La Alianza y la Horda siguen a la gresca

WoW

Tres noticias del mundo del ocio digital atraen nuestra atención el último día de la semana. La primera nos recuerda que el lanzamiento de la primera expansión para el jugadísimo (siete millones y medios de personas están suscritas) World of Warcraft, The Burning Crusade es inminente: el próximo martes 16 de enero, en toda Europa. Y varias cadenas de distribución, al menos fuera de España, abrirán sus puertas a medianoche para atender a los fanáticos de este juego de rol on-line. La segunda abunda en la que dábamos ayer. Si en Japón la consola Wii había vendido ya un millón de unidades, el doble que la PS3, en Estados Unidos el éxito se repite, aunque menos: 600.000 para la de Nintendo contra 500.000 de la de Sony. La tercera no está demasiado confirmada, pero muchos se hacen eco de ella: Harrison Ford rechazó realizar un spin-off de la saga La Guerra de las Galaxias, en la piel de Han Solo, claro, a pesar de que George Lucas le puso sobre la mesa 20 millones de dólares. Bien por el sexagenario.

Más datos, más rápido

No va a cambiar inmediatamente la manera de funcionar de los intermediarios de compra venta de acciones, pero es un gran paso que demuestra que los mercados de valores, por tecnológicos que sean, tienen que hacerse mucho más cercanos, mucho más globales, si quieren mantener su influencia. Hasta el momento, alguien que quiera comprar o vender acciones a través de la página web de su broker y en alguno de los mercados electrónicos del mundo, sólo puede conocer su cotización real, al instante, consultando directamente con el agente. Ninguna web financiera ofrece los datos reales, sino que éstos se suministran siempre con saltos de unos 15 minutos. Eso hace que los particulares sólo puedan conocer el precio de un valor al instante recurriendo a servicios de información de pago, al estilo de Bloomberg. Y decimos que hasta ahora, porque uno de los mayores mercados del mundo, el de Nueva York (NYSE en sus siglas en inglés) permitirá que cualquier servicio web que lo desee provea a sus visitantes con el chorro de datos en tiempo real pagando 100.000 dólares (unos 77.000 euros al mes). Si el ejemplo cunde -es casi inevitable que lo haga-, los mercados financieros estarán aún más cerca de los pequeños inversores.

Asimo y el porno

En el listado rápido de noticias que completan un día irregular tenemos que meter el Asimo de Honda, ese robot blanco -un poco cabezón- que se parece a un humano. En la feria de electrónica de consumo CES, que estos días se celebra en Las Vegas, la compañía japonesa ha presentado su versión más reciente, que además de bailar, ya sabe correr que se las pela, y subir escaleras. Otro paso más. Y respecto a la aburridísima guerra de formatos de los nuevos DVDs, una noticia que alegrará a Toshiba: la industria del porno, un reclamo muy poderoso para muchos consumidores, prefiere el HD DVD porque es más barato de producir.