Probamos el ultraportátil de lujo más delgado del mundo

Atraer todas las miradas. Ese ha sido el objetivo de HP al crear su nuevo Spectre, un portátil al que la firma ya ha catalogado como el más fino del mundo gracias a sus 10,4 milímetros de grosor. Más allá de estas impresionantes medidas, su acabado también ha sido cuidado hasta el último detalle. Está fabricado con aluminio y fibra de carbono, una combinación muy resistente que reduce su peso a 1,1 Kg. No es el más ligero del mercado (el Macbook de Apple, por ejemplo, pesa 920 gramos), pero es una cifra muy atractiva para un modelo de 13 pulgadas. Las piezas están perfectamente ensambladas y el aspecto global es excelente, bañado en tonos champagne brillante y negro mate. Un detalle más que da muestra de su exclusividad lo encontramos en el logo, que ha cambiado y en esta ocasión se basa en cuatro líneas rectas que representan las letras en minúscula, sin cerrar trazos.

Para mirar

Posee una pantalla IPS sin bordes, con Corning Gorilla Glass y resolución Full HD. La visualización de contenidos es muy buena, con niveles de brillo y contraste adecuados, buena representación del color y un amplio ángulo de visualización, que sólo se ve entorpecido en exteriores por los reflejos que provoca el recubrimiento de cristal.

Se le pueden poner un par de pegas. La primera, no haber aumentado algo más la resolución: tratándose de un modelo Premium, y con las prestaciones de los dispositivos de la competencia como referencia, habría sido un punto a favor. Probablemente, se deba al aumento de grosor y consumo energético que supondría. La segunda es la ausencia de capacidad táctil, que algunos también echarán de menos.

La pantalla y el resto del equipo se unen a través de una bisagra “de pistón” diseñada para la ocasión y que queda oculta al abrir y cerrar el equipo. Es un mecanismo muy interesante y simple, que cumple bien su función y sólo tiene alguna limitación a la hora de abrir mucho la pantalla, algo necesario por ejemplo cuando se utiliza el portátil sobre las piernas.

Para completar las capacidades multimedia del nuevo Spectre se ha contado con la ayuda de la firma danesa Bang & Olufsen. El resultado es un sistema de sonido estéreo con los altavoces distribuidos a ambos lados del teclado y localizables gracias al diseño geométrico en la carcasa. El audio que proyectan está bastante bien balanceado, aunque el volumen no es particularmente alto; y eso que incluyen la tecnología HP Audio Boost, que ha sido pensada para ello. Por eso, son adecuados para ver alguna película o vídeos on line, pero para un uso intensivo recomendaríamos unos auriculares o unos altavoces externos.

Uno para todos

Otra de las medidas que han tomado los ingenieros de HP para adelgazar al máximo su equipo ha sido desplazar todos los conectores de los laterales hasta su zona trasera dónde se localizan, únicamente, una conexión de audio y tres puertos USB tipo C. Estos últimos sirven para todo: cargar el portátil, llenar la batería de otros terminales móviles, conectar dispositivos por USB, proporcionar una salida de vídeo o para pantallas HD… Dos de ellos, incluso, soportan Thunderbolt 3, por lo que ofrecen conexión de datos de alta velocidad. Esta apuesta supone que será indispensable hacerse con un buen conjunto de adaptadores, porque todavía no son muchos los dispositivos con este estándar. Se puede empezar con el cable USB-C a USB 3.0 que viene de serie.

El teclado, por su parte, también ha sufrido algunos ajustes, con una sutil reducción en el recorrido de las teclas, es decir, la distancia que recorre una tecla entre su posición de reposo y presionada al máximo. Son 1,3 milímetros, suficiente para que sintamos que estamos presionando una tecla pero algo menos de lo habitual. Por eso, es necesario un tiempo de aprendizaje. Una vez superado resulta un teclado cómodo y con el que se cometen pocos errores. Además, su sistema de retroiluminación permite utilizarlo en cualquier condición lumínica.

Potente

Las especificaciones técnicas del HP Spectre pueden sorprender teniendo en cuenta sus dimensiones, sobre todo en lo que se refiere a la elección del procesador. Cuando lo normal en un portátil con estas características sería optar por un Intel Core M, HP ha decidido montar un Intel Core i. En concreto, está disponible en dos opciones de configuración: i5 o i7. Ambos incluyen 8 Gb de memoria RAM y 256 Gb de memoria interna en un disco SSD, con una diferencia entre ellos de 100 euros. El funcionamiento general del modelo con i7 (el que hemos probado) es óptimo, permitiendo reproducir vídeo HD, utilizar aplicaciones de productividad sin ningún retardo y con varias tareas ejecutándose de forma simultánea. Quizá el aspecto más flojo sea el de los gráficos, con un módulo Intel HD 520 integrado en la propia placa que se queda corto para los juegos más exigentes.

Uno de los retos a los que es inevitable enfrentarse con esta configuración es el de la refrigeración, nada fácil con unas dimensiones como éstas. La solución ha sido utilizar un sistema hiperbárico que extrae aire frío y lo distribuye por el interior, para luego expulsar el aire caliente. De esta forma, consigue enfriarlo de forma más eficiente. El ruido que provoca es mínimo, aunque aumenta un poco cuando lleva muchas horas encendido y hace mucho calor. En ningún caso llega a resultar molesto.

Un último aspecto a analizar es la autonomía. Aunque la firma no ofrece la capacidad exacta de su batería, sí señala que está formada por un sistema híbrido que distribuye cuatro celdas prismáticas por todo el dispositivo, ofreciendo alrededor de 9 horas de uso. La cifra es bastante realista y acorde con otras alternativas del mercado, aunque si la intensidad de uso es alta puede reducirse de forma sustancial.

Más que una cara bonita

Sin duda, la principal razón de compra de este portátil es el diseño. Los hay más potentes y más baratos, pero no tan finos y con un aspecto tan Premium. Para conseguirlo, se han hecho sacrificios en los componentes: resolución de la pantalla, autonomía de la batería, variedad de conexiones…Pero sorprende positivamente en cuanto a su configuración, que se adapta sin problemas al uso que le pueda dar un consumidor medio. Su precio está en la línea de otras propuestas del mercado.