Abogados, comedia y citas con mujeres verdes: ‘She-Hulk’ no es su típica serie Marvel
Tatiana Maslany (’Orphan Black’) protagoniza la nueva serie de Disney+, una comedia judicial sobre casos superheroicos con episodios de media hora y alejada de la asexualidad en Marvel
El personaje de Hulka no nació en una explosión de creatividad. Al contrario. El único objetivo era que una Hulk femenina jamás tuviera serie de televisión. Sin el recelo de Stan Lee, no estaríamos aquí. El fundador de Marvel y creador de Vengadores, Spiderman y la Patrulla X había aterrizado en Los Ángeles para encargarse de las adaptaciones audiovisuales de sus héroes. Uno de sus cometidos: evitar que Universal se adelantara a la editorial y creara una Hulk femenina no antes vista en el cómic y, por tanto, sin copyright. El increíble Hulk triunfaba semanalmente en las pantallas de todo el mundo, pero no la producían ellos, sino Universal. Sabía que, aprovechando que La mujer biónica arrasaba como serie derivada de El hombre de los seis millones de dólares, solo hacía falta que a alguien en los estudios se le ocurriera cambiar el sexo al gigante esmeralda para crear una protagonista y explotarla sin Marvel de por medio. “Necesitamos un personaje llamado She-Hulk y publicarlo en los próximos 30 segundos”, fue lo que pidió Lee según el libro Marvel Cómic. La historia jamás contada. Dicho y hecho. En noviembre de 1979 estaba en las estanterías La salvaje Hulka 1.
La premisa era digna de esos 30 segundos. Bruce Banner visitaba en Los Ángeles a su prima nunca antes mencionada, la abogada Jennifer Walters, que, como en toda buena reunión familiar, acababa atacada por una banda de mafiosos. Para salvarla, Banner dona su sangre, sin pensar que su transfusión contenía los poderes gamma que lo convierten en un gigante verde. Así nació Hulka, aunque leyendo esas páginas, nadie habría previsto que otros guionistas iban a aprovechar este lienzo en blanco para construir a una de las superheroínas más particulares y originales de los tebeos. Una mujer moderna, divertida, sin complejos, que habla directamente al lector y dedica más tiempo a los juzgados que a repartir mamporros. Este jueves, ahora sí, llega a Disney+ She-Hulk: abogada Hulka, tras cuatro décadas evitando la televisión.
18 years ago I pitched a new way of doing a #SheHulk book to @Marvel:
— Dan Slott (@DanSlott) August 15, 2022
We'd focus on the fact Jen was a lawyer... who would deal w/ "Superhuman Law".
Is X-Ray vision an invasion of privacy?
Are confessions from a magic lasso admissible?
Could ghosts testify at their murder trials? pic.twitter.com/njb7ZSMVF1
Aquel registro de los derechos de su excéntrico nombre se convierte hoy en una trama más del bufete de abogados más inesperado. Como vendió Dan Slott en su etapa comiquera: Ally McBeal en esteroides. “No sabía nada del personaje, así que cuando logré la audición comencé a leerlo en orden. Me resultó divertido e inesperado. Si piensas en Hulka piensas en una mujer fuerte, destruyéndolo todo, no en una comedia de abogados. Rompemos los límites de los géneros de una serie y creo que la audiencia va a sorprenderse”, explica desde Nueva York a EL PAÍS la actriz Tatiana Maslany (Orphan Black), cuyo cuerpo es digitalmente reconstruido en verde para interpretar a la protagonista de esta serie escrita por Jessica Gao (Rick y Morty) y dirigida por Kat Coiro, habitual en comedias como Colgados en Filadelfia y Muertos para mí. No, no es la típica serie Marvel. Es la Marvel de andar por casa.
“En los cómics corre aventuras superheroicas, pero aquí decide ignorarlo. Nuestra Hulka es una persona que trata de hacer su trabajo. Está avergonzada de lo demás. Queremos centrarnos en la rutina de alguien con poderes, en lo banal, en los detalles”, explica Maslany. “Las mujeres escondemos nuestra ira como modo de vida”, apela al alter-ego masculino al que interpreta Mark Ruffalo, que precisamente no ha contado con su serie o película por el antiguo acuerdo con Universal. “A las mujeres desde pequeñas nos dicen que no nos enfademos. No es atractivo. Mientras que para ellos es hombría”, desarrolla Coiro. Así, la vida moderna entra de lleno en las tramas: villanas influencer, elfas cambiaformas que engañan a sus parejas, rumores y fake news televisivas, debates en TikTok y, como contrapunto a la asexualidad Marvel, citas a los 30.
We're 1 week away from the premiere of #SheHulk on @DisneyPlus, and this exclusive clip just made us rethink everything we knew about #CaptainAmerica... 👀 #TatianaMaslany @MarkRuffalo https://t.co/LPqhmqIj7h pic.twitter.com/tHQYXh3rkA
— IMDb (@IMDb) August 11, 2022
Si hace unos años, el director Pedro Almodóvar dijo que a los superhéroes Marvel les faltaba sexo, She-Hulk comienza con la protagonista teorizando con la virginidad del Capitán América. La sexualidad es una pieza de este personaje de hechuras atípicas que en los cómics se ha acostado con todos. Y Maslany lo disfruta: “Está manifiestamente cachonda. Jen está explorando su nuevo cuerpo, y descubriéndose. Y, sí, le gustan mucho los tíos. Una amiga vio el tráiler y me dijo que nunca se había sentido tan identificada con un superhéroe como con ese calentón”.
Maslany, que mide 1,63 y se acomoda con las piernas sobre la silla en la entrevista, tuvo que hacer una adaptación mental para encarnar el tamaño físico de su personaje, vestida en un traje de captura de movimiento, sobre un escalón y con una cabeza falsa sobre la suya para saber dónde mirar: “Todo sirve al personaje. Era una experiencia solitaria, ¿cómo conectas con tu compañero si no los ves cara a cara? Ocupaba tanto espacio que todos se tenían que mover a mi alrededor. Me hizo entender su desconcierto”, explica.
Ese cuerpo y la verosimilitud de los efectos especiales al capturar la fina línea entre realidad y digital han sido debate en internet desde los primeros avances. “Crear un personaje por ordenador con sus hechuras era muy específico. Incluso diseñar el pelo fue una parte importante de la conversación”, desarrolla Coiro: “Sabíamos que íbamos a estar en el disparadero. Queremos una perspectiva moderna, y desde el principio incluimos bromas sobre la crítica en Twitter. Pero mi objetivo es que el público vaya tan a tope con el personaje, que el resto quede atrás. No entro en el debate tuitero, aunque mi comentario favorito fue uno que decía que no se podrían creer que esto estuviera dirigido por una mujer, porque el cuerpo de Hulka estaba ‘obviamente’ creado con mirada masculina. Ese comentario es claramente masculino”.
Tanto ella como Maslany refrendan que esas críticas esconden en parte una visión anticuada del cuerpo femenino: “Es curioso leer críticas como que echan en falta un cuerpo más musculado. Hulka tiene dos cuerpos, por lo que es consciente de la objetificación. Sabe que pueden prestarle demasiada atención o ninguna. Me interesa jugar y definir ese concepto de feminidad. Debemos romper barreras y mostrar más tipos de cuerpos, pero al mismo tiempo el aspecto de una mujer no es asunto de nadie. La crítica es culturalmente relevante y, nada casualmente, esa conversación ya estaba en la serie”. Las penosas condiciones de horas y esfuerzos que los equipos de efectos especiales sobrellevan en Hollywood, y que solo recientemente han comenzado a denunciar, son la otra vertiente del debate. Coiro rompe una lanza a su favor: “Personalmente, es difícil opinar, porque en este sistema Marvel subcontrata empresas que luego contratan artistas, así que tenemos intermediarios. Mi experiencia ha sido muy positiva, pero los apoyaré siempre, los escucho y estoy a favor de que se sindicalicen”.
Porque, pese a la cotidianidad y la comedia, los efectos siguen siendo fundamentales. Todo es parte del gigantesco universo Marvel, y cada episodio de media hora tiene un caso judicial relacionado con los supertipos. Con ello llegan los cameos. Por She-Hulk pasea el propio Hulk, pero también el hechicero supremo Wong, reclamando derechos de autor sobre su magia; la Abominación de Tim Roth, pendiente de la condicional, e incluso Charlie Cox regresando como Daredevil (el otro superabogado) tras sus series en Netflix. “No es una serie de invitado semanal”, bromea Hulka hablando directamente a cámara. Porque, aunque hoy suena a visto, décadas antes de que triunfara Fleabag, esta heroína ya apelaba de tú a tú al público para compartir chistes y contarles pesares. No es fácil ser una abogada verde soltera.
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