dedicada al mal. Más bien, existía la intención de narrar un pequeño paraíso que se encuentra desprevenido para encontrarse bajo los reflectores”, aclara el director.

El relato empieza con una escena ambientada varios años después del suceso, con un recorrido turístico por las calles del pueblo para mostrar los lugares que frecuentaba la joven: empezando por la casa de los tíos en vía Deledda, donde Sarah se escapaba cada vez que tenía una discusión con su madre, hasta terminar en el pozo donde fue encontrada muerta 42 días después de su desaparición. En cuatro episodios de una hora cada uno, se desarrolla la historia a través de la mirada de los protagonistas: la víctima y sus tres verdugos.

Un momento del rodaje de 'This is not Hollywood' con el director de la serie, Pippo Mezzapesa, y el actor que interpreta al tío Michele, Paolo de Vita.
Un momento del rodaje de 'This is not Hollywood' con el director de la serie, Pippo Mezzapesa, y el actor que interpreta al tío Michele, Paolo de Vita.Lorenzo Pesce (Qui non è Hollywood)

Las diferencias entre los personajes se reflejan en el registro de cada capítulo. Se pasa del punto de vista de Sarah, un episodio más vital y colorido, grabado en su mayoría con la cámara en mano que se mueve junto a esta adolescente llena de ganas de vivir, a Sabrina, un personaje que pide a gritos la atención de los medios, por lo que la fotografía parece casi brillar por el destello de los flashes y los focos. El episodio sobre el tío Michele, aplastado por el sentido de culpa, se caracteriza por un estilo más místico, para luego caer en los infiernos de la soledad con el drama de Cosima, que se queda sola en la casa-tumba de vía Deledda, donde los tres mataron a Sarah.

No era fácil contar el caso de la crónica italiana más mediático de los últimos años sin caer en la sordidez y el morbo, pero This is not Hollywood lo consigue. “Fue el propósito de toda la serie. Contar la historia de forma respetuosa, tanto de la verdad procesual como de las personas involucradas en los hechos”, insiste Mezzapesa. De allí la decisión de rodar en pueblos cercanos y no en Avetrana, donde vive la familia de Sarah y la herida por el asalto mediático sigue abierta. Pero sin obviar detalles incómodos. Porque, como dice una mujer del pueblo en el último episodio, “a los vivos se les deben consideraciones, a los muertos solo la verdad”.

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Sobre la firma

Clara Angela Brascia
Reportera italiana asentada en Madrid desde 2019. Después de pasar por las secciones de Local y Sociedad, ahora escribe reportajes de Tecnología y Salud. En eldiario.es ha escrito sobre temas sociales y económicos. Graduada en Literaturas Comparadas por la Universidad de Turín y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS.
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