Adiós a Calibri: Microsoft cambia la letra que usan por defecto millones de usuarios de Word, Excel o PowerPoint
La empresa va a decidir entre cinco propuestas. Hablamos con tres diseñadores para saber cómo ha de ser la tipografía ideal y qué opinan de las alternativas
Cada vez que escribe un correo en el programa Outlook o abre un documento de Microsoft Office (ya sea Word, Excel, PowerPoint, entre otros), como hacen millones de personas cada día, el programa usa por defecto (o de forma predeterminada, es decir, automáticamente si no se elige otra) un tipo de letra llamado Calibri. Es así desde 2007, año en el que reemplazó a la legendaria y añeja Times News Roman. Pero a la Calibri le queda poco de reinado. La empresa estadounidense va a decidir la nueva opción por defecto entre cinco candidatas. “Querida Calibri”, asegura la propia compañía en su anuncio. “Nos ha encantado el tiempo que hemos pasado juntos, pero hemos superado esta relación”.
Para ello, Microsoft ha encargado cinco propuestas a nueve diseñadores. Sus nombres, Tenorite, Bierstadt, Skeena, Seaford y Grandview. Solo una de ellas será la elegida para aparecer por defecto en cada nuevo documento, pero las restantes cuatro pasarán a estar disponibles entre las más de 260 opciones que vienen integradas en el Microsoft Word y en el resto de programas de Office. Las cinco, por cierto, están ya disponibles a modo de prueba en Microsoft 365.
Microsoft asegura que “es tiempo de evolucionar”. José María Ribagorda, diseñador (su letra Ibarra Real está en Google Fonts) y coordinador de Diseño Gráfico de la Escuela de Diseño Gráfico de Madrid, está de acuerdo y afirma que el Word es un producto “que se ha quedado anticuado” frente a competidores como Google Docs y que cambiando la letra “dan una sensación de juventud”.
¿Y por qué este cambio es tan importante para nosotros como usuarios? “Porque la siguiente tipo redefinirá el concepto de familiaridad tipográfica para millones de personas”, asegura Pedro Arilla, diseñador de tipografías. Entre sus clientes se encuentran MotoGP o el ron Zacapa, además de haber participado en proyectos para Google o Amazon. “Desconozco el porcentaje exacto de documentos que se deben generar en el mundo con Office, pero apuesto a que es muy alto. Y entre ellos: ¿cuántos van con la fuente por defecto? Diría que, de nuevo, un altísimo porcentaje”. Sus competidores optan por opciones más clásicas: Apple usa la Helvertica Neue en Pages; y Google, la Arial en Google Docs.
La era de la Times
La Times New Roman es una tipografía con más de 80 años de historia. Esta fue la primera fuente que usó Microsoft en su suite Office, en los tiempos en los que gobernaba nuestros ordenadores con mano de hierro. Y eso que “no funcionaba bien para pantalla”, explica el diseñador Andreu Balius, que ha trabajado para SEAT o para Ferrovial, entre otros clientes. “En un principio el fin último de los documentos Word era la de ser imprimidos posteriormente, y ahí la Times sí se leía bien”. Diego Areso, director de arte de EL PAÍS, explicó a Verne que “al ser un tipo de letra que estaba en todos los ordenadores también fue al que se recurrió con más frecuencia en las primeras páginas web”.
EL PAÍS, por cierto, usó Times New Roman hasta 2007. Ese año la sustituyó por la Majerit en sus versiones impresa y digital. Según Areso, se trata de un tipo de letra parecido a Times New Roman, pero que también tiene más personalidad. En 2015 se añadió la Benton para los textos en la web (por ejemplo, este texto que está leyendo ahora mismo).
Bailus sostiene que el principal problema de esta fuente era lo que se llama las gracias, serifas, remates, patines o terminales: esos pequeños adornos que llevan algunas fuentes en sus extremos. “El problema de la serifa es que con las pantallas de baja resolución, antes de la llegada de las pantallas modernas, el dibujo de la letra no se ajustaba con el píxel y las formas de las letras no se definían en pantalla. Tenías que aplicarla a cuerpos muy grandes”. Las letras sin serifa se llaman de palo seco o sans serif. Las cinco propuestas que maneja Microsoft se encuadran dentro de esta categoría. Las que lo tienen suelen llamarse romanas.
La llegada de Calibri
Microsoft puso solución a este problema en 2007, cuando implantó un nuevo tipo de letra diseñado ex profeso por Lucas de Groot. “La Calibri es una tipografía muy buena”, opina Andreu Balius. “Está diseñada para pantalla, usando la tecnología y las resoluciones de pantalla del momento”. Según Pedro Arillo, “Calibri fue una evolución enorme con respecto a Times New Roman en cuanto a amabilidad visual. Es una sans-serif moderna y suavizada, más acorde con el medio digital y con la ruptura que se quería hacer con respecto al lenguaje físico”.
¿Por qué funcionó la Calibri? A los tipos de letra predeterminados les pasa algo parecido a los árbitros en las competiciones deportivas: cumplen su función cuando pasan desapercibidas. “Rara vez les damos importancia, y ahí radica su mayor don”, asegura la propia Microsoft. ¿Qué cualidades técnicas ha de tener un tipo de letra? La diseñadora Laura Meseguer, autora de tipos para Google y trabajos para prensa y ayuntamientos como el de Barcelona, cree que sus caracteres han de ser “suficientemente diferenciados”, que ha de haber un espaciado óptimo “generoso” para que el ojo se acomode bien a la lectura y que sea adecuada para muchos contextos, editorial y títulos. “Funcional cuando es a tamaño de texto y elegante y distintiva cuando se usa en títulos”.
Some better samples.
— Typographica (@typographica) April 28, 2021
No serif was commissioned, and that the majority of initial responses prefer the grotesque (Bierstadt) and geometric (Tenorite), but that’s no surprise. In single letters and short words folks naturally prefer the familiar and rational type of modern OSes. https://t.co/mCPNCNGg0L
¿Cómo son las nuevas propuestas?
“Las nuevas propuestas están muy bien desde un punto de vista de diseño”, sostiene Pedro Arilla. “No hay, sin embargo, tanta variedad como sería deseable”. En la actualidad hay una clara tendencia al palo seco, explica Balius. “Y todas las propuestas van en esa línea”. Para Balius, la Tenorite sigue “un poco” las pautas de la Calibri, con un “palo seco más humanista, de contraformas [el blanco interior del signo] abiertas”. En su opinión, la Skeena, se asemeja a las romanas y presenta “más diferencias entre trazos gruesos y trazos finos”. En la Grandview, el diseñador observa similitudes con la DIN, la usada en las señales de tráfico en Alemania. “Esta tipografía tiene mucha personalidad”, asegura, “y, por eso, no sería buena como letra por defecto: no daría el tono adecuado”.
“Skeena y Seaford me parecen las más originales”, asegura Laura Meseguer. Coincide en su opinión Pedro Arilla, que las ve “algo más arriesgadas en cuanto al cambio que supondrían, aunque no tengo claro hasta qué punto el usuario medio podrá distinguir los matices”.
La preferida de Ribagorda es Seaford, que cuenta, en su opinión, con una familia más completa y una “cursiva más real”. Para este diseñador, sin embargo, los cambios han de ir más allá. “En realidad, Microsoft ha de cambiar todo el Word, que presenta grandes fallos de usabilidad y de diseño, y esto no lo solucionan con un cambio de letra por defecto: hay que renovar tanto la interfaz como las hojas de estilo (una hoja de estilo es una combinación predefinida de un tipo de fuente, un color y un tamaño de letra que se puede aplicar en cualquier texto de un documento)”. Y sentencia: “El Word es uno de los programas más horrorosos que existen”.
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