Las tres condenas de Miguel Bosé: llega a España la serie que salda deudas con el relato de su vida
Escrita por guionistas cercanos al cantante, la ficción de SkyShowtime huye de la hagiografía para explicar, sin justificar, a su protagonista. Aborda su emancipación como hijo y artista, su relación con las drogas y sus amores con hombres y mujeres
Hace un par de años, con los 60 ya cumplidos, Miguel Bosé (66 años) comenzó a decir lo que le venía en gana. Las redes sociales le sirvieron de micrófono y los medios tradicionales de altavoz, analizando y replicando sus polémicas declaraciones negacionistas sobre la pandemia y la crisis del coronavirus. Luego llegaron varios libros en los que relataba su biografía en primera persona como nunca había hecho antes.
En su regreso mediático tras la controversia, repasa las varias condenas a las que se enfrentó en su pasado. Primero lo condenó su padre, cuando le anunció que quería ser artista en vez de empresario; cuando quiso ser un Bosé en vez de un Dominguín. También lo rechazó su discográfica, cuando quiso dejar de ser una estrella de pop adolescente. Y después lo castigó la opinión pública, guiada por los medios de comunicación que inventaban de forma recurrente que había muerto de sida. “Y si fuese drogadicto, ¿qué? ¿A quién le importa? Y si fuese maricón, ¿qué? ¿A quién le importa? Estamos en 1992. ¿Qué más da?”, imploraba en la recordada entrevista ante Mercedes Milá, para acallar los bulos y demostrar que seguía vivo.
Bosé, la serie que se estrena el próximo viernes, 3 de marzo, en España, coincidiendo con la llegada el martes, 28 de febrero, de la nueva plataforma SkyShowtime, aborda 30 años después de esa mediática protesta su relación con las drogas, sus desamores con hombres (también con mujeres) y la forma en que sobrevivió a esas tres condenas. Más allá del relato de cómo se construyó una leyenda musical, es la historia de cómo nació su hermetismo, desde su infancia hasta su éxito con la gira Papitour, a mediados de los 2000. Y es también la forma de saldar una deuda con la relación amorosa que mantuvo durante un cuarto de siglo, lastrada por esa proverbial discreción.
Los padres de Bosé y los de Macarena Rey, directora ejecutiva de la productora que ha creado la serie, Shine Iberia, eran amigos. El vínculo personal que une a ambos desde hace décadas favoreció la creación de esta biografía dramatizada. “Lo interesante de este relato es lo poco que se conoce la historia real de Miguel”, cuenta la productora madrileña por teléfono. Rey quería “recuperar al hombre disruptivo, provocador y tierno” que ella conoce. Para que Bosé se sintiera cómodo, invitó a personas cercanas al artista a que se reunieran con él para luego concebir los guiones de la serie. Son Ángeles González-Sinde, escritora, exministra de Cultura y expresidenta de la Academia de Cine, además de amiga de su familia, Isabel Vázquez, cercana a su fallecida sobrina Bimba; y Boris Izaguirre, próximo al propio Bosé. Nacho Faerna, hombre de confianza de Rey, hace las veces de showrunner, responsable del proyecto.
En varias ocasiones, el cantante ha definido su infancia como atormentada y solitaria, pero los seis capítulos de esta primera temporada son una explosión de urgencia juvenil. Comienza en los años en los que un veinteañero Bosé (interpretado por José Pastor) se convirtió en estrella de cine en Italia y dio el salto a la música. A medida que van pasando los capítulos y el actor Iván Sánchez se queda con el personaje, las presiones que recibe por parte de la prensa, su compañía discográfica y su entorno cercano van apagando esa efervescencia, esa espontaneidad a la hora de mostrar sin tapujos su forma de amar y de crear.
González-Sinde avanza en conversación telemática que “el espectador verá cosas que Miguel ha hecho que le parecerán bien y otras que no le parecerán bien”. “Desde el punto de vista dramático, no tiene sentido contar una historia contra tus protagonistas. Tampoco a favor de ellos. Esos dos caminos son siempre equivocados”, continúa Faerna. Son los errores de los personajes, comentan los responsables del guion, “sus mezquindades y sus luchas son las que los hacen interesantes”. El propio cantante invitó a que contactaran “con personas que probablemente no iban a hablar bien de él”, explican.
Éramos conscientes de que en ‘Bosé' hay un conflicto más profundo y difícil de reflejar: los obstáculos de su protagonista provienen del mismo lugar del que provienen sus privilegiosNacho Faerna, productor ejecutivo de la serie
Completa el retrato de un artista y de su época la intensiva inmersión que los guionistas han hecho en “el oro de la hemeroteca”, intentando rodar incluso en los mismos lugares donde ocurrieron los hechos. Eso les ha permitido mantener detalles idénticos a los reales, aun cuando aparecen en una sola secuencia y el espectador no pueda percatarse de ellos. Bosé, con una extensa carrera como actor, ha entendido al ver el resultado final que los creadores de la serie necesitaban libertad suficiente para dramatizar las muchas situaciones que se abordan.
Para el equipo creativo “era importante enmarcar cada capítulo en un contexto histórico”, dice González-Sinde. La propia discografía de su protagonista lo ha permitido. Linda, Te amaré (posiblemente dedicada a su madre), Salamandra, Y si no vuelves (que compuso imaginando el día en que su padre muriera)... cada episodio toma prestado su título de uno de sus temas, para situar la trama y al espectador en los continuos saltos temporales. ”El verso de una letra, un compás o el ritmo de una canción podía abrir camino para seguir una nueva línea narrativa”, apunta Vázquez.
El equipo a cargo de los guiones reconstruye con gran fidelidad sus momentos sobre el escenario mientras imagina los diálogos pronunciados entre bambalinas. Uno de los más cuidados es su presentación oficial como cantante en el Florida Park de Madrid, en 1977, ante las cámaras del programa de televisión de José María Íñigo. Pero la audiencia no se encontró a un nuevo Julio Iglesias o un nuevo Raphael. El músico apareció vestido de un azul tan eléctrico como sus coreografías, alejado de la habitual imagen de crooner español cosida al traje, la corbata y la canción melódica. Al final de la noche, el cantante logró que Luis Miguel Dominguín y Lucía Bosé, ambos sentados en primera fila, pasaran de ser leyendas del toreo y del cine a convertirse en los padres de Miguel Bosé.
Víctima de sus padres
Las vidas de los mitos se parecen unas a otras. En la cultura clásica griega, Crono es el titán que, convencido por su madre Gea, logra derrocar a su autoritario padre Urano castrándolo con una hoz para, una vez acomodado en el poder, terminar pareciéndose a él. El Bosé de juventud, enamorado de su madre Lucía, conectado a la cultura y al radicalismo de la izquierda política italiana gracias a ella, termina empatizando en su madurez con Luis Miguel Dominguín, un icono del franquismo. En la serie, el hijo llega a reproducir costumbres y frases del padre. “Hasta ahora, no se había insistido tanto en el verdadero vínculo que ambos compartieron durante su vida. Casi siempre se ha analizado su relación desde el prejuicio y desde una asunción de roles estancos que queremos aterrizar. Vamos a mostrar situaciones en las que muchos nos podemos reconocer”, cuenta Vázquez. La serie termina siendo también una declaración de amor a la actriz y al torero.
Para Macarena Rey, el artista nacido en Panamá es en parte víctima de ambos. La productora no solo se refiere a la fama de la pareja improbable que protagonizó un matrimonio y un divorcio imposibles. También menciona la conjunción de dos personalidades arrolladoras. “Eran ególatras, a menudo pensaban más en ellos que en sus hijos. Pero todos los padres hacen lo que pueden, no lo que deben”, comenta. Ese triángulo emocional es el otro gran arco argumental del relato. “Desde su adolescencia, Miguel fue asumiendo una gran responsabilidad familiar por el divorcio de sus padres”, dice González-Sinde. Y esa tensión sobre “cómo ser quien quieres ser sin abandonar las expectativas que otros tienen de ti” dan al personaje una riqueza poco común, continúa la escritora.
“Éramos muy conscientes de que en Bosé hay un conflicto más profundo y más difícil de reflejar que en otras historias de ascenso al éxito: los obstáculos de su protagonista provienen del mismo lugar del que provienen sus privilegios. Mostramos a un Miguel que, teniendo las mejores cartas en su vida, gestiona lo que los psicólogos llaman una crisis de abundancia. Pero él es alguien autoexigente y perfeccionista que no busca las opciones más sencillas”, defiende Faerna.
La segunda temporada planeada de esta ficción, que tendrá otros seis capítulos, profundizará más en su infancia y en su relación con Picasso. Como lo hará la serie documental de cuatro entregas que la propia Shine Iberia ha creado y que estrenará Movistar Plus+ a lo largo de este año y que, en palabras de Macarena Rey, “terminará de explicar a Miguel Bosé”.
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