Las estrellas de las redes sociales, nuevos personajes para el actualizado código ético de Mediaset

El hortelano de Úbeda Ginés Correguela no cumple con el perfil de lo que solemos entender como la típica estrella de redes sociales. Hace tiempo que pasó los 50 años, no tiene cuerpo de gimnasio ni lleva una vida glamurosa. Pero arrastra a más de dos millones de seguidores desde su cuenta de TikTok y más de 287.000 en Instagram. Su contenido estrella es el de hacerse bocadillos gigantes con todo tipo de ingredientes dentro de un buen pan de pueblo. Y comérselos mientras da pinceladas de su día a día. Todo en torno a su vida se antoja más rocambolesco si cabe ahora que se ha convertido en el protagonista del nuevo culebrón de Mediaset. Desde que se estrenara en marzo la nueva edición de Supervivientes, en la que además del improbable influencer participa su exesposa, desfilan por los platós de Telecincosu su hija y varias de sus amantes intentando descifrar su vida amorosa, que aparenta ser mucho más compleja que las recetas de sus meriendas.

Su salto a la televisión ha sido una forma de redescubrir al personaje, incluso para los propios admiradores de su cuenta de TikTok. Manuel Nieto es director de comunicación de ByInfluence, la agencia que representa desde hace un año al rey de los bocadillos, y sabe que la personalidad y la espontaneidad de Correguela juega a su favor. “Donde antes compartía su vida en un vídeo de tres minutos, ahora lo hace en un programa que se graba casi las 24 horas del día”, comenta por teléfono desde Sevilla, sede de la empresa especializada en márketing digital que asesora al nuevo rostro mediático. “La gente está harta de que la publicidad y los medios ataquen con contenido vacío. La cercanía de Ginés engancha”, defiende.

El ubetense ya aparecía desde hace meses en televisión, en especial en la cadena autonómica Canal Sur y como invitado de El hormiguero (Antena 3), pero fue su propia agencia la que se acercó al equipo de Supervivientes para ofrecerles la posibilidad de que participara en la competición, asegura Nieto. Mediaset también es una fábrica de influencers. Muchos de los participantes de La isla de las tentaciones han pasado del absoluto anonimato incluso en redes a acumular cientos de miles de seguidores en ellas. La simbiosis es beneficiosa en ambas direcciones. A Ginés Correguela no se le han disparado los seguidores desde que llegó a Supervivientes, pero sí el caché. “Aparecer en televisión a menudo genera confianza en las marcas, que saben que el consumidor se fía todavía más del personaje”, comenta el portavoz de su agencia.

En busca de nuevos rostros

Desde que Mediaset España anunciara en febrero su comentado y polémico nuevo código ético, muchos de sus personajes habituales como Kiko Rivera y Rocío Carrasco han sido vetados en sus programas. La búsqueda de nuevos rostros es inevitable. Jaime Guerra, director de la división de Producción de Contenidos de Mediaset España, explica por teléfono a principios de abril que el grupo de comunicación estaba enfocado en ese cambio “desde antes de la aparición de este código”.

Oto Vans (319.000 seguidores en Instagram) ya pasó por el concurso de supervivencia en ediciones anteriores y este año también lo hace Jonan Wiergo, con casi 600.000 seguidores en Instagram, que es amigo de Dulceida y exparticipante de Pekín Express. Guerra explica el proceso de selección: “A la hora de hacer el cásting de un programa de telerrealidad, lo que importa en definitiva son las personalidades, cómo van a encajar en el grupo. Nos importa Ginés por cómo es Ginés y nos importa Jonan por cómo es Jonan, que además son muy diferentes entre sí. Que tengan muchos seguidores es, evidentemente, un punto a favor. Pero TikTok o Instagram no importan cuando te enfrentas al miedo y al hambre de Supervivientes. El formato es tan poderoso que con independencia de la fama o el origen de los concursantes, el programa les hace grandes personajes y muy populares”.

La llegada de estos nuevos actores al mundo de la telerrealidad es la pescadilla que se muerde la cola, tras dos décadas del género hecho con famosos, admite Guerra. “Por un lado, el público está algo cansado de las caras de siempre y por otro las reclama. Así que se agradecen mucho personajes menos conocidos que les enganchen”, dice.

Desde mediados de marzo, la productora Warner Bros ITVP España graba en Nepal para Cuatro En busca del Nirvana, una propuesta que prueba esta relación de beneficio mutuo. En ella, un grupo de influencers cambian el subidón de hormonas que les generan los miles de “me gusta” de sus redes sociales por una vida centrada en la espiritualidad y la paz. El formato, que en España presentará Raúl Gómez (Todos contra 1, Maratón Man), ha reunido a un grupo de estrellas del mundo digital que ya han pasado por programas de telerrealidad de Mediaset. Entre los participantes de esta adaptación de un programa holandés se encuentran Aless Gibaja (más de 600.000 seguidores en Instagram y concursante de Gran Hermano Vip 4), Christopher Mateo (138.000 seguidores en Instagram, participante de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? y ganador de Supervivientes 2015) y Charlote Caniggia (1,5 millones de seguidores en Instagram, concursante de Gran Hermano Vip 4 y presente en Mujeres ricas).

El mundo virtual no solo se cuela en la telerrealidad. El youtuber TheGrefg, con la impresionante cifra de 17,9 millones de seguidores en la plataforma de vídeos, es jurado invitado de Got Talent en su edición All Stars. El programa ha pasado en este cambio de estrategia de contar con televisivos de toda la vida como Risto Mejide, Paz Padilla o Dani Martínez a llevar de forma puntual a uno de los gigantes de internet.

Telerrealidad en plataformas digitales

Como ocurrió con Operación Triunfo (La 1) desde su regreso en 2017, el generar conversación en redes sociales como Twitter o YouTube, lugares donde reside una audiencia más joven, también es un valor añadido para espacios tan veteranos. Supervivientes es tendencia cada vez que se emite. Y una fuente inagotable de memes.

Las plataformas digitales a la carta también han apostado por el género de la telerrealidad en la última temporada. Lo han hecho, todavía más que las cadenas tradicionales, recurriendo a rostros digitales, que entroncan con su esencia. ¿A quién le gusta mi follower? en Netflix, muy centrado en el mundo de las aplicaciones y las redes sociales y en el que también apareció Jonan Wiergo, es un ejemplo. Como lo son el programa de citas FBoy Island o el de estrategia Traitors España, que forman parte del catálogo de HBO Max. “El reality interesa. Sigue siendo un género muy nuevo, porque empezó con Gran Hermano, aunque a su vez hay una generación entera que ha crecido con ese lenguaje de entretenimiento. Pero la grandeza de la televisión generalista es que todos estamos viendo el programa al mismo tiempo y muchos lo comentamos en el momento”, defiende Guerra frente a las opciones alternativas.

Nieto, como experto en márketing digital, coincide en la feliz unión de ambos mundos. “La televisión tiene que ir ligada a las redes sociales. La tendencia de cualquier usuario es ir al móvil ante cualquier cosa. Así que a nuestros clientes les recordamos que, si no están en ellas, no existen. Y si nuestro cliente fuera una cadena de televisión, les diríamos lo mismo. Si no se adaptan, van a pasar a un segundo plano. Porque el nuevo famoso ya no es solo el futbolista, también lo es la gente que tiene influencia en internet”, argumenta el representante de Ginés Correguela, la nueva e inesperada gran estrella de Telecinco.

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