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“No debería ser legal”: el filtro Bold Glamour incendia TikTok

Un algoritmo que rejuvenece y transforma los rostros de los usuarios de la red social desata el debate

Una 'influencer' muestra una foto real frente a otra con el filtro de TikTok
Comparativa de dos imágenes de Kelly Strack usando el filtro Bold Glamour (izquierda) y sin él (derecha).
José Mendiola Zuriarrain

La escena es cada vez más habitual: a lo largo de los paseos marítimos o en los miradores de las montañas, seguro que uno se encuentra con algún adolescente con el brazo estirado, un gesto forzado en su rostro, y sacándose una autofoto o video. Hay muchas posibilidades de que este segundo termine en TikTok para el sometimiento del juicio de sus espectadores: alabanzas, burlas… Las redes sociales no perdonan y la presión social a la que se someten los más expuestos (los adolescentes), es brutal. En este sentido, un nuevo filtro en TiklTok está revolucionando esta red social, y algunas voces críticas están alertando de su peligro.

Nos referimos a Bold Glamour, un filtro que aplica un algoritmo mediante el cual el rostro se rejuvenece, desaparecen las arrugas y las facciones se marcan. Lo estará pensando: “¿Esto no existía ya antes?”, y sí, la respuesta es afirmativa, lo destacable de este nuevo filtro es la precisión con la que transforma el rostro y lo hace parecer más joven.

“No debería ser legal”

La aplicación de este filtro es similar a la de otros precedentes: una vez abierto TikTok, se presiona sobre el icono ‘+’ y tras ello, sobre “Efectos”, donde se verá el filtro Bold Glamour representado por dos rostros. Hay que destacar que todavía no está disponible en todos los mercados, con lo que es posible que no le aparezca en su menú de la red social. Una vez pulsado, sobran las explicaciones: esta capa aplica la inteligencia artificial con una precisión quirúrgica para eliminar todo lo que afea a la estética en el rostro: arrugas, palidez, líneas sin marcar…

La transformación es inminente y el realismo de esa nueva imagen le deja al adulto un tanto desubicado y la reflexión es inmediata: ¿Qué impacto tiene la aplicación algorítmica de la belleza instantánea en un adolescente? “Esto no debería ser legal”, zanja, Kelly Strack, conocida en la red social. Strack acompaña esta declaración con la secuencia de su rostro, impoluto y maquillado, aparentemente nada más salir de la cama. El espectador es consciente de la trampa mental en la misma secuencia al desactivar Strack el filtro y mostrar una joven al natural tras haberse despertado: con sus ojeras, y por descontado, cero maquillaje.

La metamorfosis tiene lugar en tiempo real y ante los ojos de todo el mundo, que caerá en la tentación de encontrar “las siete diferencias” en un rostro y otro para descubrir las claves de la mejora. Y no es tarea fácil: algunas modificaciones son evidentes, como la aplicación de un maquillaje perfecto o la eliminación de las arrugas; otras, no lo son tanto, como el perfilado del rostro. Pero la transformación es evidente.

“Es perjudicial poner todo el valor de nuestra persona en la imagen”

La tiranía de la belleza se aplica con dureza en las redes sociales y el realismo de este filtro no ha hecho sino avivar un debate siempre presente en Instagram, y TikTok: la esclavitud de nuestros jóvenes a los patrones de belleza. “Es perjudicial poner todo el valor de nuestra persona en la imagen”, explica Juan Bautista Jordán, psicólogo que cuenta entre sus pacientes jóvenes con patologías derivadas de las redes sociales; este experto cita al “refuerzo narcisista” que supone aplicar estos filtros de belleza y sus consecuencias: “pueden provocar un bloqueo en etapas muy tempranas del desarrollo”.

¿Y qué opinan los influencers de este nuevo filtro? La española Claudia García suele aplicar filtros con frecuencia ante sus más de cinco millones de seguidores en TikTok, y si bien reconoce que los filtros pueden ser “divertidos”, como los que sustituyen la cara o el color de pelo o cejas, “hay filtros que pueden crear muchísima inseguridad”. García se refiere a aquellos en los que “te retocan la cara, te ponen los labios mas grandes, te retocan los pómulos, te hacen la cabeza más pequeña”; según esta popular usuaria de la red social, estos filtros te muestran “de una manera que se supone que es perfecta o guapa y eso al final acaba creándote muchos complejos y creo que ese tipo de filtros la gente no debería utilizarlos”.

Esta capa de “atrezzo” que provee el algoritmo no es nueva en TikTok: en abril de 2020, una chica australiana —bajo el usuario, @mzznofilter— hizo viral la etiqueta: #catfish al publicar una imagen suya manipulada mediante los algoritmos de Snapchat, comparada con otra suya real. En aquel vídeo, la diferencia física era evidente y ramplona, inundando la red social de secuencias en las que los usuarios mostraban su antes y después de la aplicación de filtros.

Bold Glamour eleva el listón de la perfección, en la aplicación del algoritmo, pero también en los cánones de belleza a los que se someten millones de jóvenes en la red social.

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Sobre la firma

José Mendiola Zuriarrain
Es colaborador en la sección de Tecnología de EL PAíS. Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Deusto, escribe desde 2007 sobre nuevas tendencias y tecnología.

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