David Cuartielles: “Yo no quería que mi hija aprendiera Excel en clase de Tecnología”
El cofundador de Arduino defiende la tecnología abierta, sin necesidad de licencias, y la regulación para controlar la innovación
En camiseta, con una barba descontrolada y con un discurso tampoco muy convencional... el Mobile World Congress, quizás la feria con mayor número de ejecutivos del mundo, no parecía el lugar en el que alguien buscaría a David Cuartielles (Zaragoza, 1974), pero allí estaba él. Es profesor en la Universidad de Mälmo, pero quizás es más conocido por ser uno de los fundadores de Arduino, la empresa que impulsa el software libre, sin licencias, a través de sus propias placas de hardware y que ha ayudado a enseñar informática y electrónica a una generación de jóvenes. Ahora la compañía asalta el mundo de la industria convencional con una mirada transgresora.
Pregunta. ¿Van a dejar a los niños?
Respuesta. No, no, vamos a continuar, pero queremos unir de forma más clara la investigación con la industria. Creamos Arduino para universitarios, pero nos dimos cuenta de que habíamos construido un idioma que podía ser transferido fácilmente a fases más tempranas de la educación y es lo que sucedió de modo natural. Originalmente queríamos crear un discurso de ingeniería dentro del mundo del diseño y del arte, pero funcionó demasiado bien y se expandió a otros ámbitos.
P. ¿No les da miedo perder los orígenes?
R. ¡Obvio! Pero cuando montas una empresa tienes que contratar a gente y ellos tienen que pagar una hipoteca. Tienes que hacer sacrificios porque es más importante que esa gente a la que realmente aprecias pueda crecer contigo a que se vayan porque no puedan cobrar lo que merecen. Pero no me siento particularmente mal por nada que hayamos decidido hasta ahora.
P. Siempre se han dedicado a la tecnología abierta, que nunca ha tenido mucha entrada en la empresa tradicional.
R. Uno de los trucos de la tecnología industrial siempre ha sido tener una puerta cerrada para tener a sus clientes cautivos. Nuestra filosofía es capturar a la gente a través de la posibilidad de coger una de nuestras placas y modificarla de arriba abajo.
P. ¿Y la industria convencional lo entiende?
R. Hay clientes que empiezan a entenderlo. Sí.
P. Defiende la tecnología libre porque defiende otra forma de hacer, entiendo.
R. Nuestra filosofía es que puedas utilizar las herramientas dentro de tu ámbito de conocimiento. Cuando Apple desarrolló su primer Iphone, apostaba por que no pudieras desarrollar una aplicación en un ordenador que no fuera un Mac y que no se desarrollara fuera de XCode, que es el sistema de Apple. A mí y a otra gente nos interesaban otros software, pero Apple hizo lo imposible para que eso no sucediera. Querían controlar toda la experiencia.
P. Con esa mirada tan outsider, ¿se siente bien en el Mobile, donde está la industria que tiene una mirada antagónica a la suya?
R. Sé que no pienso igual que la mitad de la gente que está trabajando aquí, pero tampoco me siento mal ni pienso que lo esté haciendo mal. Hemos conseguido inversión, así que hemos demostrado que podíamos triunfar.
P. ¿Ya hay una generación de nativos Arduino?
R. Es alucinante. Ahora cuando contratamos ingenieros solo queremos a gente que haya estudiado sobre Arduino; cuando empezamos no pudimos hacerlo. Hemos aguantado suficiente tiempo en el mercado como para contratar a gente que ha aprendido con nosotros.
Cuando contratamos ingenieros solo queremos a gente que haya estudiado sobre Arduino”
P. ¿Ese era el objetivo?
R. Mi único objetivo era que cuando mi hija llegara al colegio y tomase clase de Tecnología, no aprendiera Word o Excel. Hace dos años llegó y terminó dando clase de Arduino a otros niños. Si la empresa cerrase mañana yo me iría tranquilo. Mi objetivo está cumplido.
La regulación es necesaria. Hay que innovar con cabeza"
P. Confían en crecer con el internet de las cosas. ¿Cree que ese salto es del todo positivo para la sociedad?
R. El departamento en el que yo trabajo se llama Internet de las Cosas y de las Personas. Puede ser una cosa muy útil si se aplica de forma adecuada, pero lo que falta en algunas partes es la visión crítica de la tecnología, quién la aplica de la forma apropiada. Europa está tomando una iniciativa muy buena sobre cómo hay que trabajar con tecnología sobre privacidad, de manera que limita las formas de utilizar la tecnología. Hay que hacer un malabar complejo con tu cabeza para decir cómo puedo hacer un producto que mejore la vida de la gente, pero no robe los datos de la gente.
P. Muchas empresas y empresarios dicen que en Europa hay excesiva regulación y que esta frena la innovación.
R. La regulación es necesaria y como académico tengo que decir que la regulación ayuda a hacer cosas más seguras, aunque haga más difícil hacer innovación inocente. Hay cosas que hay que plantearse. Europa ha creado un marco legal, que es complicado pero que es seguro para la gente. La regulación también ayuda a acertar en la forma correcta, lo complicado es aprender todo lo que hay que aprender para hacerlo de forma correcta. Hay que innovar con cabeza.
Puedes seguir a EL PAÍS Tecnología en Facebook y X o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.