Oppo Find N, a prueba: un pliegue perfecto para destacar entre los móviles que se doblan
El móvil, que cuenta con cinco cámaras y un potente procesador, todavía no ha llegado al mercado europeo
La producción de teléfonos plegables de Samsung se triplicó en 2021, según un informe de la firma Display Supply Chain Consultants. Durante los últimos tres años el fabricante ha lanzado varios teléfonos que pueden doblarse por la mitad y volver a desplegarse una y otra vez. Pero cada vez tiene más competencia. EL PAÍS ha tenido un primer contacto con el Oppo Find N, un terminal que recuerda bastante al Galaxy Z Fold 3 y aspira a plantar cara al plegable más potente de Samsung.
Oppo fue el cuarto fabricante que más teléfonos vendió en el último trimestre de 2021, según la marca de análisis de mercado Canalys. El principal inconveniente de su primer móvil plegable es que sólo se puede comprar en China. La compañía todavía no ha anunciado cuándo llegará el terminal al mercado europeo ni, en el caso de que lo haga, cuánto costará. En el país asiático su precio parte de los 7.699 yuanes. Es decir, unos 1.070 euros. El modelo que ha probado este periódico cuenta con un software diseñado para China. Por lo tanto, algunas funciones básicas de Android están limitadas y algunas aplicaciones no están optimizadas para la pantalla principal. Esto, según la compañía, no ocurrirá si el terminal llega al mercado europeo.
Cuando el Oppo Find N está plegado, tiene un diseño menos alargado y más cuadrado que los Galaxy Fold. Su panel externo, de 5,49 pulgadas, está pensado para poder ser utilizado con una sola mano —aunque resulta más cómodo controlarlo con las dos—. En el día a día el móvil resulta un poco grueso y pesado (275 gramos). Su trasera tiene un acabado mate elegante en el que prácticamente no quedan marcadas las huellas dactilares al usarlo. En ella, destaca un módulo de cámaras rectangular muy bien integrado gracias a unas ligeras curvaturas en sus laterales.
Uno de los puntos fuertes del terminal de Oppo frente a los plegables de Samsung es que cuando está cerrado los dos laterales del teléfono se cierran a la perfección. Es decir, no queda ningún espacio entre ellos, lo que dificulta que el polvo u otras sustancias puedan colarse por el medio y dañar la pantalla. El móvil, que resulta bastante robusto, puede abrirse como si fuera un libro para dejar paso a una gran pantalla de 7,1 pulgadas. Si se arrastra el dedo por el panel, apenas se percibe la hendidura que suelen tener los móviles plegables y a simple vista prácticamente no se ve. El fabricante promete que la bisagra puede soportar más de 200.000 cierres. O lo que es lo mismo, más de 100 cierres al día durante cinco años.
Mientras que la pantalla secundaria tiene una tasa de refresco de 60 Hz, la principal alcanza los 120 Hz. Este parámetro hace referencia a la cantidad de veces que la pantalla se actualiza por segundo. Por lo tanto, cuanto más alto sea, más fluida es la experiencia y más suaves son las transiciones entre diferentes aplicaciones. Aunque también se precisa más batería. En el caso del Z Fold 3, ambas pantallas alcanzan los 120 Hz. Otros fabricantes optan también por frecuencias de actualización diferentes en sus pantallas. Por ejemplo, la pantalla interna del Honor Magic V tiene una tasa de refresco de 90 Hz mientras que la del panel exterior alcanza los 120 Hz.
Un dispositivo multiuso
El objetivo de la marca china es que el Oppo Find N sea el móvil, la tablet y el ordenador, pero en un sólo dispositivo. Aunque esta meta aún queda bastante lejos, el terminal tiene varias funciones interesantes. Usarlo desplegado resulta similar a utilizar una tablet pequeña. La experiencia al visualizar contenido multimedia y jugar en su gran pantalla es muy positiva. Sus dimensiones también permiten utilizar varias aplicaciones a la vez. Por ejemplo, es posible visualizar un vídeo en un lateral del panel mientras que en el otro se hace una búsqueda en Google.
Al igual que ocurre con los plegables de Samsung, la bisagra del Oppo Find N puede permanecer abierta en cualquier ángulo. Esto permite que el móvil pueda utilizarse como si fuera un portátil o como un dispositivo en forma de L. Esta opción puede resultar útil para hacer fotos o grabar vídeos sin necesidad de tener un trípode o para realizar videollamadas con las manos libres.
El Find N incorpora cinco cámaras en total. Tres de ellas están en el módulo trasero: una principal de 50 megapíxeles, una ultra gran angular de 16 megapíxeles y un teleobjetivo de 13 megapíxeles con zoom óptico de dos aumentos. Además, cuenta con dos cámaras frontales —una en cada pantalla— de 32 megapíxeles cada una. En este caso ambos sensores están a la vista, a diferencia de lo que ocurre con la cámara de la pantalla frontal del Galazy Fold 3, que está algo camuflada con píxeles sobre la lente.
El usuario puede además sacarse selfies con las cámaras traseras y previsualizarlos en la pantalla secundaria del móvil. En el apartado fotográfico, en general se consigue un buen nivel de detalle y un buen rango dinámico en condiciones con buena luminosidad. Cuando no hay mucha luz, aunque los resultados también son positivos, los sensores sufren algo más. Especialmente las fotografías tomadas con el gran angular presentan bastante ruido.
El terminal es compatible con el 5G y rebosa de potencia gracias a uno de los procesadores más potentes de Qualcomm, el Snapdragon 888. Además, está disponible en dos modelos: uno de 8GB de memoria RAM y 256GB de almacenamiento y otro de 12GB de memoria RAM y 512GB de almacenamiento. En las pruebas realizadas no se ha producido ningún lag o retardo al ejecutar distintas aplicaciones. El terminal tiene una batería de 4.500 mAh y una carga rápida de 33W que, en teoría, puede cargar el terminal al 55% en 30 minutos y al 100% en 70 minutos.
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