Muere Jesús Guzmán, el cartero de la serie ‘Crónicas de un pueblo’, a los 97 años
El intérprete, conocido sobre todo su papel de Braulio en la producción de Antonio Mercero para TVE, era uno de los más prolíficos del cine y la televisión de España
Cuando Jesús Guzmán, nacido en Madrid en 1926, cumplió 90 años, recibió una carta de felicitación de Felipe VI. El actor fallecido este lunes a los 97 años tenía cientos de créditos en su trayectoria, aunque el más recordado sigue siendo el del cartero Braulio en Crónicas de un pueblo. Gracias a ese personaje en blanco y negro le seguían reconociendo por la calle casi 50 años después, admitía él mismo a la prensa cuando se hizo nonagenario.
Muy tristes. #JesúsGuzmán ("Crónicas de un pueblo"), socio 1.397 de #AISGE y uno de los actores más prolíficos de la historia, nos dijo ayer adiós a los 97 años. Amor eterno por él: "Es maravilloso que la gente se acuerde de uno", nos dijo al cumplir 90https://t.co/bCh0dX2xDd pic.twitter.com/tKSPo7Z0fF
— AISGE (@aisge) October 17, 2023
La serie de principios de los setenta que Antonio Mercero hizo por encargo de Luis Carrero Blanco fue el reflejo de una España muy concreta, la del tardofranquismo, a través de la vida cotidiana de una pequeña localidad leonesa que vivía de forma ejemplar los fueros de la época. El lugar ficticio era La Puebla del Rey Sancho, pero que en realidad correspondía a la localidad madrileña de Santorcaz. Nació con intenciones propagandísticas, pero a los espectadores de la única televisión posible, la pública, les enganchó el cercano neorrealismo de unos personajes que, a pesar de la pátina de ficción impuesta por el régimen, se parecían a ellos. Al propio Mercero le incomodaba que la serie siguiera reponiéndose en TVE décadas después de su estreno, algo que él consideraba fuera de contexto.
El intérprete madrileño participó en 155 películas, 300 comedias teatrales y decenas de revistas y series de televisión, recordaba en ese momento de celebración la Asociación de Artistas Intérpretes, Entidad de Gestión de Derechos de Propiedad Intelectual (AISGE), la que ha informado este martes de su fallecimiento. Guzmán comenzó a trabajar con nueve años en la compañía teatral de sus padres. “Siendo hijo, nieto y biznieto de actores, estaba condenado a ser actor. Y de ellos lo aprendí todo”, decía a la fundación. Grabó para televisión antes de que la televisión existiera en España. Lo hizo en Puerto Rico en 1954, durante una de sus extensas giras teatrales. En la pequeña pantalla española siguió apostando por el costumbrismo. Fue uno de los clientes habituales de la Farmacia de Guardia de Mercero en Antena 3 y del Hostal Royal Manzanares de Lina Morgan en La 1.
Antes de dar el salto a la fama como Braulio, coleccionaba pequeños papeles en wésterns rodados en España, como La muerte tenía un precio (1965) y El bueno, el feo y el malo (1966) nacidos del binomio Sergio Leone-Clint Eastwood, y en comedias españolas de la época: de Sor Citroen (1967), con Gracita Morales, José Luis López Vázquez y Rafaela Aparicio, a Se armó el Belén (1969), junto a Paco Martínez Soria. También participó en Tres de la Cruz Roja, Atraco a las tres, La gran familia e Historias de la televisión, entre muchas otras.
Su última aparición en pantalla es de 2020, en la película Amalia en otoño, de Anna Utretch y Octavio Lasheras, protagonizada por María José Alfonso y Manuel Zarzo. De nuevo, uno de sus trabajos reflejaba a la España del momento, en un drama que mostraba a un grupo de personas en una residencia de mayores durante la pandemia de la covid-19.
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