_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Una serie checa digna y entretenida

‘Memoria de un crimen’ es la demostración de que una producción con pocos medios puede alcanzar un interés notable

Jirí Mádl, protagonista de 'Memoria de un crimen'. En vídeo, tráiler de la serie.
Ángel S. Harguindey

Memoria de un crimen (Amazon Prime), una miniserie checa de seis capítulos, es la demostración de que una producción con pocos medios puede alcanzar un interés notable. Dicho de otra manera: con dos duros y talento se puede realizar una serie digna y entretenida.

La sinopsis es significativa de estos tiempos: un joven ingeniero que valora la calificación de terrenos está harto de su trabajo y del favoritismo a determinados constructores. Decide ingresar en la policía pero tiene de entrada una rémora: cree en la justicia, un obstáculo al parecer insalvable.

Situada la acción en Ústí nad Labem, una localidad checa al noroeste de la región de Bohemia, nuestro protagonista comprobará en sus carnes, y en su curriculum, que la corrupción urbanística no es un fenómeno exclusivo de la costa mediterránea española. Con un añadido: una parte de la policía es cómplice en los chanchullos con la colaboración de algunos jueces. Su lucha, pues, está destinada a la derrota. Será expedientado, procesado y condenado sin pruebas. Los molinos de viento siguen siendo poderosos.

En esta serie, como en casi todas las realizadas en los países del Este de Europa, se ofrece también una interesante información sobre el nivel de vida de sus ciudadanos, las notables diferencias de clase que existen en aquellas naciones que hipotéticamente hicieron la revolución socialista, esa búsqueda del hombre nuevo y de la redistribución de la riqueza. Vaclav Havel, el primer Presidente de la República Checa, lo explicó muy bien: “La primera pequeña mentira que se contó en nombre de la verdad, la primera pequeña injusticia que se cometió en nombre de la justicia, la primera minúscula inmoralidad en nombre de la moral, siempre significarán el seguro camino del fin”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_