"En NTL no nos preocupamos por nuestros clientes: este servicio de atención al cliente no gestionará su queja"

Ashley Gibbins, de 26 años, estaba muy enfadado porque nadie le atendía en el servicio de ayuda al cliente de la operadora de cable británica NTL. Y cuando llevaba una hora en espera, escuchando "música de ascensor" por el auricular de su teléfono, descubrió que podía cambiar el típico mensaje electrónico de "nuestras líneas están ocupadas, le atenderemos en breves momentos" por otro de su propia cosecha, denunciando la situación.

Lo oyeron, extrañados, muchos clientes del este de Reino Unido y la compañía decidió tomar cartas en el asunto. Descubrió que este taxista que sólo quería que le instalaran la banda ancha era el que estaba detrás de la travesura y le demandó.

Gibbins se declaró culpable y alegó que lo que NTL calificaba de un mensaje "extremamente ofensivo" se trataba de una broma. Ahora, el tribunal que le juzgaba le ha dado la razón, según informa hoy la página web de la televisión británica BBC.