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TikTok
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La Kings League triunfa porque es fútbol hecho TikTok

La competición de ‘streamers’ creada por Gerard Piqué atrae audiencias de millones de personas porque es un espectáculo propio de nuestro tiempo

Un momento del partido entre los Aniquiladores y los Troncos, de las finales de la Kings League. Foto: MARTA PÉREZ (EFE) | Vídeo: EPV
Jordi Pérez Colomé

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En el chat de Twitch, durante una semifinal de la Kings League este domingo, aparecieron algunos mensajes que decían algo así: “Este partido tiene menos ritmo que el otro”. Pero en seguida llegó el momento del dado: un dado gigante decidía cuántos jugadores pueden disputar los dos últimos minutos de la primera parte. Salió que dos, así que cada equipo retiró cinco y en seguida llegaron los goles y la diversión.

Como espectador, este domingo por la tarde, a pesar de no preferir ningún equipo en especial, a pesar de ver fútbol con unos jugadores que son buenos pero no maravillosos, era fácil seguir mirando los partidos. Siempre pasaba algo o estaba a punto de ocurrir: el penalti del presidente, la carta del entrenador, el VAR, algún gol. Era difícil abandonar o despistarse: tu atención como espectador era exigida. Las partes son de 20 minutos, los entrenadores y los árbitros van microfonados y con cámara. El fútbol era fútbol sin más, pero el espectáculo permanente era puro TikTok.

Quizá no es casualidad que en febrero la Kings League fuera la segunda liga mundial con más visualizaciones en TikTok, solo por detrás de la NFL en el mes de la Superbowl. El béisbol en EE UU ha establecido cuatro cambios este año para reducir el tiempo de partido y aumentar la acción:

Un alumno universitario, aficionado a un equipo modesto, me decía esta semana que él no miraba la Kings League, el torneo de fútbol 7 dirigido por el exfutbolista Gerard Piqué y con doce equipos cuyos presidentes son streamers famosos. El alumno lo decía con un tono entre resignado y desafiante: “Eso no es como el fútbol”. Es un tono que todos hemos oído a veces cuando alguien defiende la tradición: las pelis en blanco negro, que Queen sí era música o aquella vida tranquila sin sobresaltos digitales. Igual no es tan puro como antes, pero quizá es más divertido y sobre todo más para esta época.

Por supuesto, como en todo, convivirán todas las opciones. El Mundial o la Champions seguirán siendo fenómenos culturales y deportivos. Pero quien descarte ideas como la Kings League debe saber que la capacidad de atención de las nuevas generaciones ya es distinta.

Un proceso de décadas

TikTok es solo la culminación de un proceso de décadas, donde los planos de las películas y los vídeos se han ido acortando. La Kings League se ha diseñado muy especialmente para seducir unas atenciones centradas en reclamos constantes.

Entre 1930 y 2010, la duración media de un plano en cine (y en tele también a partir de los años 50) ha pasado de casi 14 segundos a apenas 4. Este dato sale del libro Capacidad de atención, de la profesora de la Universidad de California Gloria Mark (pronto lo publicará en español ediciones Urano). Mark dedica un capítulo al ritmo de las producciones audiovisuales, desde películas a TikTok: “Vivimos tan inmersos en un entorno de medios de ritmo rápido durante 10 horas diarias, que es difícil que nuestra capacidad de atención no se vea afectada. No es solo el contenido el que nos afecta, sino también su estructura. ¿Cómo puede ser que nuestra capacidad de atención no haya sido influida por tanto uso de estos medios?”.

La profesora Mark no sabe si fue primero la caída en nuestra capacidad de atención o los vídeos rápidos. Pero solo hay una conclusión: “Estamos en un ciclo donde nuestra capacidad de atención se acorta y la cultura a su vez se adapta y crea condiciones para que nuestras capacidades de atención sigan siendo cortas”.

Ese es el truco que ha usado la Kings League: ha cogido uno de los mayores entretenimientos del mundo, el fútbol, y lo ha convertido en un TikTok, especialmente pensado para todos los que llevamos décadas consumiendo contenido acelerado. Si te gusta el fútbol y aquí te lo dan con más estímulos, es probable que te parezca bien también. Quizá incluso más.

Mark lo llama una “evolución cultural” y lo trata como algo que ocurre y no tiene vuelta atrás. Igual que tiene poco sentido enseñar un TikTok a un ciudadano de 1900, nuestros cerebros se han adaptado a este mundo. Tiene poco remedio: “Nuestra capacidad de atención ha conformado los medios, y los medios a su vez están conformando nuestra atención”. El ritmo de la acción y de los planos no puede ser el mismo que era. El mérito de la Kings League es haber descubierto que había ya un público para un fútbol troceado.

Hay otros dos detalles importantes que la Kings League ha copiado de TikTok y otras redes: uno es obvio, streamers famosos serán los protagonistas. Dos, menos obvio, todo será contenido del que se podrá hablar y hablar con transparencia. Cuantos más micros, debates, follones y naturalidad entre los protagonistas, mejor.

El truco de poner streamers que ya tienen sus audiencias no es nuevo: las veladas de Ibai o las competiciones en Minecraft u otros videojuegos ya lo hacen. Sin embargo, es gracioso que el campeón, Adri Contreras, sea el único tiktoker. A los streamers de Twitch, el más nuevo les ha comido la merienda.

Sobre la transparencia, en una entrevista con EL PAÍS, Piqué dijo: “Los clubes de fútbol protegen demasiado a los jugadores, no les dejan salirse de la raya y el mensaje suele ser siempre el mismo. Nosotros, al revés; somos abiertos y cuanta más presencia en las redes, mejor. Aunque ese contenido no sea fútbol per se. En el fútbol falta información; los clubes deberán abrirse, aunque les costará porque quieren controlar lo que sale. Si no lo hacen, perderán fans”. Aunque hace la trampa de convertir en los protagonistas a los presidentes, no a los entrenadores o jugadores.

El público llegó sobre todo por los streamers, pero luego se quedó porque era buen contenido, hacía reír, pasaba rápido. No es ninguna tontería.

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Sobre la firma

Jordi Pérez Colomé
Es reportero de Tecnología, preocupado por las consecuencias sociales que provoca internet. Escribe cada semana una newsletter sobre los jaleos que provocan estos cambios. Fue premio José Manuel Porquet 2012 e iRedes Letras Enredadas 2014. Ha dado y da clases en cinco universidades españolas. Entre otros estudios, es filólogo italiano.

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