Poliespán y metal de más de tres metros de altura: así se creó la gigantesca teta de Rigoberta Bandini en el Benidorm Fest
‘Tetamundi’, el icónico diseño de la barcelonesa Marina Salazar, ayuda a universalizar el mensaje feminista de ‘Ay mamá’, una de las canciones favoritas para representar a España este año en Eurovisión
Muchos fueron los detalles en la puesta en escena del Ay mamá que reforzaron el mensaje feminista de la canción Rigoberta Bandini el pasado jueves, durante la segunda semifinal del Benidorm Fest. Para empezar, mamá es una palabra casi universal. También ayuda a la propuesta que aparezca un gran globo terráqueo en forma de teta. Así ocurrió en el escenario del Palau L’Illa, mientras sonaba la que es una de las propuestas favoritas para representar a España en el Festival de Eurovisión de este año. La capacidad icónica de ese diseño hizo que cualquier eurofan extranjero que no supiera español pudiera comprender de un solo vistazo el alegato en favor de las mujeres que expresa su letra.
Marina Salazar sigue entusiasmada en su estudio de Barcelona, llamado Noquedatinte, un día después de ver su creación en televisión. La concibió en 2016 y la bautizó como Tetamundi. “De alguna manera, ha encajado a la perfección con la canción”, cuenta por teléfono. Joan Ros, el encargado del vestuario blanco que Bandini ha lucido en su actuación en Benidorm, trabaja junto a Salazar en el Centro Universitario de Diseño de Barcelona BAU. Él fue quien propuso a la cantante y a la diseñadora que colaboraran juntas. “No sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas. Sin ellas no habría humanidad ni habría belleza”, dice el tema, que ya ha generado millones de reproducciones en las plataformas digitales de música.
La idea de este pecho terráqueo surgió mientras Salazar cursaba un máster en experimentación en diseño, en donde se lanzó “al teticentrismo” para reivindicar “el papel de la mujer como creadora del universo y de la feminidad, a menudo enfrentado a la censura”, recuerda. La fuente de inspiración de esta diseñadora que se considera “minimalísticamente barroca” fue el mito griego que explica el origen de la Vía Láctea a partir de un chorro de leche derramada del pecho de la diosa Hera.
“Nunca había visto uno de mis trabajos reproducido a un tamaño tan grande. Me pregunto cómo la habrán llevado hasta allí”, comenta esta adicta a los mercados de antigüedades que vende la ya famosa figura, a tamaño escritorio, en su tienda digital por 100 euros. También vende bolsas de tela y láminas con su imagen mientras que sus seguidores en Instagram suben del mil en mil a cada rato.
Y es que la teta de Bandini que, salvo imprevisto de última hora, volverá a aparecer en la final de este sábado, supera los tres metros de altura. Está hecha de poliespán y se coloca sobre un mástil de metal. Lo explica Unai Lazcano, miembro del equipo de unas 10 personas que están en el festival creando la propuesta que la cantante y actriz concibió en su momento para su candidatura a Eurovisión. Unai es el encargado de la producción técnica.
“La ‘Tetamundi’ que se ha visto en televisión es puro cartón-piedra: justo lo que queríamos. Últimamente se abusa mucho de las pantallas. Nosotros también las usamos, pero de esta forma hacemos que la puesta en escena sea mucho más teatral; que resulte más humana”, defiende Lazcano. Si a alguien está agradecido el equipo detrás de Ay mamá es a los responsables de atrezzo del Benidorm Fest. “Nosotros creamos un diseño 3D a partir del original. Luego, les enviamos la propuesta y, tras varias conversaciones, accedieron a construirlo en el mismo Benidorm. Nosotros vimos cómo había quedado al llegar aquí. Nos encantó su trabajo y decidimos subirla al escenario”, comenta.
“Estábamos todo el rato pensando en el pecho femenino para la puesta en escena de ‘Ay mamá’, pero no sabíamos cómo añadir la idea hasta que Paula [nombre real de la cantante] nos mostró el diseño de Marina. Nos dimos cuenta de que lo que buscábamos ya existía. Redondea todo el sentido de la canción. Yo creo que esa teta debería terminar en la plaza de una ciudad”, dice el colaborador de Bandini.
¿Llegará la teta hasta Turín, sede de Eurovisión de este año?: “Vamos paso a paso. Queremos disfrutar del momento. Todavía no estamos pensado en Italia, sino en la final del sábado. Pero, en el caso de ir a Eurovisión, entendemos que tendríamos más medios y más tiempo para prepararlo, así que le daríamos una vuelta a la propuesta visual”.
Salazar, la diseñadora detrás de la idea, ya ha soñado con ver su creación en la final del certamen de la canción europea. “Podemos hacer la teta más grande, pero no podemos decirlo más claro”, dice entre risas.
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