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Vibrantes mercados en todo el mundo para la alta tecnología estadounidense

Sería fácil llegar a la conclusión de que las exportaciones estadounidenses aumentaron un 12,7% en 2006 porque el dólar está barato, lo cual hace que productos como el maíz o el trigo resulten más asequibles para los compradores internacionales

No hay duda de que eso influye en la exportación. Pero quizá no sea la mejor explicación para el aumento del valor de las mercancías que los estadounidenses envían al extranjero. Pregúntenles a los habitantes de Waterloo, Iowa. Allí, en una fábrica, miles de trabajadores producen tractores John Deere de alta tecnología, equipados con un sistema de seguimiento por satélite, para exportar a China, India, Europa Central y las ex repúblicas soviéticas de Asia Central, entre otros destinos. Las ventas de estos tractores en el extranjero se han duplicado en los últimos cinco años.

"Hay más líneas de código informático en estos tractores que en la lanzadera espacial", dice Dave Everitt, director de la sección agrícola de Deere & Company para Norteamérica, Australia y Asia.

Aunque el abaratamiento del dólar ha tenido algo que ver, en especial en las ventas a Europa Occidental, los tractores se venden porque se pueden guiar por satélite con precisión y gracias a un sistema de "potencia inteligente" capaz de proporcionar más potencia cuando se necesita y al mismo tiempo cumplir con las normas sobre emisión de gases.

"No competimos en precio. No competimos en volumen", afirma Everitt. "Competimos en darle calidad al cliente". Deere fabrica tractores de gama intermedia en Brasil, China, India y México, pero los más grandes y más avanzados se producen en Estados Unidos.

También es digno de señalar dónde aumentan las ventas. Cada vez más, los países de Asia, Latinoamérica y el antiguo bloque soviético se están convirtiendo no sólo en proveedores de mano de obra barata, sino también en vibrantes mercados para Deere y otros. Las empresas estadounidenses están fabricando muchos bienes duraderos y otros bienes de equipo que estos países necesitan para mejorar sus infraestructuras en agricultura, atención sanitaria, distribución de alimentos y otras áreas. Las exportaciones de productos manufacturados estadounidenses se benefician desde hace años de las mejoras tecnológicas y de productividad, y no sólo de los cambios monetarios.

"Superamos a los europeos y a los japoneses en desarrollo de productos y en productividad", opina Peter Morici, economista de la Universidad de Maryland. "El sector manufacturero de EE UU tiene el nivel de productividad más elevado del mundo, en especial en bienes duraderos. Hacemos más con menos trabajadores".

Las exportaciones de mercancías estadounidenses superaron en 2006 el umbral de los 750.000 millones de euros, de acuerdo con la Oficina del Censo. Desde enero de 2002, el dólar ha descendido aproximadamente un 17% respecto a las monedas de los grandes socios comerciales, lo cual ha estimulado tanto las exportaciones de bienes manufacturados como las de materias primas.

Las grandes multinacionales tienen ventajas para exportar, porque les resulta más fácil establecer redes de ventas y mercadotecnia, y sistemas de soporte técnico, así como bases para la fabricación de productos de gama más baja en el extranjero. Caterpillar, por ejemplo, exportaba el año pasado equipos de construcción por valor de 7.500 millones de euros, a pesar de que tiene una extensa fabricación en el extranjero. Pratt & Whitney, una rama de United Technologies, exporta más motores a países que están ampliando sus líneas aéreas, y Applied Material exporta el 80% de sus equipos de semiconductores a países, la mayoría asiáticos, que están construyendo su industria de microprocesadores.

Pero también hay actores de tamaño medio en el juego. Sealed Air Corporation, una empresa que factura 3.300 millones de euros al año, con sede en Elmwood Park, Nueva Jersey, exporta a China bolsas para líquidos intravenosos desde una fábrica de Duncan, Carolina del Sur. La razón es que el sistema sanitario estatal chino está intentando mejorar su nivel de servicio. "El mercado sanitario chino se basaba en botellas en posición invertida para soluciones intravenosas", comenta William V. Hickey, director gerente de Sealed Air. Esas botellas de cristal no son tan higiénicas como las de plástico, exigen más espacio de almacenamiento y tienden a romperse, dice.

Aunque las exportaciones de bolsas de la empresa no alcanzan todavía los 75 millones de dólares al año, aumentan más del 10% anual. En total, el 52% de los productos fabricados por Sealed Air, inventor del plástico de burbujas para envolver, se vende fuera de Estados Unidos. Como sus hermanas mayores, las empresas medianas suelen tener sus procesos de fabricación en otros países, además de exportar desde Estados Unidos.

"La idea de que las grandes multinacionales lo hacen todo fuera y las pequeñas y medianas empresas son exportadoras puras es un mito", opina John Endean, presidente de la Conferencia Empresarial Estadounidense, que representa a pymes. "Algunos de los pequeños exportadores con más éxito siguen en gran medida el mismo patrón que los grandes".

Aunque a las empresas que, digamos, no superan los 75 millones de euros en ventas les sigue resultando difícil exportar ?porque no encuentran financiación y el envío de productos es complejo y caro? es probable que la locomotora exportadora estadounidense siga aumentando sus ventas.

"Sabemos que los países emergentes han obtenido buenos resultados en años anteriores", comenta Ken Mayland, presidente de ClearView Economics, de Cleveland. "Están ascendiendo por la curva de la renta. Una vez lo consiguen, quieren vivir como nosotros. Ésa es la gran esperanza. Por eso creemos firmemente en la probabilidad de que el sector de la exportación sea el más destacado de la economía estadounidense durante muchos años".

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