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Columna
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Un largo viaje por la esquizofrenia

La técnica con la que se narra la trama de ‘Undone’ permite todo tipo de transgresiones espacio-temporales.

Avance de 'Undone'.
Ángel S. Harguindey

Undone es uno de esos productos audiovisuales sorprendentes tanto por su aspecto formal como por su trama. La serie de Amazon es una serie de animación para adultos, una historia de un largo viaje de la protagonista a través de la depresión y la esquizofrenia realizado con técnica rotoscópica, aquella que rueda la acción con actores para después pintar las imágenes y reconvertirla en animación.

Alma, la protagonista, sufre un trauma en su infancia -la desaparición de su padre, asesinado en extrañas circunstancias- que condicionará en buena parte su personalidad. Quizá el diagnóstico de esquizofrenia sea algo simplista pues en ella se añaden unos orígenes maternos mexicanos en los que las creencias y rituales precolombinos juegan también un papel en sus delirios y alucinaciones, en su consciencia de la realidad.

Naturalmente la técnica con la que se narra la trama permite, con la hábil utilización de un notable poderío de efectos especiales, todo tipo de transgresiones espacio-temporales. La fantasmal presencia del padre, un Bob Odenkirk que ha dejado por momentos al Saul Goodman de la excelente serie Better Call Saul, estimulará ese constante trasvase de mundos alternativos, de realidades paralelas que, imaginamos, sería mucho más complejo con filmación real.

Undone no solo mezcla distintas culturas y universos independientes. La habilidad de sus guionistas les permite desarrollar situaciones cotidianas -los preparativos de la boda de la hermana de Alma o las difíciles relaciones con su madre- con secuencias delirantes que se acentuarán a raíz de un grave accidente de tráfico de la protagonista.Pocas series han recibido mayores elogios de la crítica internacional y lugareña que la creada por Raphael Bob-Waksberg y Kate Purdy, unas alabanzas probablemente excesivas y, quizá, basadas en las sorpresas formales.

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