¿Quién lava más blanco?
“¿Te preocupa que te puedan acusar de blanquear a un supuesto violador?”, preguntó Ana Rosa a Maika Navarro, henchida de orgullo tras haber entrevistado a Dani Alves en la cárcel. La acusaron, pero no pareció muy preocupada
Dos veces hemos escuchado esta semana la palabra blanquear y ninguna tenía que ver con su significado original, sino con “lavado de imagen”, la alternativa de la Fundéu para quienes consideran que blanqueamiento suena a eurocentrismo blanco, un jardín en el que no pienso entrar.
En La caravana, Mónica López acusó a El hormiguero de blanquear el fascismo. Una expresión demasiado grandilocuente para un programa de marionetas, y una palabra, fascismo, que le queda enorme a la mayoría de los denominados como tal. Mejor hablar de vulgar malismo. Suelen estar más cerca de Pierre Nodoyuna que de Gabriele D’Annunzio y más que de organizar la Marcha sobre Roma son de montar capeas. Lo demuestran sus prioridades al llegar al poder, en Gijón han consistido en reactivar la feria taurina y el tráfico en el paseo marítimo. Torturar y contaminar, las políticas que emocionarán a los trolls de David el Gnomo.
Dudo que alguien vote a un candidato por una entrevista, pero sí puede no votar en su contra; somos propensos a sentir simpatía por quienes encajan bien las bromas. Error, así como sabemos que los asesinos siempre saludan, la maldad no es incompatible con el sentido del humor.
También habló de lavado de imagen Ana Rosa Quintana. “¿Te preocupa que te puedan acusar de blanquear a un supuesto violador?”, preguntó cínicamente a Mayka Navarro, que llegaba henchida de orgullo tras haber entrevistado a Dani Alves en la cárcel. La acusaron, pero no pareció muy preocupada. Nada nuevo bajo el sol de Telecinco. La cadena que quiere ser familiar, pero no le sale, acaba de anunciar la vuelta de Gran Hermano, el programa que ignoró y, peor, convirtió en espectáculo, una agresión sexual. El problema de blanquear, y no necesitamos que nadie venga del futuro a explicárnoslo, es que el abuso de lejía acaba quemando.
Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.