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El alma primigenia de las pinturas al descubierto

La tecnología ayuda a desentrañar en el Museo del Prado lo que ocultan las grandes obras de arte

Las siniestras pinturas negras de Goya escondían algo. Tras Saturno devorando a su hijo se ocultaba la imagen de un hombre que bailaba alegre. El equipo de investigación del Gabinete de Documentación Técnica del Museo del Prado hizo el descubrimiento. Una radiografía de la obra llevó al equipo que dirige Carmen Garrido a tan sorprendente revelación. Nadie lo esperaba. Habían descubierto detrás del oscuro y furioso dios una representación jovial. Pero aunque la tecnología permite descubrir lo que ocultan los cuadros en sentido material no ha podido aún desvelar lo que alberga el alma de los artistas al crearlos.

Garrido habla también de otros descubrimientos, el retrato de 'Doña Mariana de Austria, de Velázquez también nos sorprendió mucho, el maestro pintaba utilizando mucho plomo, eso hizo que con los infrarrojos descubriésemos tras el retrato de doña Mariana uno de Felipe IV. Se parecían mucho físicamente, así que la superposición, vista gracias a la utilización de esta técnica, es increíble. Velázquez apenas tuvo que quitar el bigote al rey para hacer la nueva obra".

Por las manos de Carmen Garrido, que fundó en 1978 el Gabinete de Documentación Técnica del Museo y que además dirige, han pasado más de 2.000 cuadros. "Otro gran hallazgo, esta vez descubierto gracias a las radiografías, fue el averiguar que el cuadro de Goya La Condesa de Chinchón, adquirido en el año 2000 por el Estado, en realidad albergaba otras dos pinturas más. Tras el retrato de la aristócrata había uno del marido de la duquesa de Alba y otro, sobre éste, de Godoy. El cuadro, uno de los mejores de Goya, había costado 4.000 millones de pesetas pero al final teníamos tres cuadros en uno"

Garrido comprende y comparte el sentimiento que la mayoría experimenta ante una obra de arte. Aunque ella y su equipo intentan desentrañar los misterios que rodean a ésta sabe que no se puede arrancar ese halo fascinante de las grandes obras. Afirma que "todo no se va a llegar a saber nunca, nuestro trabajo puede llegar a desvelar hasta el 80%, con el resto podemos fantasear todo lo que queramos. Por ejemplo, la obra de El Bosco despierta mucha expectación en ese sentido. Haciendo una radiografía descubrimos que tras el infierno de >El jardín de las Delicias había una especie de sapo enorme. Desde luego no sabemos lo que movía el espíritu de este artista pero al menos sí podemos sospechar que tenía una imaginación enorme"

Médicos de cabecera

En el gabinete técnico no sólo investigan, también colaboran en la conservación de las obras. Con la ayuda de radiografías, reflectografía infrarroja, diversos tipos de fotografía: rasante, ultravioleta, macrofotografía y distintos análisis de materiales, acercan al mundo lo que no se ve de unas obras hechas para ser observadas. Garrido comenta que "con la llegada de la informática ha cambiado mucho el resultado, facilita más el trabajo. En el Museo tenemos ordenadores muy potentes, HP hizo una importante donación. La última adquisición tecnológica ha sido una máquina digitalizadora de placas radiográficas"

La jefa del gabinete indica, "somos como médicos de cabecera, aquí llegan las obras y nosotros las observamos con la tecnología de la que disponemos, emitimos un diagnóstico para determinar el criterio de restauración. Eso sí, lo bueno de los cuadros es que cuando los metes en la sala emplomada para Rayos X los puedes tener ahí dentro el tiempo que quieras y no se quejan"

Visitantes a la exposición 'El Trazo Oculto', en el Museo del Prado.
Visitantes a la exposición 'El Trazo Oculto', en el Museo del Prado.

El Trazo Oculto

Desde el año 2000 el gabinete dispone de un equipo que permite la visión de los dibujos subyacentes en tablas del siglo XV y XVI con gran nitidez, parte de los asombroso resultados se exponen del 21 de julio al 5 de noviembre en la muestra 'El Trazo Oculto'.

Diecisiete pinturas de El Bosco, Rafael y Fernando Gallego, entro otros, junto a sus correspondientes imágenes infrarrojas componen una muestra en la que se puede admirar la belleza de los dibujos previos, ocultos tras la pintura. Los resultados de la reflectografía se exponen en un material que se retroilumina con muy poca luz y que crea la sensación de mostrar la primera iluminación del artista.

El doctor en Física, Duilio Bernati, ha creado un prototipo para reflectografía infrarroja- técnica de examen no destructiva para el estudio de la pintura- que ha mejorado la calidad de la reflectografía y ha acortado los tiempos de medición. Un software supervisa automáticamente el movimiento de la cabeza óptica y la toma de las imágenes, también se encarga de su corrección en tiempo real y, en una segunda fase, de su composición en una imagen única. Además ofrece la posibilidad de variar la ampliación antes de la toma de la imagen. La obtención de reflectogramas a 16 bits permite capturar una gama suficiente de tonos gris, quedan archivados en formato raw , compatible con los mejores software para el tratamiento digital de imágenes.

Bernati, del Centro de Reflectografía Infrarroja y Diagnóstico de Bienes Culturales de la Universidad de Milán, ha colaborado con el Museo del Prado instalando el prototipo de su creación, también ha participado en la toma de documentos infrarrojos y en la optimización de los resultados adquiridos por medio de la nueva tecnología.

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