Una serie checa digna y entretenida
‘Memoria de un crimen’ es la demostración de que una producción con pocos medios puede alcanzar un interés notable
Memoria de un crimen (Amazon Prime), una miniserie checa de seis capítulos, es la demostración de que una producción con pocos medios puede alcanzar un interés notable. Dicho de otra manera: con dos duros y talento se puede realizar una serie digna y entretenida.
La sinopsis es significativa de estos tiempos: un joven ingeniero que valora la calificación de terrenos está harto de su trabajo y del favoritismo a determinados constructores. Decide ingresar en la policía pero tiene de entrada una rémora: cree en la justicia, un obstáculo al parecer insalvable.
Situada la acción en Ústí nad Labem, una localidad checa al noroeste de la región de Bohemia, nuestro protagonista comprobará en sus carnes, y en su curriculum, que la corrupción urbanística no es un fenómeno exclusivo de la costa mediterránea española. Con un añadido: una parte de la policía es cómplice en los chanchullos con la colaboración de algunos jueces. Su lucha, pues, está destinada a la derrota. Será expedientado, procesado y condenado sin pruebas. Los molinos de viento siguen siendo poderosos.
En esta serie, como en casi todas las realizadas en los países del Este de Europa, se ofrece también una interesante información sobre el nivel de vida de sus ciudadanos, las notables diferencias de clase que existen en aquellas naciones que hipotéticamente hicieron la revolución socialista, esa búsqueda del hombre nuevo y de la redistribución de la riqueza. Vaclav Havel, el primer Presidente de la República Checa, lo explicó muy bien: “La primera pequeña mentira que se contó en nombre de la verdad, la primera pequeña injusticia que se cometió en nombre de la justicia, la primera minúscula inmoralidad en nombre de la moral, siempre significarán el seguro camino del fin”.
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