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Raquel Meroño: “A partir de una edad hay menos oportunidades, pero quiero volver a la televisión”

La actriz se ha proclamado vencedora de la quinta edición de ‘MasterChef Celebrity’

Raquel Meroño, ganadora 'MasterChef Celebrity 5'.
Raquel Meroño, ganadora 'MasterChef Celebrity 5'.INMA FLORES
Natalia Marcos

Raquel Meroño (Madrid, 45 años) está exultante. No era una de las favoritas para alzarse con la victoria en la quinta edición de MasterChef Celebrity. Y sin embargo, se impuso en el duelo final frente a Florentino Fernández. Durante la primera mitad de esta edición pasó casi desapercibida. Pero fue ganando confianza. “Para la final yo ya estaba empoderada. Esa mañana me levanté y dije, ‘tienes que ganar’. El conductor del coche que me llevaba al programa debió pensar que estaba loca porque puse en bucle la canción Sin miedo [de Rosana] y la cantaba sin parar. Me estuve empoderando a mí misma y al final fue el día que más tranquila cociné. Estaba disfrutando, me lo sabía superbien, y fue todo como un vals, una coreografía perfecta”, cuenta por teléfono la mañana después de la emisión de una final que fue vista por 3.034.000 espectadores en La 1.

El menú con el que venció deslumbró a los jueces. La propuesta, que preparó junto al equipo del chef Oriol Castro, aunaba sus raíces españolas y su amor por la cultura balinesa para repasar las diferentes etapas de su vida con el entrante Aire del sur (base de gelatina de agua de tomate con atún de almadraba rodeado de flores), el principal Al otro lado de la esfera (solomillo de cerdo ibérico cocinado a baja temperatura con jengibre, cilantro, lemongrass y curry acompañado de esferas de leche de coco y lima) y el espectacular postre Corazón de volcán (mango cocinado dentro del carbón acompañado de coco, cacao y un candy de crema de cacahuete).

Sin embargo, la preparación del menú había sido accidentada: “Expliqué a Oriol el menú que quería hacer, se quedaron con la copla y estuvimos sábado y domingo preparándolo. Pero la primera vez que hice el postre me achicharré las manos. Fue horrible. Tuve que hacer el menú una y otra vez con las manos fatal, incluso fiebre... fue muy desagradable. Pero mira cómo es la vida de bonita que ese postre que me llevó a lo más duro fue el gran tachán del menú y de la final”. Gracias a él, se ha sumado a una lista de vencedores en la que también figuran el actor Miguel Ángel Muñoz, el piragüista Saúl Craviotto, la nadadora Ona Carbonell y la celebrity Tamara Falcó.

Muy popular a finales de los noventa y principios de los 2000 gracias a series como Al salir de clase (1998-2000) o Yo soy Bea (2008-2009) y rostro habitual de la televisión en aquellos años, Meroño llevaba un tiempo alejada de la televisión y centrada en sus proyectos como empresaria. “Me quedé embarazada justo cuando terminé una de las series de TVE, Con dos tacones. Era un momento muy bonito en mi carrera, porque era mi primera serie como protagonista. Pero vinieron gemelas, y cuando las tuve hice un par de series más, una obra de teatro... Y el teléfono empezó a dejar de sonar, me quedé sin representante, y me fui quedando parada. Lo que me pedía el cuerpo en ese momento era estar con esas gemelas, era mi momento madre”.

Se compró una casa en Bali, algo que había soñado hacer con un grupo de amigos y que terminaron transformando en realidad, y estuvo años yendo y viniendo. “Pero las niñas empezaron Primaria y llega un momento en que te llaman del colegio y te dicen, ‘señora, ¿sabe usted que llevarse a las niñas tres meses en pleno curso es ilegal?’. Y claro, sin las niñas no tenía tanta gracia”. Pasó a alquilar por semanas aquella casa y, junto a su exmarido, cambió Bali por Tarifa montando un chiringuito en la playa.

Raquel Meroño, en el momento en el que se anunció que era la ganadora de 'MasterChef Celebrity'.
Raquel Meroño, en el momento en el que se anunció que era la ganadora de 'MasterChef Celebrity'.TVE

Reconvertida en empresaria de éxito, Meroño tiene también un negocio de proyectos de interiorismo para hoteles (sus muebles decorarán el nuevo Pachá de Formentera) y una empresa que ofrece servicios artísticos relacionados con el mundo de la moda, la publicidad, el cine y la televisión. Pero el centro de su vida eran sus hijas. “Ahora están criadísimas, y me apetece volver a poner el foco otra vez en mí, que estoy en una edad preciosa como mujer y me apetece tener nuevos proyectos, ponerme creativa y volver a recuperar mi vida”, cuenta.

Por eso, no dudó cuando el talent de TVE llamó a sus puertas. Lo vio como una oportunidad para reinventarse y asomarse de nuevo al medio que ama. “Ya he dedicado un tiempo suficiente a buscar esa estabilidad que pensaba que era tan necesaria para darme cuenta de que lo que es necesario en la vida es ser feliz, porque cuando eres feliz, todo lo que haces brilla mucho más, y nunca hay que apartarse demasiado de tus sueños y lo que te llena. Este es un medio que llevo en el ADN, me encantan los focos, las cámaras, los compañeros... Es donde he estado trabajando toda la vida y lo echo tremendamente de menos cuando me alejo demasiado”.

Su perseverancia, disciplina y capacidad de trabajo son las cualidades que, cree, le han llevado hasta la victoria en MasterChef. “No he parado de trabajar ni un solo día. Los días que no estaba en grabación, estaba con una coach y hacíamos cocinados de 12 horas. Cuando no quedaba con ella, era porque necesitaba repasar recetas y fórmulas, la parte más técnica. Han sido 12 semanas sin darme ni medio día libre. Era obsesiva compulsiva”. Repasando mentalmente su trayectoria, cree que a partir del sexto programa fue cuando tomó altura. “Era una prueba de exteriores sin capitanes, y los compañeros dijeron que liderara yo. Y ganó mi equipo, fui la mejor... y ahí conecté con algo, hubo un cambio precioso”. También le ayudó una carta que le envió su compañera de edición Raquel Sánchez Silva sobre el empoderamiento de la mujer. “Es verdad que muchas veces fantaseé con que dijeran mi nombre y cayera la purpurina sobre mi cara en la final. Cuando sucedió, hay un momento en que estoy conmigo misma diciéndome, ‘nena, al final lo has conseguido”.

Ahora su mayor deseo es volver a la actuación en la televisión, aunque sabe que no es fácil. “A partir de una edad ya sabemos todos que hay menos oportunidades”. “La calidad de las series de ahora no tienen nada que ver con las de antes. Cuando veo mi videobook, se nota que soy una carca. Pero yo tengo la sensación de que sigo teniendo 25 años, no me entra en la cabeza. Tengo una juventud permanente en mi mente. La gente que tengo a mi alrededor es igual, somos muy Peter Pan. Hay que ser responsable, sí, pero no tienes por qué cambiar tu forma de ser a pesar de los años”. ¿Y aunar sus facetas empresarial y gastronómica poniendo un restaurante? “Ahora, con el chiringuito tengo bastante. Estoy muy en contacto con gente de la hostelería que lo está pasando muy mal. Igual cuando las cosas estén mejor... De momento, lo que quiero es volver a la tele. ¡Que no sea porque no lo he dicho!”.

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Sobre la firma

Natalia Marcos
Redactora de la sección de Televisión. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en Participación y Redes Sociales. Desde su fundación, escribe en el blog de series Quinta Temporada. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filología Hispánica por la UNED.

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