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La iglesia ortodoxa de Chipre acusa a la canción de su país para Eurovisión de glorificar a Satán

‘El diablo’ también ha provocado protestas por su parecido con el tema ‘Bad Romance’ de Lady Gaga

Protestas frente al edificio principal de la televisión pública de Chipre contra la canción elegida para representarles en Eurovisión, 'El diablo'.
Protestas frente al edificio principal de la televisión pública de Chipre contra la canción elegida para representarles en Eurovisión, 'El diablo'.IAKOVOS HATZISTAVROU (AFP)
Álvaro P. Ruiz de Elvira

La Iglesia ortodoxa de Chipre ha liderado en los últimos días una serie de protestas en contra de la canción elegida para representar a su país y a su televisión pública en el próximo festival de Eurovisión, que tendrá lugar del 13 al 18 de mayo en Róterdam (Países Bajos). El tema, titulado en español El diablo, y que interpretará la artista griega Elena Tsagrinou, versa sobre una mujer que dice haberse enamorado de un hombre malvado al que compara con Satán. Estas acusaciones se unen a las expuestas por muchos seguidores del festival de la canción que dicen que el tema, que firman los compositores Thomas Stengaard, Jimmy Joker Thornfeldt, Laurell Barker y OXA, es un plagio del tema Bad Romance de Lady Gaga, tanto en parte de su melodía como en el significado de la letra. El videoclip, dicen además los críticos, es un copia de Love me Land, de la artista sueca Zara Larsson y dirigido por la finlandesa Vivii Huuska.

El diablo, que Tsagrinou interpreta en inglés, comienza con la frase “le di mi corazón a El Diablo [en castellano], porque me dice que soy su ángel”. El pasado fin de semana, docenas de fieles, liderados por la asociación Juventud Ortodoxa de Chipre, protestaron frente a la sede de la televisión pública chipriota CyBC por un tema considerado por ellos “un escándalo para los cristianos” y un “himno a Satán y a la fuerzas oscuras que proclama la sumisión del hombre a la oscuridad y la humillación”, según contaron a la agencia EFE. Los creyentes acudieron con cruces de madera, cantando himnos y numerosas pancartas con las que alertaban que “Cristo salva, el diablo mata”. Un hombre fue detenido por la policía acusado de amenazar con prender fuego al edificio de la cadena.

La emisora pública y la artista han insistido en que la canción ha sido malinterpretada y que el tema de la misma es sobre una relación abusiva entre dos amantes. “Es la eterna batalla entre el bien y el mal”, ha defendido el presidente del canal, Andreas Frangos, que también ha pedido disculpas porque considera que debían de haber hecho un trabajo mejor a la hora de exponer el mensaje de la canción. Tsagrinou, en declaraciones a la agencia AP, ha explicado que la canción es sobre una mujer que pide ayuda después de enamorarse de un “chico malo” al que acaba identificando como un abusador. “En estos tiempos del movimiento Me Too, este mensaje es extremadamente relevante y se puede sentir, no solo en Chipre, también a través de toda Europa y más allá”, ha dicho la artista.

El Santo Sínodo, principal órgano de decisión de la iglesia chipriota, ha pedido a través de un comunicado que El diablo sea sustituida por una canción que “exprese nuestra historia, cultura, tradiciones y derechos”. El gobierno chipriota ha tenido que mediar en la polémica a través de una declaración de su portavoz, Viktoras Papadopoulos: “El Gobierno respeta plenamente la creación intelectual y libertad artística, que no puede ser malinterpretada por el título de una canción y que no se deberían de atribuir dimensiones innecesarias”, informa AP.

Chipre ha participado en el festival de la canción europea en 38 ocasiones. Su mejor posición la consiguió en 2018 con otra canción también titulada en español, Fuego, interpretada por Elena Foureira, y este año, a falta de que se presenten todos los temas, está situada en el puesto ocho en las casas de apuestas en una lista que lidera Islandia con la canción 10 Years. España, que estará representada por Blas Cantó y la balada Voy a quedarme ha caído, de momento hasta el puesto 38.


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