Bruselas autoriza el uso de móviles en los aviones
El servicio, que se ofrecerá a través de la antena satélite del aparato, estará deshabilitado en el despegue y aterrizaje
La Comisión Europea ha aprobado las normas que permitirán la utilización del teléfono móvil a bordo de los aviones en las mismas condiciones en los 27 Estados miembros, tanto para efectuar y recibir llamadas como para enviar o recibir mensajes de texto de manera segura durante los vuelos. Las reglas armonizan la concesión de licencias y los requisitos técnicos para la prestación de este servicio, independientemente de las fronteras que se atraviesen.
Con este nuevo sistema, que ya ha sido puesto en marcha de manera experimental por Air France en algunos de sus vuelos europeos, los teléfonos de los pasajeros estarán conectados a una red celular a bordo que se comunicará con tierra vía satélite. Al mismo tiempo, el sistema evitará que los teléfonos se conecten directamente con las redes móviles terrestres, evitando así las interferencias. La potencia de transmisión se mantendrá en un nivel suficientemente bajo para que los teléfonos puedan utilizarse sin que la seguridad de los equipos del avión o el funcionamiento normal de las redes móviles terrestres se vean afectados.
La decisión del Ejecutivo comunitario armoniza los parámetros técnicos para el uso del teléfono móvil en el avión, adjudicando a este servicio una frecuencia común en Europa (1.800 megahercios). Además, sienta las bases para permitir el reconocimiento en toda la UE de las licencias nacionales concedidas a las diferentes compañías aéreas por el Estado miembro en que estén registradas. Por ejemplo, una aeronave matriculada en Francia o en España podrá ofrecer estos servicios a los pasajeros al sobrevolar Alemania o Hungría sin necesidad de procedimientos adicionales de autorización.
Estas reglas ya han recibido el visto bueno tanto de los Estados miembros como de la Eurocámara. Los países de la UE tienen un plazo máximo de seis meses para ajustarse a ellas, aunque la prestación de los nuevos servicios podría empezar antes, según ha explicado el portavoz de Telecomunicaciones, Martin Selmayr.
Además de estas medidas, la Agencia Europea de Seguridad Aérea de la UE y las autoridades nacionales de aviación civil se encargarán de certificar que los equipos para la utilización de los teléfonos móviles durante el vuelo cumplen todos los requisitos de seguridad aérea. Por otro lado, las autoridades nacionales competentes en materia de Justicia e Interior están estudiando los problemas de protección que plantea el uso de los móviles durante el vuelo.
Precios más altos
La comisaria responsable de Sociedad de la Información, Viviane Reding, ha señalado que "los servicios de telefonía móvil durante el vuelo pueden ser una novedad muy interesante, en particular para las personas en viaje de negocios que necesitan poder comunicarse en cualquier momento y lugar". No obstante, ha subrayado que su éxito "depende de los consumidores no deban pagar una factura telefónica desorbitada".
Por ello, ha reclamado a los operadores que sean "transparentes e innovadores en sus ofertas de precios". El nuevo servicio no está cubierto por el reglamento de la UE sobre el roaming, que impone un tope a las tarifas por el uso del móvil en el extranjero pero sólo en redes terrestres. El portavoz de Telecomunicaciones no quiso pronunciarse sobre cuál puede ser el precio adecuado para el uso del móvil en el avión, aunque ha admitido que será "más caro" que el de una llamada normal porque supone mayores costes para las compañías.
De momento, el Ejecutivo comunitario no tiene intención de regular las tarifas por considerar que se trata de un servicio nuevo y que son los propios proveedores los responsables de fijar los precios. No obstante la Comisión "seguirá de cerca el nivel y la transparencia de los precios cobrados a los consumidores".
La comisaria Reding ha pedido además a las compañías aéreas y a los operadores que creen a bordo de los aviones "las condiciones adecuadas para garantizar que el uso de los servicios de comunicación durante el vuelo no suponga una molestia para los demás pasajeros".
Pero Selmayr ha explicado también que Bruselas no tiene intención de regular sobre esta cuestión y que son las propias compañías aéreas las que deben decidir si permiten únicamente enviar mensajes de texto, si reservan un espacio de la aeronave para el uso del móvil o si permiten que se hable por teléfono todo el tiempo y en todos los lugares del avión.
En todo caso, estos servicios sólo podrán utilizarse a una altitud mínima de 3.000 metros, es decir, que se deshabilitarán durante el despegue y el aterrizaje.
Posibilidades técnicas del uso del móvil en el avión
La nueva normativa europea para regular el uso del móvil en el avión significaría que las compañías ya estudian seriamente la posibilidad de ofrecer a sus viajeros el servicio.
Paradójicamente las interferencias emitidas por los móviles afectan a los aviones de última generación puesto que afecta a sus tendidos de fibra óptica. Un problema que los modelos más antiguos de aviones no presentan, ya que no cuentan con dispositivos de fibra óptica y por tanto las interferencias no les afectarían. "De ahí que se esté trabajando en intentar revestir los cables de fibra óptica de los nuevos modelos para que el avión quede inmune a las interferencias", asegura Julio Fernández, director de comunicación de Globalia a ELPAÍS.com.
Otro de los condicionantes para poder hablar por teléfono es la altura de vuelo y las condiciones meteorológicas que dificultan la recepción de la señal; a determinada altura la señal de la antena terrestre no llega al terminal por lo que no habría cobertura. De ahí que se acuda a sistemas por satélite para realizar una llamada, lo que incrementaría el precio de la llamada al usuario: "Dentro del avión tiene que existir un teléfono por satélite, funciona como antena receptora capaz de captar las señales del teléfono del viajero y luego emitirlas a un satélite", asegura Fernández.
Los 3.000 metros son una altura crítica. A esta altura los aviones se sitúan para realizar la maniobra de despeje o aterrizaje por lo que el uso del teléfono móvil estaría terminantemente prohibido.
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