Un cambio en Internet Explorer dificulta la interacción con vídeos y animaciones
Microsoft se ha visto forzado a modificar su navegador tras ser condenado a pagar más de 450 millones de euros en una demanda sobre patentes
Una disputa por la patente sobre la tecnología que permite insertar vídeos y animaciones en las páginas web ha obligado a Microsoft a realizar una modificación de Internet Explorer. Una vez instalada, la actualización obliga a los internautas a autorizar la ejecución de estos archivos antes de poder interactuar con ellos. Microsoft ofrece la actualización desde el 28 de febrero y espera que todos sus clientes la descarguen antes de seis meses, lo que afectará a la forma en que navegan y se relacionan con las páginas web.
Internet dejó de ser hace tiempo coto exclusivo del texto. La popularización de la banda ancha y la aparición de nuevas tecnologías permite que las páginas web realicen cada vez más una apuesta multimedia, en la que el vídeo, el sonido o la animación digital tienen una fuerte presencia. Estos formatos, que se usan tanto para ofrecer contenidos como para la publicidad, se insertan en muchos casos en las páginas de Internet como objetos independientes, que para funcionar necesitan de una tecnología llamada ActiveX.
La compañía estadounidense Eolas Tecnology y la Universidad de California demandaron en 2003 a Microsoft al considerar que su navegador de Internet utilizaba tecnologías patentadas, los controles ActiveX, para hacer que se muestren esos objetos y permitir que sean interactivos. El proceso se resolvió a favor del demandante, y Microsoft fue condenado a pagar 521 millones de dólares como compensación, una cifra que aumenta hasta los 560 millones de dólares (469 millones de euros) si se suman los intereses.
Como respuesta a la sanción, Microsoft anunció que alteraría el modo en que su navegador Internet Explorer (IE), el más utilizado del mundo, gestiona los controles ActiveX, que permiten insertar en las páginas archivos en los formatos de Macromedia Flash, QuickTime, RealOne Player, Acrobat Reader, Java Virtual Machine y Windows Media Player. Se trata de formatos ampliamente utilizados en todo tipo de páginas, por lo que los cambios en IE afectarán a casi todos los internautas.
Un clic más para cada objeto
La actualización del navegador, publicada el pasado 28 de febrero, ha sido calificada como opcional por el gigante informático, que en todo caso espera que sea instalada por todos sus clientes en un plazo de entre cuatro y seis meses. Quienes lo hagan verán cómo al visitar una web muchos de los objetos 'incrustados' en ella aparecen rodeados por un fino marco que indica que el vídeo o animación es gestionado por un control ActiveX, y que para poder interactuar con el hay que darle una autorización expresa. Ésta se realiza haciendo clic con el botón izquierdo del ratón sobre el objeto.
Esta modificación en Internet Explorer supondrá grandes incomodidades por ejemplo en los sitios en los que la navegación (menús, botones de atrás y adelante o cajas de búsqueda) se realiza con Flash. Antes de hacer empezar a interactuar con los botones, el usuario se verá obligado a hacer clic sobre ellos para autorizar la ejecución del control ActiveX, estando obligado a hacerlo una vez por cada objeto -cada archivo de Flash- incrustado en la página.
Una polémica patente
Aunque el Tribunal Supremo de EE UU ha confirmado la sanción a Microsoft por uso ilegal de tecnologías patentadas, la compañía informática todavía lucha en los tribunales por invalidar la patente de Eolas. Pero mientras la cuestión se resuelve, ha decidido modificar su navegador. Éste no es el único que utiliza la tecnología en disputa, y otros muchos podrían verse afectados si Eolas o la Universidad de California actúan legalmente contra ellos.
El hecho de que esa tecnología se utilice en todo tipo de páginas de modo generalizado ha llevado a destacados personajes de Internet a manifestar su oposición a la concesión de una patente sobre ella. Tim Berners-Lee, director de el World Wide Web Consortium (W3C) y considerado uno de los padres de Internet, señalaba en una carta enviada en 2003 a la Oficina de Patentes de EE UU que el impacto de "esta patente repercutirá, no sólo en aquellos que supuestamente la infringen, sino en todas las páginas web y aplicaciones que se basan en el funcionamiento de los navegadores que ha sido patentado".
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